Redacción Farmacosalud.com
El 30% de los españoles, según datos del Ministerio de Sanidad, padece ojo seco. Esta patología oftálmica se caracteriza porque los pacientes refieren una sensación de cuerpo extraño, acompañada de sequedad, ardor, irritación, lagrimeo (reacción refleja del ojo debido a que éste necesita producir una cantidad anormal de lágrimas debido a su mala calidad) y dolor, en algunos casos. “El ojo seco, de hecho, es uno de los motivos de consulta más frecuentes”, explica la Dra. María Capote, responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser (Madrid). El tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento está indicado en los casos moderados-severos.
El poder regenerador de esta terapia contribuye a mejorar la estructura del epitelio conjuntival (recubre la zona blanca del ojo, la esclera y la parte interior de los párpados) y el corneal (capa más externa de la córnea que actúa como su barrera protectora). El ojo seco puede llegar a producir incluso cicatrices en la superficie ocular. “Este tratamiento, en forma de colirio, realizado con plasma rico en factores de crecimiento del propio paciente, consigue reparar la superficie ocular dañada, disminuyendo la inflamación y dolor asociado al ojo seco, favoreciendo una mejor lubricación ocular y protegiendo al ojo de infecciones gracias a su efecto antibacteriano” explica Dra. Paz Rodríguez-Ausín, responsable de la Unidad de Córnea de Clinilaser.
El tratamiento no está diluido en suero salino y está libre de leucocitos
El colirio con plasma rico en factores de crecimiento se diferencia del suero autólogo (utilizado también para el ojo seco) en que no está diluido en suero salino y en estar libre de leucocitos. “Todo esto se traduce en que se duplica la proliferación celular y reduce más del 80% la posibilidad de formación de cicatrices en la córnea. Además, al ser realizado con plasma extraído de la sangre del propio paciente, no presenta ninguna incompatibilidad ni efecto secundario” aclara la oftalmóloga. El ojo seco tiene un origen multifactorial, sin embargo hay una mayor prevalencia en personas de edad avanzada (sobre todo mujeres postmenopáusicas), personas que utilizan a diario lentes de contacto, que pasan muchas horas frente a pantallas, personas que viven en climas secos, aquellas que están expuestas a calefacciones y a una gran polución y, no hay que olvidar, a aquellos pacientes que toman fármacos como antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, diuréticos y antihipertensivos, entre otros.
“También es una comorbilidad asociada al Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, diabetes, problemas de tiroides y otras enfermedades autoinmunes. Dada la variedad de causas que pueden provocar ojo seco, es necesario que si los síntomas son persistentes se acuda a un oftalmólogo”, aclara la oftalmóloga de Clinilaser.
Además de la realización de una minuciosa historia clínica, las principales pruebas para diagnosticar esta patología son el Test de Shirmer, que permite saber cuántas lágrimas produce el ojo en solo unos minutos (se realiza colocando unas tiras en los párpados que miden el grado de humedad) y la prueba de osmolaridad, que analiza la calidad de las lágrimas a través de un análisis de su composición.
El tratamiento del ojo seco depende de la gravedad (leve, moderada y severa) y causa que lo origina. “Hay veces que un control de la enfermedad subyacente puede acabar con el ojo seco, pero en la mayoría de los casos no sucede así y la patología se cronifica, de forma que el paciente requiere un tratamiento de por vida, que en algunos casos no palía del todo los síntomas” afirma la Dra. Capote. Las investigaciones en materia de medicina regenerativa, sin embargo, han conseguido mejorar la calidad de vida de muchos pacientes que hasta ahora no conseguían buenos resultados sin necesidad si no se recurría a tratamientos quirúrgicos.
Consejos para mejorar los síntomas
Además del tratamiento prescrito por el oftalmólogo, existen algunas pautas de comportamiento que pueden ayudar a mejorar la sintomatología del ojo seco:
-Ser conscientes de la necesidad del parpadeo cuando se pase mucho tiempo delante de un ordenador, de una pantalla o leyendo
-Utilizar humidificadores en ambientes muy secos o cuando usemos calefacciones. Se pueden utilizar humidificadores eléctricos en el espacio de trabajo y en casa recurrir a poner agua sobre los radiadores de forma que ésta se evapore de forma natural
-Usar gafas de sol durante todo el año
-Optar por la dieta mediterránea, rica en ácidos grasos omega 3 y 6, que “ayudan a aumentar la producción de lágrimas”, aclara la Dra. Capote
-Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día
-No fumar y evitar los ambientes con humo