Redacción Farmacosalud.com
El verano hay personas que, como quien dice, son ‘devoradas’ por los mosquitos. Las picaduras están, más que al orden de día, al orden de la noche, y protegerse de ellas no es una opción, sino casi una obligación. Según el doctor Moisés Robledo del Corro, secretario de Información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “no hay estudios concluyentes que demuestren la eficacia” de los sistemas electrónicos destinados a alejar a estos insectos. A manera de herramientas antimosquitos, Robledo apuesta por usar repelentes elaborados a partir de “aceites procedentes de plantas naturales” como los de semilla de soja y de eucalipto limón, y repelentes de origen químico. En el caso de estos últimos, “el sudor acelera su eliminación, por lo que habría que aplicarlos de nuevo antes del tiempo recomendado en caso de sudoración profusa”, advierte el médico. Robledo también recuerda que, “en general, en vacaciones la adherencia a los tratamientos crónicos disminuye bastante, lo que, unido a cambios de hábitos de alimentación, actividad o sueño, entre otros, facilita la descompensación de enfermedades”. Por ello, es importante que estos pacientes, en caso de que pasen unos días fuera de su domicilio habitual, lleven consigo un “informe de salud” por si precisaran ser atendidos en el lugar de vacaciones por sanitarios que desconocieran sus antecedentes.
-Se calcula que el 20% de los resfriados comunes se producen en verano. ¿Cómo se puede evitar un catarro en esta época del año?
La actitud preventiva es similar a la del resto del año. Tenemos que evitar cambios bruscos de temperatura, que en verano pueden ser más frecuentes por las altas temperaturas y el uso de sistemas de refrigeración (aire acondicionado, climatizadores). Otra medida consiste en no consumir bebidas demasiado frías o calientes. También es importante mantener una buena hidratación y dieta equilibrada. Dado que es una enfermedad producida por virus, deben adoptarse medidas para evitar el contagio: lavado frecuente de manos, airear la habitación del paciente, tapar la boca o nariz cuando se produzca tos o estornudo, usar pañuelos desechables, etc. Recordar que el tratamiento de estos procesos es sintomático y que el uso de antibióticos no está indicado.
-En el período estival se suceden las típicas fiestas patronales, en las que como en toda celebración a veces va asociado el alcohol. Ante una borrachera leve-moderada, ¿qué se debe hacer y no se debe hacer para atender al afectado?
Lo mejor es evitar el consumo de alcohol o hacerlo de forma mínima ante los innumerables efectos perjudiciales que tiene. En todo caso, ante una intoxicación etílica leve-moderada debe aconsejarse un cese inmediato de cualquier bebida alcohólica y retirarse a descansar. Si el nivel de conciencia está disminuido, hay que tapar a la persona con ropa o manta para evitar su enfriamiento y ponerlo en posición de seguridad, tumbado de lado, para evitar el ahogamiento con su propia lengua o un vómito. Es aconsejable su traslado a un centro sanitario para evaluación, por lo que debe llamarse al 112 para información de la situación y obtener ayuda.
-Un coma etílico puede llegar a ser mortal. ¿Qué puede hacer una persona que atiende a un paciente que se encuentra en ese estado mientras espera a que lleguen los servicios de emergencias?
Lo primero es alertar a los servicios de emergencias, explicando la situación y siguiendo sus indicaciones. Si la persona respira y tiene pulso, aunque esto es difícil de objetivar, hay que colocar al afectado en posición de seguridad (tumbado de lado) y acompañarle hasta que llegue la ayuda solicitada. Si está en parada cardiorrespiratoria, no tiene pulso ni respira, hay que poner a la persona en decúbito supino, boca arriba con brazos y piernas estirados junto al cuerpo, abrir la vía aérea con la maniobra frente-mentón e iniciar masaje cardíaco, es decir, 30 maniobras de masaje-2 ventilaciones, parando para comprobar el pulso y las respiraciones. Si no es posible efectuar ventilación, deben mantenerse las compresiones torácicas hasta que el afectado tenga pulso o llegue el personal sanitario.
-En verano hay quien sufre una verdadera ‘tortura’ con los mosquitos. ¿Qué es realmente eficaz para prevenir su picadura?
Hay medidas generales como evitar lugares en que los mosquitos tienen un hábitat más favorable: aguas estancadas o espacios poco ventilados. Las barreras físicas también son útiles: la ropa o las mosquiteras impiden su ataque. Por último, existen algunos repelentes que son eficaces. Son aplicados directamente sobre la piel, y hay que evitar los ojos y aquellas zonas en las que haya heridas o mucosas. El sudor acelera su eliminación, por lo que habría que aplicarlos de nuevo antes del tiempo recomendado en caso de sudoración profusa. Los repelentes más efectivos contienen DEET (N,N-dietil-m-toluamida) o permetrina. Esta última no debe ser aplicada directamente sobre la piel, hay que hacerlo sobre la ropa. Algunos aceites procedentes de plantas naturales también son repelentes eficaces. Podemos citar los de semilla de soja y de eucalipto limón.
-¿Son útiles los dispositivos electrónicos para alejar a los mosquitos?
Existen diferentes sistemas electrónicos en el mercado pero no hay estudios concluyentes que demuestren su eficacia.
-Hay quien pasa las vacaciones lejos de casa, y por tanto de su médico habitual. ¿Eso favorece la automedicación?
En general, en vacaciones la adherencia a los tratamientos crónicos disminuye bastante, lo que, unido a cambios de hábitos de alimentación, actividad o sueño, entre otros, facilita la descompensación de enfermedades. Al ir de vacaciones es importante llevar medicación suficiente y un informe de salud por si precisa ser atendido en el lugar de vacaciones por otros sanitarios que desconocen sus antecedentes.