Redacción Farmacosalud.com
Un grupo de personas con discapacidad intelectual han creado un videojuego para enseñar a comer sano a los niños. Un total de 13 alumnos del servicio TIC de la Fundación Síndrome de Down de Madrid (Down Madrid) han desarrollado el videojuego ‘¿La buena alimentación?’, un proyecto programado con Scratch que enseña a comer sano y a llevar hábitos de vida saludable a menores de entre cuatro y ocho años de edad.
Esta iniciativa forma parte de la segunda edición de los talleres que esta Fundación, Voluntarios Telefónica y Jóvenes Inventores, pusieron en marcha el año pasado con el objetivo de potenciar capacidades como la gestión de la información, la autonomía, la alfabetización digital y el desarrollo del pensamiento creativo entre las personas con discapacidad intelectual, y conseguir que aprendan a programar con Scratch para poder desarrollar un videojuego.
Target, idea, programación, diseño, voces de los personajes…
Durante el taller, que se ha llevado a cabo en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), los alumnos han trabajado conjuntamente con Voluntarios Telefónica y Jóvenes Inventores durante todas las fases del proyecto, en el target, la idea, la programación, el diseño e incluso han grabado las voces de los personajes del videojuego.
Belén Rial, una de las participantes, señala que es la primera vez que se ha divertido aprendiendo Scratch, y que le ha parecido “un reto muy bonito y una experiencia nueva muy buena”. “Este taller me ayudará en un futuro para presentar nuevos juegos y nuevos proyectos para el mundo laboral; por eso quiero dar las gracias a los profesores y a los Voluntarios Telefónica por todo lo que nos habéis dado en este curso”, destaca.
Esta segunda edición ha culminado con un acto donde los alumnos han recibido sus diplomas que certifican todo el trabajo que han realizado y reflejan que han obtenido las competencias necesarias en TIC y en Scratch. A partir de esta experiencia se desarrollará una metodología propia sobre cómo enseñar a programar con Scratch a personas con discapacidad intelectual y así demostrar que la tecnología no es una barrera para ellas.