Redacción Farmacosalud.com
Según el doctor Raúl de Lucas, jefe de Sección de Dermatología Pediátrica del Hospital Universitario la Paz de Madrid, la presencia de lesiones cutáneas en zonas visibles como la cara, manos o piernas “afectan de una manera importante a la calidad de vida de los pacientes” de dermatitis atópica, pero no por la enfermedad o picor en sí, sino por sus repercusiones en la esfera psicológica: desde la estigmatización que puedan sufrir los niños-adolescentes (sentimiento de ser un bicho raro, lo que puede inducirles a tener algún comportamiento alejado de la normalidad, por decirlo de alguna manera), hasta el sentimiento de culpa que puedan tener los padres a la hora de pensar que esto puede ser una enfermedad hereditaria; “incluso la falta de sueño y el nerviosismo que tienen estos pacientes al rascarse constantemente hace que rindan menos en la escuela y en el trabajo”. En caso de que fuera necesario, procedería derivar al paciente al psicólogo, psiquiatra, etc.