Redacción Farmacosalud.com
La dieta mediterránea tiene un importante efecto protector frente al riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Así lo concluye el Estudio EpiGEICAM, realizado en España, coordinado desde el Instituto de Salud Carlos III, financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y desarrollado dentro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), han indicado desde la AECC. De las conclusiones del estudio publicado en el ‘British Journal of Cancer’ (BJC), se extrae que el consumo de alimentos de la “dieta mediterránea” puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en un 30%. Por el contrario, la dieta occidental es la más perjudicial para desarrollar este tipo de tumor y, lo que es más preocupante, es la dieta más frecuente en las mujeres jóvenes.
Por su parte, no se ha podido constatar que la “dieta prudente” esté relacionada ni con una mayor ni con una menor probabilidad de desarrollar cáncer de mama, a pesar de lo que podía pensarse en un principio, por ser la que menos grasa tiene. De acuerdo con un comunicado conjunto de la AECC, Instituto de Salud Carlos III y GEICAM, los investigadores identificaron en la población control 3 tipos de dieta:
-Dieta “occidental”- Western pattern: Alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces, bebidas calóricas y bajo consumo de cereales.
-Dieta “prudente”- Prudent pattern: Productos bajos en grasa, frutas, vegetales y zumos.
-Dieta “mediterránea”- Mediterranean Pattern: Pescado, vegetales, legumbres, patatas, frutas, aceite y bajo consumo de zumos y bebidas calóricas.
Cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres
El cáncer de mama constituye uno de los tumores más frecuentes en las mujeres españolas, diagnosticándose aproximadamente 26.000 casos nuevos cada año. Este porcentaje representa el 30% de todos los cánceres detectados en mujeres en España. Aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres presentará esta enfermedad a lo largo de su vida. El número de casos y las tasas de incidencia han aumentado lenta pero progresivamente a lo largo de los últimos años, un hecho debido tanto al envejecimiento de la población como a diagnósticos cada vez más precoces de esta enfermedad. Pese a la mejora en el diagnóstico y tratamiento, este tumor sigue siendo todavía la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres españolas.