Dr. Txantón Martínez-Astorquiza / Redacción Farmacosalud.com
Actualmente, en España se está llevando a cabo la detección precoz del cáncer de cérvix mediante un nuevo concepto diagnóstico, el co-test. “El co-test significa que, en el mismo acto médico, se realiza la toma de la citología y la toma del VPH (virus del papiloma humano)”, explica el Dr. Txantón Martínez-Astorquiza, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). “El co-test es algo magnífico porque, al ser una técnica de diagnóstico precoz del cáncer de cérvix, nos da una visión más precoz de aquella mujer que, potencialmente, va a sufrir un cáncer de este tipo en el futuro, con lo cual podemos actuar eficazmente y evitarlo. Por lo tanto, estamos muy contentos con este sistema”, certifica el facultativo.
-¿Cuál es el posicionamiento actual de la Sociedad que usted preside sobre la terapia hormonal de la menopausia, uno de los grandes caballos de batalla en ginecología?
En la actualidad, el posicionamiento consensuado por nuestra Junta, por nuestra Sociedad, y la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), dice que la terapia hormonal sustitutiva -y a pesar de todo lo que se ha hablado a favor y en contra y de sus posibles efectos secundarios- es el tratamiento de elección frente a la sintomatología de la menopausia, especialmente de la sintomatología vasomotora, los sofocos. Además, es el tratamiento de elección en mujeres de menos de 60 años y también en los primeros 10 años de la menopausia. Siempre hay alguna mujer que no puede someterse a esta terapia, pero en general es el tratamiento de elección.
-¿La aparición de otras alternativas no hormonales está modificando las recomendaciones y pautas de tratamiento en la mujer postmenopáusica? ¿Hasta qué punto?
Pensamos que las alternativas no son buenas, no son lo mejor… lo mejor es, insisto, la terapia hormonal sustitutiva. Se han intentado otras opciones: antidepresivos, citoestrógenos, isoflavonas, ansiolíticos, etc. Pero nosotros -e incluso también lo sostiene la Guía NICE, que es una guía muy respetada en el mundo- pensamos que optar por las alternativas es peor que optar por el tratamiento de elección (la terapia hormonal sustitutiva).
-Hubo una época en la que la vacunación del VPH (virus del papiloma humano) no tenía un buen arraigo social. ¿Esta tendencia ha cambiado? ¿A quién recomendaría vacunarse del VPH?
Yo creo que esto, por fortuna, ha cambiado radicalmente. Tener un cáncer, saber que su precursor es un virus y poder tratarlo de manera precoz es una maravilla. Y poder combatirlo con una vacuna realmente es un logro fantástico. Yo creo que en todas las comunidades autónomas (CCAA) ya se está vacunando frente al HPV (HPV, por sus siglas en inglés, es lo mismo que el VPH) a las niñas a los 13 años, que es lo recomendable. De hecho, en algunas CCAA ya hemos empezado a vacunar a gente con más riesgo, como son las personas inmunodeprimidas. También recomendamos la vacuna a las mujeres que tienen HPV positivo, aunque eso esté un poco así en entredicho; pero, en general, recomendamos la vacunación. En mi opinión, la vacuna del HPV es una medida estupenda que debe prodigarse por todo el territorio.
-El 60% de las mujeres embarazadas españolas tiene déficit de vitamina D[1]. ¿Cómo se puede revertir este porcentaje, cuál es su consejo?
La verdad es que sobre esto tengo dudas; no he consultado esa fuente del 60%, que para mí es una cifra exagerada, pero si ustedes me la proponen, seguro que es así. A la mujer embarazada le hacemos muchos análisis en el primer trimestre, e incluso hacemos controles cuando la mujer, afortunadamente, va al ginecólogo antes de quedarse embarazada. En mi opinión, hacer analíticas a todo el mundo genera un coste, pero quizás deberíamos plantearnos hacer determinaciones de vitamina D en sangre a las mujeres. Y aquellas que presenten un déficit de esta vitamina, pues hacerles una aportación con la medicación. Mi consejo sería -aunque eso es una conjetura y habría que hablarlo con otras entidades- ver si sería adecuado llevar a cabo una determinación de vitamina D en todas las mujeres, incluso antes de quedarse embarazadas. Y si tuvieran déficit de ella, pues por supuesto aportarles vitamina D.
-En países muy desarrollados como Holanda hay mucho parto en casa, pero las condiciones sanitarias son distintas porque disponen de ambulancias por si hay algún problema o alguna hemorragia, y disponen de personal entrenado para atender a esas mujeres; en definitiva, eso en Holanda igual es factible pero en España no[2], decía usted mismo en 2015. ¿Seguimos estando igual en cuanto a esa carencia de ‘personal entrenado’ en España?
Sí. La misma postura que defendí en 2015 la defiendo ahora y la defenderé siempre si no cambian las condiciones, que yo creo que no van a cambiar. Porque, no sólo son las condiciones sanitarias y asistenciales (ambulancias, personal), también están ahí los condicionantes en infraestructuras (carreteras), la dispersión de la población (pueblos alejados), etc. Estoy radicalmente en contra del parto en casa; estoy radicalmente en contra como persona, como médico y como obstetra. Tengo 61 años, he atendido nacimientos toda mi vida y sigo estando en contra del parto en casa en España. Estoy totalmente a favor de hacer el parto en el ámbito hospitalario de la manera más espontánea, natural y sin intervención que sea posible. Mi postura es: no al parto en domicilio, sí en un ámbito hospitalario.
-Existe una nueva modalidad de cesárea que se ha puesto en práctica con el fin de favorecer el vínculo madre-hijo[3], y que consiste en que la parturienta tenga un papel más activo (por ejemplo, acompañando con sus manos el acto de sacar al bebé junto con los médicos), y en el que se permite que la pareja de la madre corte el cordón umbilical. ¿La mayor humanización en las cesáreas ha llegado para quedarse?
Yo creo que sí porque todos sabemos que el parto -que no está exento de riesgos- es un acontecimiento social y familiar importante, además de ser uno de los eventos más relevantes en la vida de una pareja que quiera tener hijos. Ante la importancia de ese evento, creo que tenemos que ayudar a que participen plenamente en él tanto la madre como el padre.
No obstante, somos médicos… y la cesárea es una intervención que se practica en un ámbito de asepsia, por lo menos con la mínima contaminación posible. La humanización de la cesárea está muy bien pero tiene sus limitaciones: por ejemplo, al marido habría que obligarle a que se lavara como si fuera a operar porque va a tocar el feto, y además hay que tener en cuenta que la madre tiene su abdomen abierto, por lo que hay un riesgo de infección. A ver si por hacerlo todo más polite (respetuoso) vamos a causar una peritonitis a la madre… no es por atemorizar, pero con la madre el caso es el mismo: la parturienta puede coger a su hijo, pero habría que darle unos guantes y previamente tendría que lavarse correctamente las manos.
Es decir, que sí, que hay que hacerlo y se puede hacer, pero hay que mantener unas mínimas normas porque no es un parto vaginal, espontáneo, sino que se trata de un acto de quirófano en el que una persona tiene el abdomen abierto hasta el útero y existe un riesgo de infección. Como decía: sí a esa cesárea, pero si la hacemos, hay que proceder con unas mínimas medidas de higiene y seguridad. Yo es que he visto videos de nacimientos en los que el marido toca aquí y allá… es que esto me parece un poco peligroso por el tema de las infecciones, dado que las cesáreas a veces también se infectan y vemos endometritis. Ante todo, hay que adoptar medidas de higiene y de asepsia.
-¿El manejo del dolor pélvico en la mujer sigue siendo una asignatura pendiente?
En mi opinión, sí. ¿Por qué? Pues porque hay patologías que conocemos desde siempre: sabemos que una mujer que tiene endometriosis tiene dolor; sabemos que una mujer que tiene miomas tiene dolor. Eso lo tenemos bastante controlado. Sin embargo, hay muchas mujeres que tienen un dolor pélvico, tienen la regla, tienen dismenorrea, y no sabemos por qué les duele. Y a menudo no lo sabemos porque, para llegar a una conclusión, igual habría que hacer una laparoscopia, o habría que recurrir a técnicas de imagen.
También duele la adenomiosis, que es una forma de endometriosis uterina, en el propio miometrio. Hay cosas como las varices pélvicas, la congestión pelviana, los varicoceles, las adherencias… efectivamente, es un problema que las mujeres siguen padeciendo…. Por supuesto, los médicos queremos ayudarlas, pero muchas veces no sabemos por qué se produce ese dolor. De ahí que, en la medida de lo posible, haya que intentar recurrir a todas las técnicas de imagen disponibles con el fin de averiguar qué pasa y, de esta forma, aliviar a la paciente mediante la administración de anticonceptivos, analgésicos… tenemos que incidir en este tema y ayudar a las pacientes.
-¿Qué cambios se han producido recientemente en relación al diagnóstico precoz del cáncer de cérvix?
Actualmente, en toda España estamos llevando a cabo el diagnóstico precoz de este cáncer mediante el co-test. El co-test significa que, en el mismo acto médico, se realiza la toma de la citología y la toma del VPH (virus del papiloma humano). Claro, todo ello es así como un poco ‘bomba’, puesto que hemos visto que con este procedimiento detectamos muy precozmente los casos de VPH, siendo además conscientes de que un porcentaje pequeño de esas mujeres va a poder padecer una lesión en el cuello uterino, y a su vez esa lesión podría llegar a convertirse en un cáncer invasivo. El co-test es algo magnífico porque, al ser una técnica de diagnóstico precoz del cáncer de cérvix, nos da una visión más precoz de aquella mujer que, potencialmente, va a sufrir un cáncer de este tipo en el futuro, con lo cual podemos actuar eficazmente y evitarlo. Por lo tanto, estamos muy contentos con este sistema… yo animo a las mujeres a que se hagan sus revisiones citológicas oportunas con el co-test.
-La genómica está ganando terreno en el área de la salud de la mujer... ¿Qué beneficio comporta para los ginecólogos y, en definitiva, para la población femenina?
El beneficio es para la mujer, básicamente. Aquí hay dos campos: en el tema del embarazo, por ejemplo, ahora está muy de moda -por decirlo de una forma un tanto ‘frívola’- el ADN fetal, cuyo análisis es muy útil. El ADN fetal es un procedimiento que se viene aplicando en España aproximadamente desde el 2012. Se trata de una analítica de sangre realizada en torno a las 12-13 semanas de gestación en la que, por la lectura del ADN del feto circulante en la sangre de la madre, se pueden revelar una serie de enfermedades. Sus resultados casi se podrían superponer a lo que se sabía con la amniocentesis clásica. Asimismo, la nueva prueba genética permite conocer microdeleciones ligadas al ADN fetal. Entonces, todo ello es una gran ventaja, ya que antes, con la amniocentesis, se hacía una punción en el abdomen y había riesgo de aborto, etc.
En el otro sentido, en el sentido ginecológico, ya empezamos a hablar de marcadores genéticos de la menopausia. Por ejemplo, la tendencia es que las mujeres digan que tendrán la regla hasta más o menos la misma edad que la tuvo la madre… pues se está viendo que eso es cierto. Ya se están investigando los genes que pueden provocar una menopausia más adelantada en unas mujeres respecto a otras. Y, sobre todo, en el ámbito del fallo ovárico precoz, en la menopausia precoz (mujeres que tienen la menopausia con menos de 35 años), también se ve que hay factores genéticos condicionantes. Eso está en fase de investigación. De igual modo, hay genes que predisponen a la osteoporosis postmenopáusica. En efecto, la genómica está en nuestra vida y es un gran beneficio para los médicos y para la salud de la mujer.
-¿Qué opina del auge del rejuvenecimiento vaginal y de los tratamientos indicados para ello?
Yo estoy totalmente a favor de mejorar la calidad de vida femenina. Por ejemplo, en la menopausia, cuando las mujeres tienen su deprivación hormonal y no tienen la regla, una de las cosas que más padecen es la atrofia vaginal y vulvar. Eso siempre lo hemos paliado con cremas de estrógenos, hidratantes, etc. Hace unos pocos años salió a la palestra el láser vía vaginal. La verdad es que las mujeres están muy contentas con este procedimiento, que se aplica básicamente en la medicina privada. Con anestesia local, y mediante una ‘quemadura’ controlada, el láser mejora la calidad de la vagina en base a parámetros de grosor y lubrificación, lo que aporta beneficios en las relaciones sexuales de la mujer. En algunas mujeres, el láser incluso sirve para reparar pequeñas incontinencias de orina de esfuerzo.
Estoy totalmente a favor de este procedimiento y de investigar en este sentido. Hay que usar todo el arsenal terapéutico para mejorar la calidad existencial de la mujer. Afortunadamente, hoy en día el ser humano vive más tiempo, con lo cual una mujer puede que pase la mitad de su vida en período menopáusico. Procede, pues, paliar los efectos de la menopausia y mejorar aspectos como la calidad de vida, las relaciones sexuales, etc.
Referencias
1. www.farmacosalud.com ‘El 60% de las embarazadas españolas tiene déficit de vitamina D’. 2018 http://farmacosalud.com/el-60-de-las-embarazadas-espanolas-tiene-deficit-de-vitamina-d/
2. www.farmacosalud.com “Desde el punto de vista médico, no es recomendable el parto en casa”. Declaraciones del Dr. Martínez-Astorquiza T. 2015. http://farmacosalud.com/desde-el-punto-de-vista-medico-es-recomendable-el-parto-en-casa/
3. www.farmacosalud.com “En mi cesárea, acompañaron mis manos hasta mi bebé para que yo ayudara a sacarlo del todo”. Declaraciones de una madre incluida en un nuevo planteamiento ginecológico para las cesáreas. 2018. http://farmacosalud.com/en-mi-cesarea-provinculo-acompanaron-mis-manos-hasta-mi-bebe-para-que-yo-ayudara-sacarlo-del-todo/