Redacción Farmacosalud.com
Especialistas en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío han liderado el desarrollo de una fórmula matemática para detectar la enfermedad hepática metabólica grasa sin hacerle una biopsia al paciente, que suele ser el método de elección que se sigue para el diagnóstico. La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha concedido, en su 44º Congreso anual, el premio a la mejor comunicación nacional de un hepatólogo joven (menor de 45 años) a Javier Ampuero, profesional que compagina la asistencia clínica en el hospital sevillano con labores de investigación en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), ubicado en el recinto hospitalario.
El trabajo, que se va a presentar en Viena durante el congreso de la European Association for the Study of the Liver, consiste en el desarrollo de una fórmula matemática patentada por el Servicio Andaluz de Salud (Hepamet Fibrosis Score) para evitar hacer biopsias hepáticas en pacientes con enfermedad hepática metabólica grasa. Esta prueba es determinante para que los especialistas puedan tomar decisiones en términos diagnósticos, terapéuticos y de seguimiento personalizado de sus pacientes.
Hepamet Fibrosis Score
Esta fórmula, unida al Fibroscan (herramienta de imagen que usan en práctica clínica diaria para comprobar el deterioro del hígado a medida que evoluciona la enfermedad), ha permitido establecer un algoritmo secuencial para conocer con exactitud pacientes con y sin enfermedad hepática avanzada, sin necesidad de biopsia hepática, que resulta un método cruento y costoso. Hasta 28 especialistas internacionales han colaborado en el estudio multicéntrico tras el que se ha desarrollado el algoritmo, dos de ellos del hospital sevillano (Javier Ampuero y Manuel Romero Gómez). En total, han colaborado 15 hospitales de España (pertenecientes al registro nacional de pacientes con hígado graso, llamado Hepamet), 1 de Cuba, 1 de China, 2 de Francia y 1 de Italia, lo que ha servido para poder validar los resultados en distintas poblaciones y distintas razas (en una primera fase de incluyeron 2.400 pacientes y en una segunda 1.000).
El estudio comprende el desarrollo del Hepamet Fibrosis Score como método no invasivo basado en variables de rutina (incluye edad, sexo, diabetes, transaminasas, plaquetas y albúmina), de manera que, de una forma muy sencilla, los facultativos (hepatólogos, pero también de otras especialidades, como atención primaria) hagan un primer filtro de bajo vs alto riesgo. Posteriormente, asocian a esta fórmula los resultados del Fibroscan como método de imagen no invasivo para valorar el grado de enfermedad hepática a fin de completar un algoritmo secuencial capaz de detectar grupos de muy bajo y muy alto riesgo de cirrosis hepática.
El algoritmo secuencial de Hepamet Fibrosis Score (https://www.hepamet-fibrosis-score.eu/) y Fibroscan es capaz, en práctica clínica diaria, de predecir con un grado de fiabilidad muy alto el resultado que nos daría la biopsia hepática. Además, en caso de ser utilizado por otros especialistas, permitirá establecer criterios de derivación más exactos de los que existen actualmente y por tanto mejorar el flujo de pacientes entre los distintos circuitos asistenciales. El Hepamet Fibrosis Score ha sido incluido en el registro de propiedad intelectual de Andalucía. Los especialistas trabajan ahora en la creación de una App que incida en la generalización de su uso.
El hígado graso no alcohólico, muy relacionado con la obesidad y la diabetes tipo 2
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico está causada por una acumulación de grasa en las células del hígado. Está fuertemente relacionada con la obesidad y la diabetes tipo 2, y afecta al 20-30% de la población en todo el mundo. Un hígado sano debería contener poca o ninguna grasa; sin embargo, se cree que 1 de cada 3 personas en Europa tiene algún grado de esta enfermedad, donde hay una acumulación excesiva de grasa en el hígado. Si bien esto no siempre causa daño, puede convertirse en una forma inflamatoria de la condición llamada esteatohepatitis (NASH), que a su vez causa la formación de tejido fibroso cicatricial en el hígado y conduce a daño hepático grave, incluida la cirrosis en algunos pacientes. También puede aumentar el riesgo de cáncer en el hígado, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Así y aunque muchas personas la padecen, menos de uno de cada 10 sufrirá daños. De modo que el desafío es identificar a las personas que se verán más severamente afectadas y que progresarán a cirrosis hepática o cáncer, para que se les pueda ofrecer una atención adecuada más temprana. Actualmente, esto requiere una biopsia hepática, que solo se puede realizar en hospitales especializados, por lo que se necesitan mejores herramientas de diagnóstico.