Redacción Farmacosalud.com
El encarnizamiento terapéutico se produce cuando luchar denodadamente por mantener con vida al enfermo crítico choca con un pronóstico clínico en el que la perspectiva de supervivencia del paciente está más que desahuciada. Si bien tiempo atrás desde sectores de Enfermería se admitía -en declaraciones a www.farmacosalud.com- que en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) españolas se vivían casos de encarnizamiento terapéutico -eso sí, practicado de manera involuntaria y, por supuesto, sin ningún tipo de mala intención-, el Dr. Ricard Ferrer Roca, nuevo presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidad Coronaria (SEMICYUC), asegura que, en la actualidad, este fenómeno “no es un problema real”.
Para Ferrer Roca, “las UCIs siempre han dispuesto de un entorno muy humanizado”, pero eso no quiere decir que no se busquen nuevas maneras de mejorar la estancia de las personas ingresadas. Sin ir más lejos, en los últimos años se han puesto en marcha diferentes iniciativas en esta línea, como por ejemplo que los pacientes estabilizados puedan “recibir visitas de mascotas”, remarca. Por otro lado, el nuevo presidente de SEMICYUC y director de Medicina Intensiva y Unidad Coronaria y responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital HM Delfos (Barcelona), destaca que “la SEMICYUC ha puesto en marcha diversos proyectos 0 que han conseguido reducir” las infecciones asociadas a los sistemas de soporte y monitorización de estos equipamientos.
-Uno de sus propósitos como nuevo presidente de la SEMICYUC es trabajar para que el conocimiento se traduzca en un mejor resultado clínico para los pacientes. ¿Qué nos puede ampliar al respecto?
En medicina, en general, y en las Unidades de Cuidados Intensivos, en particular, la investigación clínica está produciendo conocimiento científico que debe ser trasladado a la práctica clínica. Una función de las sociedades científicas es consolidar este conocimiento y ofrecérselo a los profesionales para mejorar la práctica clínica.
-¿Qué otros objetivos marcan su nombramiento?
La SEMICYUC tiene una misión con la que estoy plenamente alineado: la gestión del conocimiento científico para optimizar la atención clínica del paciente crítico o en riesgo de serlo allá donde se encuentre, de forma segura, proporcional, sostenible y ética, a través de la investigación, la formación continuada y la elaboración de recomendaciones, guías y documentos de consenso. Por tanto, mi compromiso es dirigir la Sociedad en esa dirección.
El reciente Plan Estratégico de la SEMICYUC nos marca las prioridades para los próximos 4 años, de las que destacaría las siguientes: explorar la posibilidad de un cambio de sede que nos permita disponer de más espacio para las actividades de la entidad, liderar todos los procesos asistenciales del paciente crítico, y dotar a la Sociedad de elementos transversales al servicio del socio para poder desarrollar docencia e investigación de excelencia promoviendo la colaboración entre grupos.
-¿Cómo se están afrontando actualmente las resistencias a antibióticos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI)? ¿También son un problema creciente en este tipo de servicios?
Las UCIs atienden a los pacientes con infecciones más graves del hospital, especialmente los pacientes con sepsis o los que necesitan de sistemas de soporte y monitorización como la intubación y ventilación mecánica, la sondas o el soporte en ECMO que, a pesar de que salvan la vida, suponen un alto riesgo de infección. En este sentido, la SEMICYUC ha puesto en marcha diversos proyectos 0 que han conseguido reducir estas infecciones. Asimismo, está muy comprometida con los Programas de uso racional de antibióticos.
-¿Cuáles son las patologías- en concreto- que se tratan más a menudo en las UCIs y que preocupan más debido a las dificultades para su resolución?
Las UCIs atienden las patologías más graves del hospital como los pacientes politraumatizados, la sepsis, las cirugías complejas... Cualquier paciente en el hospital que sufre una disfunción grave de algún órgano debe ser atendido por un intensivista, ya que somos los expertos en el paciente crítico. También participamos en el postoperatorio de los trasplantes de órganos y en los programas de donación.
-¿Hay que dotar de mayor ‘humanización’ a las unidades de críticos, en beneficio tanto de los pacientes como de sus acompañantes?
Las UCIs siempre han dispuesto de un entorno muy humanizado. Los profesionales que atienden a los pacientes graves siempre han tenido en cuenta los aspectos humanos de la atención clínica, si bien es cierto que, en los últimos años, la renovación de muchas unidades y un cierto cambio en la forma de trabajar ha permitido mantener regímenes abiertos de visitas, facilitar ambientes con mayor cantidad de luz natural, personalización de los boxes, etc. Ahora, es común que algunos pacientes en fase estable puedan salir al exterior, recibir visitas de mascotas, etc. También se ha mejorado la fisioterapia precoz.
-¿El encarnizamiento terapéutico involuntario está en vías de erradicación o bien ya está erradicado en las UCI’s españolas? Lo decimos porque hace unos 3 años, desde sectores de Enfermería se reconocía que este fenómeno aún pervivía…
Actualmente, no es un problema real.
-¿Qué novedades o avances -diagnósticos y terapéuticos- destacaría de la medicina intensivista que hayan acabado de conocerse o que estén cerca de llegar?
Hay un progreso tecnológico continuado que nos permite disponer de mejoras en los sistemas de monitorización y soporte. La atención en formato código de las patologías tiempo-dependientes como la sepsis, el infarto, el ictus o el politraumatismo ha permitido importantes mejoras en el pronóstico. En los últimos años, también se dispone de nuevos antibióticos, muy necesarios en la era de los microorganismos multirresistentes.
-Por cierto, recientemente se ha sabido que promover la ventilación mecánica que permite trabajar la musculatura respiratoria de los pacientes disminuye los daños que éstos sufren, mientras que la substitución de los músculos respiratorios mediante una máquina que no les deja trabajar por sí solos la entrada y salida de aire provoca una atrofia importante. ¿Está usted de acuerdo con la nueva estrategia de respiración asistida en la UCI, cree que mejora la recuperación del paciente?
Es muy correcto. Siempre que los pacientes compartan el trabajo respiratorio con el respirador, se evita la atrofia del diafragma y se favorece la recuperación de la capacidad de respirar.