Redacción Farmacosalud.com
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se caracteriza por la aparición de una serie de limitaciones que el paciente nota en el día a día, como son síntomas de fatiga y ahogo, y también por las exacerbaciones (empeoramientos) que se producen a lo largo del curso de la enfermedad. Las exacerbaciones, que pueden iniciarse por motivos infecciosos, por contaminación, etc., no son más que un empeoramiento de la fatiga o las molestias habituales que sufre el paciente. En ocasiones, esos eventos de agravamiento de la EPOC pueden requerir hospitalización e incluso pueden llegar a provocar la muerte de los enfermos. Pues bien, según el doctor José Luis Izquierdo, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara, una nueva opción terapéutica, el fármaco Foster, permite un “alivio de la fatiga y la disnea* a los 10-15 minutos” de su administración, y “a largo plazo” previene las complicaciones de la EPOC grave, como son las llamadas exacerbaciones. Todo ello, con efectos secundarios “mínimos”, ha apostillado.
La gravedad de la EPOC se define por varios elementos. En primer lugar, por el grado de obstrucción de los bronquios, que se mide mediante una espirometría (la prueba en que se sopla para calibrar la capacidad respiratoria). Se habla de gravedad cuando el paciente presenta valores espirométricos por debajo del 50%. En según lugar, se analiza la historia previa de exacerbaciones, dado que un enfermo de EPOC, a pesar de que esté por encima de ese 50%, puede que haya sufrido dos o más de esos empeoramientos al año en el año previo, lo que indicaría que “desde un punto de vista clínico puede estar grave”, ha señalado el neumólogo. Asimismo, sería una señal de alarma que, en el año previo, el afectado hubiera tenido una exacerbación que hubiera requerido hospitalización. Y en tercer lugar, se estudian los síntomas o molestias del día a día que presenta el enfermo.
Dosis moderadas de corticoides que favorecen al paciente
En cuanto al nuevo tratamiento, “Foster es eficaz porque lleva un excelente broncodilatador como es formoterol; el paciente va a notar un alivio de la fatiga y la disnea a los 10-15 minutos, y si el tratamiento se administra de manera regular el alivio será continuo”, ha afirmado Izquierdo. Y en cuanto a la prevención de las complicaciones, el efecto del corticoide inhalado con partículas finas de Foster “se nota a largo plazo; en pacientes con dos o más exacerbaciones al año, es muy difícil valorar el grado de prevención si el paciente no está al menos un año o dos-tres con el tratamiento”, ha precisado el experto. En resumen, “lo que se consigue con Foster es un alivio de síntomas, y además el paciente debe estar concienciado de que no va a tener complicaciones a largo plazo, aunque no lo note de forma inmediata, como sería en el alivio de síntomas”, ha explicado el doctor a www.farmacosalud.com.
Para Izquierdo, los efectos secundarios de Foster “son mínimos”, ya que el broncodilatador que incorpora el fármaco “lleva muchos años en el mercado y se ha demostrado su eficacia y seguridad”. También hay una “ventaja importante: las dosis moderadas del corticoide inhalado evitan el esquema de tratamiento con dosis altas. Es importante este matiz porque muchas veces son tratamientos (los indicados para EPOC) que duran muchos años y sabemos que las dosis altas de corticoides-inhalador no son mejores y sí que producen más efectos secundarios. Con Foster conseguimos todo el efecto beneficioso en la prevención de las exacerbaciones con el corticoide, y al utilizar dosis más bajas, dosis moderadas, conseguimos que los efectos secundarios se reduzcan al mínimo”, ha comentado el neumólogo.
Pacientes de EPOC que participan en ensayos clínicos siguen fumando
Por otra parte, el doctor ha abordado la problemática de los enfermos de EPOC que se tratan contra esta dolencia y que, sin embargo, siguen fumando: “Los pacientes de los ensayos clínicos son las más rigurosos, más motivados e interesados en el manejo de la enfermedad… aun así, es habitual que entre el 30 y el 50% de ellos, según el país y entorno, sigan fumando incluso aunque tengan obstrucción grave o muy grave”. Izquierdo ha recordado que “los tratamientos para la EPOC son buenos pero no son curativos, no hacen que la enfermedad desaparezca; la enfermedad se produce por un agente muy claro, que es el tabaco. Es cierto que hay gente que fuma y no la desarrolla, pero si ya la ha desarrollado y se sigue fumando, esa persona va a caer en picado”. En definitiva, dejar de fumar significará que el enfermo leve de EPOC evite el desarrollo de esta afección, mientras que en el caso de un paciente grave o muy grave, que debe tratarse de por vida, el abandono del hábito de fumar puede ayudarle a conseguir una mejora de la función pulmonar y “sin duda una mejora de su calidad de vida a medio y largo plazo”, según ha dicho. Por si esto fuera poco, “el tratamiento será más eficaz porque su beneficio no estará contrarrestado por el daño continuo del tabaquismo”, ha añadido el doctor.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha autorizado una nueva indicación terapéutica de Foster para el tratamiento de la EPOC, indicación que se suma a la ya existente para tratar el asma persistente de moderada a severa. El 10,2% de la población española con edades comprendidas entre los 40 y 80 años tiene EPOC, es decir, unos 2.185.000 de personas, la mayoría hombres. Esta patología supone actualmente la cuarta causa de muertes en el mundo. Se calcula que el coste anual de la EPOC en España es de 3.538 euros por paciente, de los cuales la mayor parte (70%) corresponden a los costes de hospitalización de las exacerbaciones, indican fuentes de la compañía Chiesi.
* Dificultad de respirar