Redacción Farmacosalud.com
La arteritis de células gigantes (ACG) es una enfermedad autoinmune potencialmente mortal con un gran impacto mundial que afecta, por lo general, a personas mayores de 50 años y que es de dos a tres veces más frecuente en mujeres. Suele ser difícil de diagnosticar debido a la cantidad y variabilidad de síntomas, y sus complicaciones más frecuentes son los ictus isquémicos, los aneurismas de aorta torácica y abdominal y la pérdida de visión permanente. Estas particularidades hacen que los grandes retos que plantea su abordaje sean el diagnóstico precoz -para tratarla lo antes posible- y la formación de los profesionales sanitarios.
Para contribuir a alcanzar el primero de estos objetivos, Roche ha lanzado una aplicación diagnóstica fácil e intuitiva dirigida a médicos de atención primaria, geriatras, especialistas en medicina interna, reumatólogos, oftalmólogos y neurólogos que ayudan a detectar los síntomas de alarma asociados a la ACG.
El proyecto GiCAM está detrás de la nueva herramienta
La iniciativa se enmarca en el proyecto GiCAM, que busca conocer la situación actual de la ACG en términos de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes, y aportar soluciones para mejorar su abordaje integral. La nueva herramienta, además, indica qué pruebas realizar para el diagnóstico de la enfermedad en distintas situaciones y cómo interpretar los resultados para establecer o descartar el diagnóstico de la ACG. Para ello, repasa los síntomas de alarma como el dolor de cabeza grave y continuo por lo general en la zona de la sien, el dolor de mandíbula, la fiebre o la fatiga. En caso de estar presentes, se accede a un mapa con preguntas sobre las pruebas diagnósticas y sus resultados para, finalmente, generar un algoritmo con el resultado del diagnóstico.
Los Profs. Miguel Ángel González-Gay, Jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, y Norberto Ortego, Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, ambos coordinadores del Proyecto GiCAM, coinciden en la importancia de evitar las complicaciones potencialmente graves e irreversibles de la ACG, como la pérdida de visión. Estos especialistas señalan que es fundamental aumentar el índice de sospecha para que el diagnóstico se haga de forma precoz, ya que solo así podemos instaurar a tiempo un tratamiento y mejorar el pronóstico de estos pacientes.
Sobre la arteritis de células grandes
La ACG –también conocida como arteritis temporal (AT)- es una enfermedad autoinmune potencialmente mortal-. La ACG tiene un impacto mundial y afecta, por lo general, a personas mayores de 50 años, siendo de dos a tres veces más frecuente en mujeres que en varones. Suele ser difícil de diagnosticar debido a la cantidad y variabilidad de síntomas. La ACG puede causar dolores de cabeza severos, dolor en la mandíbula y síntomas visuales y, si no se trata, puede llegar a causar ceguera, aneurisma o derrame cerebral.
Hasta la fecha, el tratamiento para estos pacientes se ha limitado a administrar dosis elevadas de esteroides como opción terapéutica de ‘emergencia’ para prevenir los daños como la pérdida de la visión. Sin embargo, los esteroides no siempre mantienen el control de la enfermedad a largo plazo (remisión libre de síntomas) y pueden estar asociados a efectos secundarios graves. Debido a la variedad de síntomas, la complejidad de la enfermedad y sus complicaciones, las personas con ACG suelen ser atendidas por diferentes profesionales, incluyendo reumatólogos, neurólogos y oftalmólogos.