Higinio Pensado / Redacción Farmacosalud.com
Se ha constatado que la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se caracteriza, entre otros factores, por una presentación clínica muy heterogénea. Los síntomas de la EPOC pueden ser variables dentro de lo definitorios que son, fundamentalmente disnea y aumento de la tos, además de expectoración. Lo que influye, sobre todo, en el infradiagnóstico de la EPOC es el hecho de que “la persona que la padece asuma esos síntomas dentro de una normalidad por su edad o por los efectos esperados del tabaco, como puede ser la disnea en sus formas más leves o discretas, o también en la normalidad de que padezca reagudizaciones respiratorias como algo circunstancial por la edad u otros factores”, argumenta Higinio Pensado, enfermero del Centro de Salud Francia, en Fuenlabrada (Madrid).
Dentro de lo que hoy se denomina EPOC se incluyen la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. A pesar de ser la patología respiratoria crónica más frecuente en adultos, y según los últimos estudios publicados la cuarta causa de muerte en España, solo un 3,1% de la población reconoce de forma espontánea esta enfermedad[1]. “Dentro del colectivo profesional de Enfermería, la EPOC es una patología suficientemente conocida, pues en sí no es compleja en su diagnóstico, además de que su causa principal -el tabaquismo- se aborda con frecuencia en la atención al paciente. Pero es sobre todo la aceptación dentro de una normalidad de los síntomas cardinales por parte de la persona que lo padece lo que dificulta su prevención y abordaje”, insiste Pensado, a su vez Prof. vinculado de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro de la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEMAP).
El papel de Enfermería es vital como punto de referencia para el paciente y su familia, y también para asegurar la correcta prevención, tratamiento y seguimiento de la enfermedad y de las exacerbaciones[2]. Así, “la prevención es el punto clave de la EPOC -indica-, puesto que la causa principal de la patología es el tabaquismo y el profesional de Enfermería es clave en el abordaje del mismo[3], favoreciendo en primer lugar la prevención primaria al motivar la abstinencia, e impulsando en segundo lugar el abandono del tabaco una vez manifiesta la EPOC, puesto que el cese tabáquico favorece la mejoría en la progresión de la afección”.
Principios básicos de la ‘educación’ de pacientes con EPOC
En los últimos años se ha potenciado el concepto de ‘educación de pacientes con EPOC’. Son varios los sistemas sanitarios autonómicos que han desarrollado algún proceso de actuación integrado, mientras que, a nivel nacional, el Ministerio de Sanidad ha publicado también sus líneas claves de actuación[4]. A juicio del miembro de SEMAP, dentro de este proceso ‘educativo’ -que debe ser estructurado- los principales puntos estratégicos en los que Enfermería debe intervenir serían:
• Promover el conocimiento de la enfermedad entre los pacientes y, por encima de todo, promoverlo sobre la causa de la afección, pudiéndose así hacer un tratamiento -si se precisa- sobre el tabaquismo
• Fomentar -algo fundamental- el conocimiento del tratamiento farmacológico y, sobre todo, fomentarlo en el uso correcto de los inhaladores
• Abordar el manejo adecuado de las actividades de la vida diaria y el fomento del ejercicio físico, debiendo en este aspecto coordinarse con los profesionales de fisioterapia
• Conocer y saber actuar ante una exacerbación, tener conocimientos sobre las vacunas indicadas y ayudar a mantener una alimentación específica
Según Pensado, el colectivo de Enfermería debería asumir los galones en ese tipo de iniciativas orientadoras: “Todos los profesionales sanitarios somos importantes, no sólo los médicos, ya que también es clave la actuación de los fisioterapeutas, si bien es cierto que el profesional de Enfermería podría ser quien coordinase o dirigiese ese plan educativo estructurado”.
El profesional de Enfermería, vital para evitar una mala adherencia terapéutica
Así las cosas, otros expertos plantean la necesidad de diseñar un programa educativo multidisciplinar en Atención Primaria para instruir a los pacientes en una correcta técnica inhalatoria, y reforzarla periódicamente. El objetivo sería que, mediante estas técnicas educativas, se mejorara el uso de los inhaladores, lo que aumentaría la eficacia del fármaco inhalado, algo que se traduciría en un mejor control de la enfermedad[5]. De hecho, el conocimiento y uso correcto de los inhaladores es, como se ha apuntado, importante para lograr la adecuada eficacia del fármaco inhalado[3,6]. Para Pensado, la intervención aquí del profesional de Enfermería “debe ser continua en su conocimiento y su primer uso, o sea, desde el inicio. También debe actuarse cíclicamente para evitar una mala adherencia y errores involuntarios en el uso de los diferentes dispositivos”.
Y es que, en opinión del enfermero del Centro de Salud Francia, el buen uso de los inhaladores es el gran caballo de batalla de la ‘educación’ del paciente con EPOC: “El primer punto clave es el tabaquismo y el segundo el tratamiento con inhaladores, debido a su no muy complejo manejo pero sí muy variable. No adecuar el dispositivo a las características de la persona podría conllevar algún tipo de incumplimiento involuntario, inconsciente o errático, y por ello estar como apoyo constante en la adherencia al tratamiento es básico”.
En el ámbito de la EPOC, los profesionales de Enfermería desarrollan su actividad en todos aquellos espacios o situaciones en los que, desde un punto de vista sanitario, pueda verse involucrada una persona afectada por esta patología: desde un servicio de Urgencias hasta en los últimos momentos de la vida, pasando por Atención Primaria o en una estancia en planta durante un ingreso o como seguimiento en las consultas específicas de Neumología en el hospital; desde la realización de la espirometría diagnóstica y otras pruebas, hasta el ámbito ‘educativo’ continuo en la vida de la persona y la enfermedad, pasando también por la administración de los medicamentos y cuidados en general durante la dispensación de los tratamientos necesarios, o como podría ser incluso en el uso de la ventilación mecánica no invasiva.
“Se sabe que las personas con EPOC tienen una cierta predisposición a padecer trastornos de ansiedad y/o depresivos, teniendo más facilidad para tener baja autoestima”, sostiene Pensado. Por tanto -agrega-, el apoyo psicológico y motivacional proporcionado por la/el enfermera/o “puede suponer un avance en la mejora de su situación”.
Cuando el paciente se medica para la EPOC, pero sigue fumando
Tal y como se ha comentado anteriormente, el tabaquismo es el origen de la inmensa mayoría de casos de EPOC. El problema se agrava si el paciente sigue fumando mientras se medica frente a esta afección. “Cierto, el tabaquismo es el caballo de batalla en la EPOC y, además, los que a pesar de todo siguen fumando tienen ciertas connotaciones para que puedan tener más dificultades en su cese[3,6]. Suelen tener una alta dependencia psicológica, gestual y también social, y por supuesto también dependencia física alta, incluso definiendo el acto de fumar como placentero”, revela el Prof. vinculado de la Universidad Rey Juan Carlos.
Aquí es donde el profesional de Enfermería debe desplegar toda una serie de estrategias. “En primer lugar, siempre hay que partir de la fase de afrontamiento de la persona, si existe o no una motivación para el cese. Si su situación es que quiere seguir fumando, siempre debemos realizar un consejo breve como estrategia más efectiva, dejando ‘la puerta abierta’ a cualquier momento en el que decida dejar el tabaco”, remarca.
Otro aspecto importante pasa por facilitar al paciente la motivación y valorar sus prioridades vitales para que identifique el o los motivos para dejar de fumar. Hay que abordar el problema desde la entrevista motivacional “favoreciendo el que nos identifiquen como un profesional facilitador al que pueden recurrir, para que, de este modo, puedan tomar decisiones ante el cese definitivo. Pero ciertamente, es un tema clave y complejo”, admite Pensado.
Referencias
1. Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). EPOC, bronquitis y enfisema son términos desconocidos y confusos para la mayoría de la población. Nota de Prensa. Enero 2018. Difusión online: https://www.separ.es/sites/default/files/SEPAR_enfermedades_imagen.pdf
2. Agüero Balbín R, Gisbert García, JA, Hierro Cámara, M, et al.Manual de actualización en el abordaje del EPOC. Gobierno de Cantabria. Servicio Cantabro de Salud. 2011. Difusión online: http://www.humv.es/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=1333
3. Miravitlles M, Soler-Cataluña JJ, Calle M, Molina J et als. Guía española de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (GesEPOC) 2017, Arch Bronconeumol.2017;53(6):324-35
4. Ancochea Bermúdez J. Estrategia nacional en EPOC del Sistema Nacional de Salud [internet]. España. Ministerio de Sanidad y Política Social; 2009. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/EstrategiaEPOCSNS.pdf
5. Martínez Ibán M, Alonso Porcel C, Sánchez Rodríguez LM, et al. Eficacia de una intervención educativa breve sobre el correcto uso de los inhaladores en la prevención de agudizaciones en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Medicina de Familia. SEMERGEN. Vol. 45. Núm. 1. Páginas 15-22 (Enero - Febrero 2019) DOI: 10.1016/j.semerg.2018.04.009 Difusión online https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-eficacia-una-intervencion-educativa-breve-S1138359318303228
6. Plan estratégico en EPOC de la Comunidad de Madrid 2013/2017. [internet]. Madrid. España. Consejería de Sanidad; 2013. Disponible en: http://www.madrid.org/es/transparencia/sites/default/files/plan/document/307_158_planepocmadrid_1abr13_lowres_0.pdf