Redacción Farmacosalud.com
Las enfermeras y enfermeros son los profesionales que más tiempo pasan al lado de los pacientes, tanto en el ámbito sanitario como sociosanitario, por lo que es lógico que, en caso de que los usuarios estén molestos por alguna razón, el mal humor se proyecte hacia el personal de Enfermería. De todos modos, estos agentes de la salud están más que tranquilos con la calidad del servicio que prestan, tal y como viene a decir José Luis Cobos Serrano, vicesecretario general del Consejo General de Enfermería: “En las encuestas de satisfacción entre los pacientes obtenemos siempre la más alta puntuación respecto de nuestros cuidados y nuestra atención. Eso quiere decir mucho acerca de nuestra profesionalidad”.
El fenómeno de las agresiones físicas y verbales a trabajadores de la sanidad constituye la máxima degeneración del enojo del paciente y de sus acompañantes. Llegados a este punto, Cobos Serrano sigue rompiendo una lanza en favor de los profesionales de la Enfermería, dado que esas agresiones “en muchos casos ponen de manifiesto el malestar del usuario por las deficiencias del Sistema y no siempre del profesional que directamente le atiende”. Otro de los riesgos asociados a la labor que desempeñan las enfermeras/os gira en torno a la manipulación de medicamentos peligrosos. A juicio del vicesecretario general del Consejo, el hecho de que estos profesionales dispongan en España de “una alta cualificación y preparación” no debe hacer olvidar que el ámbito de los fármacos está en “constante evolución”, por lo que los empleadores “tienen la obligación” de poner a su alcance todos los recursos que sean necesarios, tanto materiales como formativos, “para prevenir al máximo posible los efectos y eventos adversos” que puedan derivarse de los procesos de manipulación de medicamentos.
-En el marco del II Congreso Nacional de Medicina y Enfermería del Trabajo, recientemente celebrado en Madrid, y dentro de la mesa ‘Prevención de riesgos y vigilancia de la salud en medicamentos peligrosos’, se ha comentado que, en el caso de los fármacos antineoplásicos, está bien establecida su preparación en los servicios de farmacia hospitalaria, si bien otros medicamentos que no pertenecen a este grupo se preparan en las unidades clínicas por parte de personal de Enfermería. ¿Esa tarea encomendada a Enfermería -preparación de medicamentos no antineoplásicos- es lo ideal, o debería encomendarse también a Farmacia Hospitalaria?
La manipulación de los llamados medicamentos peligrosos es una actividad en la que principalmente están involucrados los profesionales de Enfermería. Es importante recordar que no sólo se trata de abordar la preparación de este tipo de medicamentos. Debemos contemplar la preparación, administración y desecho principalmente, aunque también se contemplaría el transporte de éstos. El abordaje de esta manipulación la debemos hacer desde el equipo multidisciplinar y con la implicación de los pacientes y familiares, ya que, en ocasiones, este tipo de tratamientos se realizan en los domicilios y es muy importante que esas personas estén informadas y formadas sobre su manipulación. Y aún más, no sólo el personal sanitario, también otros trabajadores, como el personal de limpieza, debe estar formado e informado para realizar una correcta manipulación y evitar en la medida de lo posible los riesgos que conllevan para los trabajadores.
Por tanto, el ámbito de la manipulación de los medicamentos peligrosos sobrepasa el espacio físico de la farmacia hospitalaria y hace necesario que se implementen medidas de prevención en todo espacio en el que se tenga contacto con los denominados medicamentos peligrosos, y considerando a todos los trabajadores, pacientes y familiares implicados en tales procesos.
-¿Qué clase de fármacos no antineoplásicos de riesgo se preparan desde las unidades de Enfermería?
El Instituto NIOSH de EEUU (National Institute for Occupational Safety and Health) estableció 3 grupos de medicamentos peligrosos:
• Grupo 1: Medicamentos antineoplásicos
• Grupo 2: Medicamentos no antineoplásicos, que cumplan al menos una característica de peligrosidad:
-Carcinogenicidad
-Teratogenicidad u otra toxicidad para el desarrollo
-Toxicidad reproductiva
-Toxicidad en órganos a bajas dosis
-Genotoxicidad
-Nuevos medicamentos con perfiles de estructura y toxicidad similar a medicamentos existentes que se determinaron como peligrosos según los criterios anteriores
• Grupo 3: Medicamentos que presentan riesgo para el proceso reproductivo y que pueden afectar a hombres y mujeres que están intentando concebir de forma activa, y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pero que no comportan riesgo para el resto de personal
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social tiene publicada una monografía de ‘Medicamentos peligrosos: medidas de prevención para su preparación y administración’. También hay una base de datos ‘INFORMED’ con acceso web en la que se pueden consultar todos los medicamentos, incluida su clasificación en los grupos 1, 2 y 3.
-¿El personal de Enfermería está suficientemente preparado para esa labor, o bien hay unos riesgos laborales que no están protocolizados en relación a la tarea de preparación de medicamentos no antineoplásicos?
Las enfermeras y enfermeros en nuestro país tienen una alta cualificación y preparación y desarrollan sus competencias con plenas garantías. Sin embargo, es cierto que en el ámbito de los medicamentos peligrosos se precisa no sólo de los conocimientos, sino también de los mecanismos adecuados, para su correcta manipulación. Cierto es que el ámbito de los medicamentos está en constante evolución y que ello requiere una puesta al día de todo lo relacionado con su manejo. Por tanto, los empleadores tienen la obligación de poner al alcance de los profesionales que están en contacto con estas sustancias todas las medidas oportunas y necesarias para prevenir al máximo posible los efectos y eventos adversos que esas sustancias puedan provocar; no sólo medidas referidas a los recursos materiales, sino también las referidas a la formación necesaria para mantener al día los conocimientos requeridos.
-¿Le da la sensación de que Enfermería, aparte de sus tareas asistenciales ya definidas, es una especie de cajón de sastre donde meter todo aquello que no se sabe a quién encomendar? Lo decimos también por las labores ‘médicas’ -por decirlo de algún modo- que parece realizar Enfermería en Atención Primaria, donde en ocasiones debe prestar apoyo en el filtro de pacientes hasta los médicos…
Las enfermeras y enfermeros de nuestro país no desarrollan labores médicas. Debemos recordar que existe una Ley (LOPS-Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias) que otorga plena autonomía técnica y científica para llevar a cabo la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de Enfermería. Formamos parte de un equipo multidisciplinar, y como tal llevamos a cabo nuestras propias actuaciones, en coordinación y colaboración con el resto de los miembros del equipo.
-¿Qué otros peligros acechan a su sector en hospitales y centros de salud? ¿Se sufre violencia verbal o física por parte de pacientes o acompañantes de éstos?
Como profesionales sanitarios que estamos en contacto directo con usuarios y pacientes del Sistema Sanitario estamos expuestos a los riesgos que conlleva esta atención. Entre estos riesgos podríamos destacar las agresiones físicas o verbales. Es evidente que en muchos casos somos el primer punto de contacto con aquellas personas que utilizan los servicios sanitarios y quienes estamos más horas en contacto con ellos cuando precisan de una atención continuada (hospitalización), y, por tanto, es más fácil que suframos en mayor medida este tipo de agresiones, que en muchos casos ponen de manifiesto el malestar del usuario por las deficiencias del Sistema y no siempre del profesional que directamente le atiende.
-¿Qué medidas piden para evitar ese tipo de comportamientos hostiles?
Las Organizaciones Profesionales llevamos tiempo trabajando para reducir todo lo posible las agresiones que se producen en el ámbito sanitario, pero es evidente que las medidas preventivas deben llevarse a cabo en tres niveles: por parte de las administraciones (empleadores), poniendo en marcha los mecanismos necesarios para una mejor calidad asistencial; mejor información y formación de los usuarios del Sistema, y una formación en esta materia por parte de los profesionales sanitarios para implementar las medidas preventivas necesarias.
-¿Y en los centros geriátricos, el personal de Enfermería tiene a veces que pagar el mal humor de residentes o familiares de éstos?
Como se comentaba anteriormente, las enfermeras y enfermeros somos los profesionales que más tiempo pasamos al lado de los pacientes; esto se da tanto en el ámbito sanitario como sociosanitario y por tanto es normal que suframos en mayor medida el malestar que en ocasiones puedan transmitirnos. No obstante, somos profesionales y como tales estamos preparados y formados en la prestación de los servicios y cuidados de Enfermería. Tenemos una alta preparación en cuanto a las estrategias de comunicación con los pacientes. De hecho, en las encuestas de satisfacción entre los pacientes obtenemos siempre la más alta puntuación respecto de nuestros cuidados y nuestra atención. Eso quiere decir mucho acerca de nuestra profesionalidad.