Redacción Farmacosalud.com
Sitges (Barcelona) ha sido el escenario del XI World Congress Hair Research, el congreso mundial sobre enfermedades del cabello, que por primera vez se ha celebrado en España. Uno de los principales avances conocidos en la reunión remite a dutasterida o finasterida oral, cuya administración en mujeres incrementa las posibilidades de que no empeore la conocida como alopecia frontal fibrosante.
Más de 1.000 dermatólogos de 70 países se han dado cita en el XI World Congress Hair Research, donde se han analizado, entre otros temas, los últimos avances terapéuticos frente a diferentes formas de calvicie. Así, “podemos decir que estamos en un momento muy bueno, con nuevas terapias y tratamientos efectivos no sólo para detener el proceso de alopecia en muchos casos, sino también para mejorar, incluso, la densidad capilar”, subraya el Dr. Sergio Vañó, secretario científico del Congreso. “Se han citado varios estudios de la evidencia que existe sobre el uso de antiandrógenos en alopecia frontal fibrosante, y se ha discutido algún estudio aún no publicado. Lo que se ha visto es que las mujeres que reciben dutasterida o finasterida oral tienen menos probabilidad de que su alopecia frontal fibrosante empeore respecto a las que no reciben” tales tratamientos, refiere el facultativo.
Otro ámbito en el que se han dado pasos importantes es el relativo a las pápulas faciales, que son unas lesiones cutáneas (sobrelevaciones que muestran un aspecto en empedrado) que aparecen en la cara de mujeres y hombres con alopecia frontal fibrosante y que pueden suponer una alteración estética importante. “Se ha demostrado en estudios que usar isotretinoína a dosis bajas mejora de forma importante esta alteración estética”, asegura el Dr. Vañó. En la cita congresual, asimismo, se han abordado las últimas novedades terapéuticas en relación a la alopecia androgénica, como la aplicación de minoxidil oral, el microneedling o la terapia con células madre; en el caso de la alopecia areata, el uso de los inhibidores JAK quinasa; en el ámbito del liquen plano pilar, se ha analizado el uso de naltrexona oral, láser de baja potencia y plasma rico en plaquetas, y en el caso de la foliculitis decalvante, las combinaciones de antibióticos y el uso de isotretinoína oral.
Champús crecepelo, lociones milagrosas, vitaminas sin ningún fundamento científico…
En la reunión también se ha debatido, aunque fuera de programa, sobre el fenómeno de los falsos tratamientos para la alopecia, que incluyen los champús crecepelo, las lociones con propiedades milagrosas y la infinidad de vitaminas sin ningún fundamento científico que se venden a diario en todo el mundo. Todo ello preocupa, y mucho, a dermatólogos, biólogos y cirujanos plásticos. De ahí que, por primera vez, un congreso de estas características se haya conjurado para desmentir lo que no sirve y, en paralelo, resaltar lo que realmente puede tener utilidad en el tratamiento de la pérdida de cabello.
“Los falsos tratamientos ‘crecepelo’ existen desde hace siglos -asevera Vañó-. En la actualidad, podríamos decir que existe mucho intrusismo en el campo del diagnóstico y tratamiento capilar. Nuestro consejo para los pacientes sería que, antes de someterse a ningún tratamiento capilar, reciban un adecuado diagnóstico médico sobre el tipo de alopecia en concreto, ya que existen más de 100 tipos distintos, y cada uno tendrá una terapia que podrá variar. Como ejemplos concretos de falsos tratamientos ‘crecepelo’, ahí está la infinidad de anuncios en internet de lociones y productos externos que prometen solucionar el problema de la calvicie en menos de 2-3 meses. Aconsejaríamos a los pacientes que sospechen de cualquier ‘remedio mágico’ que ponga solución a un problema tan complejo como es la alopecia”.
Según el secretario científico del encuentro de dermatólogos, el ámbito de los presuntos productos crecepelo también es terreno abonado para el ‘amimefuncionismo’ (‘a mí me funcionó’, o sea, como a una persona le funciona, se cree que funcionará en todos los otros casos): “El que una persona comente que un determinado tratamiento le fue bien carece de valor científico, dado que la mejoría en algunas alopecias (como el efluvio telógeno) puede producirse incluso sin tratamiento. En Medicina, damos valor a los estudios realizados siguiendo el método científico, y especialmente los ensayos clínicos”. En otras palabras, el máximo rigor científico se logra comparando los resultados obtenidos en los pacientes sometidos a los tratamientos en estudio, con los obtenidos en aquellos pacientes en los que no se usan esos tratamientos, con el fin de ver las diferencias existentes. Esas investigaciones, al mismo tiempo, se llevan a cabo en base a un número elevado de personas para que sus resultados tengan así mayor solidez.
Lo que está claro es que, detrás de los falsos tratamientos para la alopecia, hay pseudociencia o pseudoterapias. “La población debe conocer que el especialista experto en el área de la tricología (estudio de las alopecias) es el dermatólogo, que es un médico especializado en dermatología y que, además, se ha superespecializado en tricología. Hay muchas pseudociencias y pseudoterapias que prometen dar solución (normalmente rápida y no barata) a los problemas que la ciencia lleva años intentando solucionar. Nuestro consejo es que, ante cualquier duda, el paciente contacte con su médico y así pueda recibir consejo acerca de estas pseudoterapias”, sostiene.