Redacción Farmacosalud.com
¿Durante las fiestas navideñas la gente enferma más, enferma igual, o enferma menos? Desde el punto de vista de la medicina de familia, es difícil contestar con concreción a esa pregunta, ya que “de las 2 semanas que duran las navidades españolas, 8 días no son laborables, por lo que se limita la accesibilidad a las consultas de Atención Primaria (AP) en los centros de salud y se redirige el flujo asistencial a los servicios de Urgencias. La climatología adversa, la llegada de la gripe, los excesos alimentarios, y el consumo de alcohol y otros tóxicos favorecen la frecuentación de pacientes y concentran la mayoría de motivos de consulta”, indica la Dra. Montserrat Romaguera Bosch, médico de familia y del deporte y coordinadora del grupo de trabajo ‘Ejercicio y salud’ de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC).
De acuerdo con la Dra. Romaguera, las fiestas navideñas son terreno abonado para ciertas alteraciones emocionales: “En nuestra sociedad multiconfesional, la Navidad se ha convertido en un bien de consumo para la mayoría y en una celebración religiosa sólo para algunos. Los trastornos emocionales (ansiedad, depresión, insomnio) afloran entre los que han sufrido la pérdida de un familiar, pero también entre los que están solos, o tienen lejos su país de origen, sus costumbres y tradiciones. También entre los que han perdido salud, calidad de vida, su trabajo… todo ello, en un entorno donde parece obligatorio consumir y gastar dinero para ser feliz”.
“La relación médico-paciente favorece que nos anticipemos a la llegada de ‘las fiestas’”
En los centros de salud o de AP ya saben lo que hay durante dicho período festivo, por lo que los profesionales recurren a la máxima -clave en medicina- de ‘mas vale prevenir que curar’, según viene a decir la coordinadora del grupo de trabajo ‘Ejercicio y salud’ de CAMFiC: “El seguimiento a lo largo del tiempo y la relación médico-paciente favorece que nos anticipemos a la llegada de ‘las fiestas’, tanto en actividades preventivas como en la vacunación de la gripe, así como en la recomendación de menús saludables, principalmente en personas que padecen diabetes, hipertensión, colesterol… pero también para preparar el abordaje de encuentros con familiares con los que la relación no es fácil, con el fin de minimizar los conflictos y salir airosos de los encuentros. También podemos recomendar actividades organizadas en la propia comunidad como la implicación en ONGs, asociaciones ecologistas y entidades culturales o deportivas que ponen en valor la relación y el compañerismo”.
La Atención Primaria es el primer escalón médico-asistencial y está claro que, en muchos casos, los médicos y enfermeras/os conocen muy bien a los usuarios de las consultas. Por supuesto, también conocen cuál es su perfil emocional, especialmente en Navidad. “Es un tabú desvelar que, aunque esté de moda estar feliz y contento ‘porque es Navidad’, una parte relevante de la población” preferiría, ante la llegada del adviento*, “arrancar una página del almanaque”.
“No es obligatorio celebrar la Navidad”
En esa línea, ‘mucha gente quiere ir a sitios donde no exista prácticamente la Navidad’, decía en 2015 el Dr. José Antonio López Rodríguez en calidad de vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP). La experiencia en consulta de la Dra. Romaguera le permite afirmar que la táctica escapista no siempre es una opción asequible: “No todos los que querrían escapar de la Navidad tienen medios económicos para hacerlo, o bien puede que su estado de salud tampoco se lo permita. El dolor, la muerte, la soledad, la enfermedad parecen estar cubiertos por una alfombra roja por la que sólo desfilan brillo, color, calor y gasto económico en nombre de unas creencias religiosas. A esa realidad tenemos acceso los profesionales de AP todo el año y nuestro trabajo se enfoca con ilusión a mejorar tanto la atención a los pacientes como su calidad de vida. No es obligatorio celebrar la Navidad… en nuestro entorno convivimos ciudadanos de distintos credos o agnósticos en aceptable armonía”.
Navidad, tiempo de paz y amor… no para las personas agresivas, dado que, según la experta, en esta época del año no se producen menos episodios desagradables -agresiones verbales y físicas- contra los médicos y personal de Enfermería de AP: “Lamentablemente, somos víctimas de esos comportamientos todo el año”.
Papa Noel y los Reyes Magos ya pueden ir pensando en traer “regalos activos”
Por lo menos, a los profesionales de un centro de salud les queda el consuelo de vivir en armonía con el resto de la plantilla, y no solamente por Navidad. “Intentamos mantener el compañerismo todo el año. No precisamos que sea una celebración concreta para organizarnos y cohesionar al equipo, pero es evidente que intentamos repartir equitativamente las guardias de los días más solicitados y disfrutar de los días festivos que hemos reservado para final de año”, comenta.
A nivel personal, Romaguera ya piensa en el Tió, “una tradición muy rural en Catalunya que implica, además, actividad física en familia. Unos días antes se va al monte a recoger ese tronco al que los más pequeños de la casa ‘alimentarán’ y al que, la noche del 24 de diciembre, al ritmo de una canción y de unos golpecitos, se le pide que traiga regalos a la familia”. La Dra. no olvida tampoco a Papa Noel y los Reyes Magos, a los que como profesional de la sanidad pedirá “salud… salud para el planeta y sus ciudadanos”. Y aquí, a la hora de definir la estrategia para vivir de manera saludable, es cuando a Romaguera le sale la vena de médico de AP y del deporte: “Podemos conseguirlo con un mejor estilo de vida, por lo que recomendaré que os traigan regalos activos: bicicletas, patines y calzado y equipos deportivos, pero también experiencias: ir a la nieve, a montar a caballo, al rocódromo, a la piscina, de excursión … las posibilidades son infinitas y los presupuestos muy asequibles”.
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* Adviento: (según el diccionario RAE) En algunas Iglesias cristianas, tiempo litúrgico de preparación de la Navidad, en las cuatro semanas que la preceden