Redacción Farmacosalud.com
El descubrimiento de la presencia en la flora intestinal humana de 500 bacterias que hasta el momento no estaban identificadas ha abierto la puerta a conseguir avances en el tratamiento contra la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y también la colitis indeterminada. Dado que los enfermos de dichas patologías presentan serios déficits de esos microorganismos hasta hace poco no tipificados, la primera línea de investigación que se ha puesto en marcha se ha centrado en la administración de prebióticos con el objetivo de nutrir “a las bacterias que tiene el individuo en el intestino”, ha comentado el doctor Francisco Guarner, jefe de sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona).
Científicos del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), liderados por el doctor Guarner, han participado en el proyecto MetaHIT y sus investigaciones, que han sido publicadas en la revista ‘Nature Biotechnology’, han permitido avanzar en el conocimiento del microbioma intestinal, hasta el punto de que se han identificado en la microbiota humana más de 500 especies totalmente desconocidas hasta el momento. Asimismo, se ha comprobado que los pacientes de enfermedad de Crohn y de colitis ulcerosa presentan “pérdida o depleción (disminución) o desaparición de estas bacterias no tipificadas”, ha detallado a www.farmacosalud.com el doctor Guarner. De los 500 microorganismos antes mencionados, a esos enfermos les faltan unos 300 o 350.
Descartado el trasplante de heces
Los investigadores no tiene claro si la ausencia de las bacterias es causa de las enfermedades, o bien si la aparición de dichas patologías ha conllevado como consecuencia la desaparición o disminución de los microorganismos. Según el especialista, los científicos al menos disponen de algunos datos indirectos: “Hemos visto que los enfermos que estaban bajos de esas bacterias tenían una evolución clínica peor; tener una flora intestinal poco diversa y la falta de esas bacterias desconocidas se asocia a que en un futuro las cosas vayan a peor. Eso da ya pistas para intentar restablecer el equilibrio y ver si eso aporta un beneficio para los afectados”.
En otras palabras: gracias a los nuevos descubrimientos, se abre la puerta a investigar nuevas maneras de abordar terapéuticamente la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y también la colitis indeterminada. De entrada, se ha descartado el trasplante de heces a pesar de que en algunas enfermedades este método funciona. Para Guarner, en las patologías anteriormente descritas no resultaría útil porque “es muy difícil hacer crecer esas bacterias no tipificadas en un laboratorio, son muy frágiles y sensibles al aire normal. Si cogemos una muestra de heces en un individuo sano, probablemente antes de que se haga la inoculación en el paciente se habrán perdido la mayoría de esas bacterias sensibles. De hecho, en otros sitios lo han intentado y los resultados demuestran que no funciona”.
Polifenoles, aceite de oliva, frutos secos…
A la espera de que sea viable reintroducir o introducir dichos microorganismos uno a uno en un paciente, por ahora existe una vía que se centra en buscar alimentos -prebióticos- que nutran selectivamente a las bacterias más frágiles. “A unos voluntarios les daremos alimentos como polifenoles, aceite de oliva, frutos secos… queremos ver el efecto en las bacterias desconocidas. Cuando descubramos una combinación de alimentos que tenga un efecto importante en la recuperación de esas bacterias, haremos estudios clínicos en enfermos para ver si con un tratamiento dietético durante un año podemos evitar brotes de la enfermedad”, ha explicado el doctor. O lo que es lo mismo, se trata de usar prebióticos porque son alimentos que “abonan el crecimiento de algunas bacterias en concreto; usaremos herramientas nutricionales no para nutrir al individuo sino a las bacterias que tiene el individuo en el intestino”, ha añadido Guarner, que también es presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP). Guarner no ha descartado que, a raíz del descubrimiento de los famosos 500 microorganismos, se proceda algún día a investigar el uso de probióticos para tratar las enfermedades de Crohn, colitis ulcerosa y colitis indeterminada, pero por ahora se ha dado prioridad a los prebióticos.
Los probióticos son seres vivos, microrganismos (bacterias o levaduras) que ejercen efectos beneficiosos en el organismo, mientras que los prebióticos son ingredientes de la comida que alimentan selectivamente a algunas bacterias beneficiosas que viven en los intestinos.
Enfermedad Inflamatoria Intestinal
La Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa forman parte de las llamadas Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). Según datos relativos a 2012 difundidos por la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Catalunya (AccuCatalunya), las EII suman 2.000 nuevos casos al año en España. Los expertos calculan que, actualmente, 15 de cada 100.000 españoles sufren la enfermedad de Crohn y unos 10 padecen colitis ulcerosa. Desde el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), se especifica que en el caso de la colitis ulcerosa la parte del intestino que se inflama es la mucosa (piel interior) del colon o intestino grueso, mientras que en la enfermedad de Crohn la afectación se produce no sólo en la mucosa sino en toda la pared del intestino, en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca al ano. La colitis indeterminada es como una mezcla de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerosa.