Redacción Farmacosalud.com
En España, cerca de tres millones de personas utilizan lentillas de forma habitual, lo que significa el 8% de la población entre 12 y 65 años, según datos recogidos en el Libro Blanco de la Salud Visual en España 2019. Con la llegada del periodo estival, los usuarios de lentes de contacto relajan sus rutinas de uso, higiene y limpieza. Entre las malas prácticas están: usar demasiadas horas al día este tipo de lentillas, dormir con ellas, la falta de higiene -incluido el mantenimiento deficiente de estuches para lentes de contacto o la reutilización o exceso de solución-, o bañarse con ellas en piscinas, playa o pantanos. Estos usos inapropiados pueden causar diferentes patologías oculares, explica el Dr. David Antolín, director médico de Central Ocular (www.centralocular.com) como “irritación ocular, queratitis, e incluso infecciones oculares, que en algunos casos son muy graves, llegando a poder perderse visión”.
Síntomas oculares del mal uso de lentillas
• Visión borrosa
• Enrojecimiento inusual de los ojos
• Dolor
• Lagrimeo y/o secreción
• Mayor sensibilidad a la luz
• Sensación de objeto extraño
La infección más común relacionada con el uso de lentes de contacto es la queratitis, una irritación de la córnea. En casos severos, puede llevar a causar cicatrices en el órgano corneal, generando una disminución de visión y, en casos de infecciones graves, puede llegar a requerir un trasplante de córnea. Existen tres tipos de queratitis asociada al uso inadecuado de lentillas:
• Bacteriana: la bacteria que produce la infección es la Pseudomonas aeruginosa. Se desarrolla rápidamente, y si no se trata puede causar ceguera.
• Micótica: la queratitis micótica es una infección ocular de curso subagudo, que genera inflamación y ulceración de la córnea, causada por diversos hongos patógenos oportunistas (Fusarium sp., Aspergillus sp. y Candida sp.).
• Herpética: es una inflamación de la córnea causada por una infección del virus grupo herpes, siendo el Herpes Simplex tipo I el más común. Puede afectar a otros tejidos oculares como la conjuntiva, la retina y la piel de los párpados.
Por ello, es aconsejable acudir a un oftalmólogo ante la aparición de estos síntomas. El Dr. David Antolín García manifiesta que “es importante recordar que algunas de las infecciones relacionadas con el uso de lentes de contacto pueden causar pérdidas serias de visión e inclusive ceguera”. Es el caso de la infección, llamada queratitis por Acanthamoeba, asociada al uso de lentes de contacto con una mala higiene, el Dr. García explica que “la infección se asocia a portadores de lentes de contacto que se bañan en aguas estancadas y que, debido a una herida previa o los propios microtraumatismos que produce la lentilla en el epitelio, son factores de riesgo para sufrir dicha infección. El diagnóstico es complejo y la infección dolorosa e incapacitante. En una de cada cuatro personas infectadas, la enfermedad resulta en una pérdida de la mayor parte de la vista o ceguera, y se enfrentan a un prolongado tratamiento”. Entre los tratamientos habituales y más eficaces, el Dr. Antolín García habla de las diamidinas (clorhexidina) y biguanidas (propamidina y hexamidina) tópicas.
Para evitar las infecciones oculares por uso de lentes de contacto, se aconseja:
• Lavarse bien las manos antes de ponérselas o quitárselas
• Usarse el tiempo indicado (diarias, mensuales, etc.) y no usar después de la fecha de caducidad
• Limpiar el estuche con solución salina y dejarlo secar al aire
• No ir a la playa o a la piscina con las lentillas puestas. Tampoco dormir ni ducharse con ellas
• No compartirlas con otros usuarios
• Si se le irritan los ojos por su uso prolongado o por los conservantes que usan en su solución acudir a un oftalmólogo
Opciones a las lentillas durante el verano
“Dada la relajación normal de la época estival, los pacientes acuden al oftalmólogo para que les ofrezca una solución y se sorprenden cuando les decimos que, si tenían pensado realizarse una cirugía refractiva, el verano es una época igual de adecuada que cualquier otra”, explica la Dra. María Capote, responsable de la Unida de Retina y Vítreo de Central Ocular. El postoperatorio pasa por no poder bañarse en los primeros días tras la operación y tener cuidado a la hora de coger el coche. La cirugía refractiva aporta una solución tanto para la miopía, hipermetropía, astigmatismo y la presbicia. Las técnicas quirúrgicas empleadas son las intervenciones en las que se trata la superficie ocular con Láser (PRK, LASIK, etc.) y las que conllevan implante de lentes intraoculares.
El Dr. Antolín García declara que “las técnicas, que de forma coloquial llamamos con Láser, remodelan la córnea a fin de dotar al ojo de una forma y proporción adecuada para que las imágenes puedan ser captadas con nitidez y están indicadas para los casos de miopía, hipermetropía y astigmatismo”. “Se trata de una operación con un elevado nivel de fiabilidad y eficacia”, agrega.
En cuanto a la técnica de implante de lentes intraoculares, el oftalmólogo de Central Ocular señala que resulta una alternativa en aquellos casos en los que la Cirugía con Láser no es viable. “Son operaciones de corta duración, totalmente indoloras; se llevan a cabo en régimen ambulatorio, la recuperación de la visión es prácticamente inmediata y los pacientes reemprenden su vida normal en horas“, concluye.