Redacción Farmacosalud.com
Varias sociedades científicas, entre las cuales está la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), han elaborado el primer ‘Documento de Criterios de Derivación en Asma’. El nuevo documento establece criterios consensuados de derivación de la Atención Primaria (AP) a la Atención Especializada (AE). “El criterio de derivación más claro es el de un paciente diagnosticado de asma que recibe tratamiento adecuado según las guías y no alcanza un buen control de la enfermedad”, explica la Dra. Marina Blanco, neumóloga y secretaria general de SEPAR. Así, el asmático que debe ser remitido a un especialista es aquel que ve como su asma le produce síntomas diurnos y/o nocturnos y/o precisa utilizar medicación de alivio con frecuencia y/o tiene descompensaciones que motivan visitas a Urgencias o ingresos.
“Este tipo de pacientes, una vez asegurado que toman correctamente el tratamiento y saben hacer una adecuada técnica inhalatoria, deben someterse a un riguroso protocolo de estudio para identificar la causa de mal control, y optimizar el manejo. En este subgrupo de pacientes es importante realizar una clasificación en fenotipos subsidiarios de tratamientos especiales”, señala Blanco.
Tres grandes bloques
Los criterios de derivación que figuran en el consenso se pueden resumir en tres grandes apartados:
1) Derivación para diagnóstico de asma cuando no sea factible en AP con los medios disponibles o haya posible componente alérgico para confirmación
2) Derivación por aspectos terapéuticos en caso de asma mal controlada, agudizaciones frecuentes (precisando visitas médicas, visitas a Urgencias o ingresos hospitalarios), disminución de la función pulmonar, necesidad de tratamientos especiales (biológicos, termoplastia… etc), efectos secundarios de tratamientos o necesidad de tratar comorbilidades asociadas como poliposis nasal
3) Circunstancias especiales como antecedente de asma de riesgo vital o asma dependiente de corticoides
El nuevo documento es una iniciativa impulsada por el Dr. Francisco Javier Álvarez, coordinador del Área de Asma de SEPAR, y la propia Dra. Blanco. Ambos han participado activamente en su elaboración junto a una docena de expertos en representación de las cinco sociedades científicas firmantes: SEPAR, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Familia y Medicina Comunitaria (SemFYC), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC).
La guía establece criterios de derivación de AP a AE y viceversa
“Esperamos que, gracias a este documento, que establece unos criterios de derivación claros, se pueda mejorar el diagnóstico de la enfermedad, hoy infradiagnosticada en un 50% de los casos o mal diagnosticada en alrededor de un 25% a un 35% de los casos”, especifica el Dr. Carlos A. Jiménez, presidente de SEPAR. “La guía establece criterios de derivación de AP a AE y viceversa -detalla la Dra. Blanco-. De este modo se refuerza la coordinación entre ambas especialidades y se logra una continuidad asistencial bidireccional”. La creación del consenso era algo necesario, añade, ante “el conocimiento de que existe un alto infradiagnóstico y sobrediagnóstico de asma que requiere la utilización de pruebas realizadas en el ámbito de la AE”.
Otros de los motivos que han propiciado la elaboración de la guía remiten al elevado porcentaje de pacientes que no alcanzan el control de la enfermedad, y a la disponibilidad de nuevos fármacos de administración hospitalaria para el asma grave no controlada.
Una patología que afecta a más del 5% de los adultos y al 10% de los niños
A juicio del Dr. Antonio Valero, presidente de SEAIC, "era necesario un paso adelante en el desarrollo de criterios de derivación adecuados entre niveles asistenciales para alcanzar un mejor grado de diagnóstico objetivo y establecer herramientas de seguimiento en una patología que afecta a más del 5% de los adultos y al 10% de los niños”.
En opinión del máximo representante de SEMERGEN, el Dr. José Luis Llisterri, “el asma no solo es una enfermedad muy frecuente, sino que plantea, también, una importante complejidad asistencial. Gracias a este documento, podemos disponer de unos criterios de derivación consensuados, claros y bien establecidos, que faciliten, además, la coordinación de los distintos niveles y de los profesionales implicados en el cuidado del paciente asmático. Con esto, se hace factible una continuidad asistencial más eficiente y se favorece una mejor atención, permitiendo un uso más racional de los recursos existentes”. En la misma línea se posiciona la SEMG, cuyo presidente, el Dr. Antonio Fernández-Pro, asegura que “la implicación del médico de familia, tanto en el diagnóstico como en el seguimiento, es fundamental para conseguir una buena calidad de vida en el paciente asmático”.
El consenso se centra fundamentalmente en adultos
En nombre de SemFYC, su presidente, el Dr. Salvador Tranche, recuerda que “las enfermedades respiratorias en general, y el asma en particular, se encuentran entre las patologías más prevalentes en nuestra sociedad, representando un porcentaje muy significativo de las consultas que se realizan en Atención Primaria y en la atención hospitalaria. Por ello, y por los recientes cambios en el manejo de la enfermedad y la necesidad de coordinar las actuaciones entre los diferentes ámbitos asistenciales, estamos obligados a alcanzar consensos entre los profesionales”. Para Tranche, “los recientes consensos plantean cambios en la clasificación clínica de la enfermedad y, por tanto, también en su abordaje terapéutico. Ello ha dado lugar a un interesante debate científico sobre la pertinencia o no de iniciar tratamiento antiinflamatorio, ya desde el primer escalón, así como sobre las nuevas recomendaciones terapéuticas, que suponen un cambio sustancial en el manejo del asma. Con los datos de prevalencia en la mano y con estos nuevos consensos, el papel del médico de familia adquiere, si cabe, cada vez mayor importancia”.
El documento, que ha sido elaborado con el apoyo de la compañía GSK, se centra fundamentalmente en los asmáticos adultos.