Redacción Farmacosalud.com
Roche ha presentado los resultados completos de un estudio pivotal fase III con satralizumab en monoterapia para el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica, una rara y debilitante enfermedad del sistema nervioso. Los resultados del estudio SAkuraStar, presentados durante el 35º congreso anual del Comité Europeo para el Tratamiento y la Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS, por sus siglas en inglés), muestran que el fármaco en monoterapia consiguió una reducción del riesgo de brote del 55% en comparación con placebo para una amplia población representativa de los pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica (RH 0,45, 95% IC: 0,23-0,89; p=0,0184). En el amplio subgrupo de pacientes seropositivos para el anticuerpo AQP4-IgG, el efecto fue mayor con una reducción del riesgo de recaídas del 74% (RH 0,26, 95% IC: 0,11-0,63; p=0,0014). Estos pacientes tienden a experimentar una evolución más grave de la enfermedad.
“Los resultados en fase III para Satralizumab, primero como tratamiento combinado y ahora como monoterapia, son emocionantes. Es importante destacar que Satralizumab ha alcanzado eficacia para un amplio número de pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica. Satralizumab se dirige al receptor IL-6, ofreciendo un posible nuevo enfoque de tratamiento", asegura el Prof. Jeffrey Bennett, del departamento de Neurología y Oftalmología de la Universidad de Colorado. “Se necesita urgentemente la aprobación de nuevas opciones para esta enfermedad que hayan demostrado un perfil de seguridad y eficacia favorable en los ensayos clínicos controlados. Para los pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica, una recaída puede significar la ceguera o una disfunción motora debilitante”, añade.
Un 76,1% de la población global tratada con satralizumab no tuvo recaída a las 48 semanas y el 72,1% no la tuvo a las 96 semanas, en comparación con el 61.9% y el 51.2% de los pacientes tratados con placebo, respectivamente. Los datos del subgrupo AQP4-IgG seropositivo mostraron que el 82,9% estaban libres de recaídas a las 48 semanas y el 76,5% a las 96 semanas cuando se trataban con satralizumab, en comparación con el 55,4% y el 41,1% de los que recibieron placebo, respectivamente.
Anticuerpos patógenos que atacan y dañan astrocitos
El trastorno del espectro de la neuromielitis óptica se asocia comúnmente con anticuerpos patógenos (AQP4-IgG) que atacan y dañan un tipo de célula específico, llamadas astrocitos, lo que da lugar a lesiones inflamatorias del nervio óptico, la médula espinal y el cerebro. Mediante el uso de una prueba de diagnóstico con biomarcadores, la mayoría de los pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica se identifican como seropositivos AQP4-IgG. No obstante, hasta un tercio de los pacientes con la enfermedad son seronegativos AQP4-IgG. Esta enfermedad a menudo se confunde en el diagnóstico con la esclerosis múltiple. Satralizumab inhibe la señalización de IL-6, una glucoproteína que se cree que juega un papel clave en la inflamación producida por el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica y que es la causa de los daños y la discapacidad producidos por la enfermedad. Las personas con este trastorno experimentan recaídas graves e impredecibles que causan directamente daño neurológico acumulativo y permanente.
Los datos del estudio SAkuraStar se suman a los publicados previamente con satralizumab en combinación con la terapia basal para pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica. Los datos iniciales del estudio fase III SAkuraSky se presentaron en el 34º congreso ECTRIMS en 2018. Con ellos se demostró que satralizumab en combinación con el tratamiento basal logró una reducción del 62% del riesgo de recaídas en la población general del estudio, tanto en la población representativa de pacientes AQP4-IgG seropositivos como en los AQP4-IgG seronegativos (RH 0,38, IC del 95%: 0,16-0,88; p = 0,0184), frente a placebo junto al tratamiento basal y una reducción del 79% del riesgo de recaídas en pacientes AQP4-IgG seropositivos (RH 0,21, IC del 95%: 0,06-0,75; p = 0,0086).
En general, la proporción de pacientes con eventos adversos graves fue similar en los grupos tratados con placebo y en los que recibieron satralizumab en monoterapia en el estudio SAkuraStar, y también entre quienes recibieron satralizumab agregado al tratamiento basal y quienes fueron tratados con placebo agregado a la terapia basal en el estudio SAkuraSky. Se observó una menor tasa de infecciones (incluidas infecciones graves) en pacientes tratados con satralizumab en comparación con el grupo placebo. En ambos trabajos, la mayoría de los eventos adversos fueron de leves a moderados y los más comunes en el grupo satralizumab fueron infecciones del tracto urinario e infecciones del tracto respiratorio superior en el estudio SAkuraStar e infecciones del tracto respiratorio superior, nasofaringitis (resfriado común) y dolor de cabeza en el estudio SAkuraSky. Los análisis de seguridad continúan en los estudios de extensión abiertos SAkuraStar y SAkuraSky.
Los datos disponibles en los dos ensayos clínicos aleatorizados controlados fase III sugieren que satralizumab podría ser una opción eficaz para los pacientes, en una amplia población con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica, tanto en monoterapia como en combinación con el tratamiento basal. Satralizumab se administra cada cuatro semanas mediante inyección subcutánea, lo que puede ser una opción cómoda para pacientes y cuidadores. SAkuraStar reclutó a 95 pacientes con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica de entre 20 y 70 años y SAkuraSky reclutó a 83 pacientes, incluidos adolescentes, de 13 a 73 años. Estos estudios representan uno de los mayores programas de desarrollo clínico realizados para esta enfermedad rara.
La enfermedad, más común entre mujeres no caucásicas de entre 30 y 40 años
El trastorno del espectro de la neuromielitis óptica es una enfermedad autoinmune rara, debilitante del sistema nervioso central y crónica que daña principalmente el (los) nervio (s) óptico (s) y la médula espinal, causando ceguera, debilidad muscular y parálisis. Las personas que la padecen experimentan recaídas impredecibles y graves que causan directamente daño neurológico y discapacidad acumulativos y permanentes. En algunos casos, la recaída puede provocar la muerte. Afecta a más de 10.000 personas en Europa, 15.000 personas en Estados Unidos y hasta cientos de miles de personas en todo el mundo. La enfermedad es más común entre las mujeres no caucásicas de entre 30 y 40 años. El trastorno del espectro de la neuromielitis se asocia comúnmente con anticuerpos patógenos (AQP4-IgG) que atacan y dañan un tipo de célula específico, llamadas astrocitos, lo que da lugar a lesiones inflamatorias del nervio óptico, la médula espinal y el cerebro. Los anticuerpos AQP4-IgG son detectables en el suero sanguíneo de alrededor de dos tercios de los pacientes con la enfermedad.
Aunque la mayoría de los casos se pueden confirmar mediante una prueba de diagnóstico, a menudo los pacientes son diagnosticados erróneamente de esclerosis múltiple. Esto se debe a las características superpuestas de los dos trastornos, incluida una mayor prevalencia en las mujeres, síntomas similares y el hecho de que ambas son afecciones basadas en recaídas.