Redacción Farmacosalud.com
Se estima que en torno a un 30% de los pacientes con cáncer son tratados en la actualidad con inmunoterapia en algún momento del curso de la enfermedad. Sin embargo, se espera que esta cifra se duplique en pocos años. De ellos, una mayoría -entre el 40 y el 60%- padecen melanoma y entre un 10 y un 30% presentan otro tipo de tumores, sobre todo cáncer de pulmón, según datos recientes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). El mecanismo de actuación de los fármacos inmunoterápicos se basa en aprovechar la respuesta inmunitaria natural del cuerpo para atacar y destruir las células del cáncer. Debido a la eficacia que han demostrado en determinados tumores y al creciente conocimiento de su potencial, la inmunoterapia ha vivido en los últimos años un enorme desarrollo como herramienta terapéutica. No obstante, para que su utilización sea lo más eficiente posible es importante conocer también los efectos secundarios que genera en algunos pacientes.
En concreto, se calcula que hasta un 85% de los pacientes tratados con inmunoterapia mediante anticuerpos monoclonales presenta algún tipo de efecto adverso y hasta en un 25% esta toxicidad puede llegar a ser grave e incluso poner a riesgo la vida del paciente. Con tal motivo, medio centenar de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha participado en la elaboración de la ‘Guía de Inmunotoxicidad. Diagnóstico y manejo de los efectos secundarios asociados a inmunoterapia en Oncología’. Se trata del primer manual en castellano para el diagnóstico precoz y manejo avanzado de la toxicidad generada por el uso de inmunoterapia.
El manual contempla más de 50 entidades diferentes de efectos adversos
Es la primera vez en el mundo que se edita en castellano un documento académico sobre este problema clínico, en el que han participado expertos de diferentes especialidades. La ‘Guía de Inmunotoxicidad’, editada por EUNSA, contempla más de 50 entidades diferentes de efectos adversos que pueden surgir en algunos pacientes como consecuencia del uso de los fármacos inmunoterápicos o terapia celular adoptiva que en la actualidad son de uso clínico aprobado.
“El objetivo del trabajo radica en facilitar al personal médico recomendaciones prácticas para poder diagnosticar y tratar estos efectos secundarios a los que no estábamos acostumbrados hasta ahora y cuya prevalencia aumentará notablemente a lo largo de los próximos años”, explican los coordinadores del documento, los Drs, Leire Arbea y Eduardo Castañón y el Dr. Ignacio Gil Bazo, especialistas en Oncología Médica y codirector del mismo departamento de Clínica Universidad de Navarra, respectivamente.
A pesar de la reciente expansión de la inmunoterapia como una de las principales herramientas contra el cáncer, la comunidad científica no contaba todavía con un documento que recogiese de manera práctica pero en profundidad, tanto la forma de detectar precozmente los posibles efectos secundarios de esta línea de tratamientos, como su adecuado enfoque y abordaje terapéutico multidisciplinar. “Durante los últimos años, la inmunoterapia ha pasado a formar parte del arsenal terapéutico en el tratamiento oncológico de muchos tipos de tumores sólidos y hematológicos. Los resultados obtenidos con estos fármacos han supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer, pero es necesario conocer bien sus posibles efectos adversos y cómo tratarlos de forma efectiva”, recuerdan los coordinadores de la guía.
De hecho, los expertos advierten de que “el uso de estos fármacos se relaciona con la aparición de numerosas patologías de carácter inmunomediado que pueden comprometer la supervivencia global, así como la calidad de vida de los pacientes”. Con tal motivo, consideran “imprescindible un abordaje multidisciplinar en el que diferentes especialidades puedan establecer puntos de encuentro con el oncólogo y el hematólogo para poder desarrollar la mejor aproximación terapéutica para nuestros pacientes”.
Complicaciones más frecuentes
Las principales complicaciones que pueden surgir como consecuencia del uso de inmunoterapia implican en este sentido a varios servicios médicos. Así, el medio centenar de facultativos de Clínica Universidad de Navarra que ha participado en la elaboración de este volumen son especialistas de los siguientes departamentos: Anestesia y Cuidados Intensivos, Bioquímica, Cardiología, Dermatología, Digestivo, Endocrinología, Farmacia, Hematología, Hepatología, Inmunología e Inmunoterapia, Nefrología, Neumología, Neurología, Oftalmología, Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Radiología y Reumatología.
Además, el carácter de los efectos adversos puede ir desde leve hasta muy grave y potencialmente fatal. Entre los más habituales figuran la neumonitis o inflamación del pulmón que dificulta la respiración; la colitis, diarrea intensa que puede llevar al paciente a un estado grave de deshidratación; la toxicidad cutánea y las alteraciones endocrinológicas, fundamentalmente aquellas relacionadas con la función de la glándula tiroidea (hiper o hipotiroidismo). Entre las potencialmente más graves, aunque menos frecuentes figuran la tormenta de citoquinas, reacción inmunitaria muy grave en la que los pacientes deben manejarse de forma intensiva en la UCI y las miocarditis agudas, algunas de las cuales también requieren manejo avanzado en la UCI porque pueden acabar en una parada cardiaca. “Son cuestiones que el especialista debe conocer muy bien. Tiene que saber qué tiene que sospechar ante determinados síntomas en pacientes que reciben inmunoterapia y cómo tratar adecuadamente cada uno de los efectos adversos. En la guía se recogen esos parámetros clínicos y analíticos que pueden llevar al diagnóstico de esa toxicidad”, alegan los coordinadores.
Edición y tirada
Las guías se presentan en una edición de bolsillo, manejable en el día a día de los facultativos, en formato muy práctico, provisto de uñeros que facilitan un acceso rápido a cada sección para poder realizar las consultas necesarias. “Están pensadas para el clínico, tanto de Oncología o Hematología como de otras especialidades que intervienen en el diagnóstico y tratamiento de estas complicaciones, como de los especialistas de los servicios de urgencias que reciben con frecuencia a pacientes críticos por este tipo de toxicidad y deben conocer cómo manejarlos”, apuntan los Dres. Arbea y Castañón. Con un total de 222 páginas, la primera edición -solo en español- ha tenido una tirada de 2.000 ejemplares que se distribuirán tanto en España como en Latinoamérica.
El Dr. Ignacio Gil Bazo concluye que “este documento era una necesidad porque uno de los problemas más importantes que presenta el uso de la inmunoterapia es la diferencia en la toxicidad respecto a la causada por otros tratamientos más convencionales en cuyo manejo existe mucha mayor experiencia, como es la quimioterapia o terapias dirigidas frente a determinados genes. Además, aunque estos tratamientos o la inmunoterapia puedan causar el mismo efecto adverso, como el mecanismo por el que ocurre la toxicidad es muy distinto, el tratamiento también difiere radicalmente”.