Redacción Farmacosalud.com
Realidad virtual no inmersiva durante las sesiones de hemodiálisis
Un estudio realizado por nefrólogos del Hospital de Manises, en colaboración con fisioterapeutas de la Universidad CEU-Cardenal Herrera e investigadores del Instituto de Automática e Informática Industrial (ai2) de la Universitat Politècnica de València, ha demostrado que el uso de programas y ejercicios de realidad virtual mientras los pacientes renales llevan a cabo sesiones de hemodiálisis mejora su calidad de vida, en aspectos como la vitalidad, la función física, el dolor corporal, la función social, el componente físico, la salud mental o la salud en general.
Hasta la fecha, la utilización de la realidad virtual (RV) no inmersiva ha conseguido notables mejoras en pacientes que han sufrido diferentes patologías o episodios como infarto, esclerosis múltiple o parálisis cerebral, pero esta modalidad de ejercicio nunca se había implementado en pacientes renales que se encuentran en Tratamiento Renal Sustitutivo con hemodiálisis, que suelen presentar una calidad de vida bastante inferior a la de cualquier persona sana. De igual manera, se ha comprobado que el ejercicio físico en distintas modalidades mejora la calidad de vida relacionada con la salud de muchos pacientes.
Por todo ello, un grupo de investigadores del Hospital de Manises ha desarrollado un estudio con el fin de valorar el efecto de un programa de ejercicio de realidad virtual no inmersiva intradiálisis (es decir, durante la diálisis) en la calidad de vida del paciente. La investigación consistió en un ensayo controlado aleatorio cruzado de 24 semanas de duración en el que participaron 47 pacientes (de un total de 74 preseleccionados).
‘A la caza del tesoro’
Durante el estudio, los particpantes se distribuyeron en dos grupos diferentes, y fueron sometidos a dos periodos consecutivos de 12 semanas de ejercicio y 12 semanas de reposo, con el orden invertido. El ejercicio durante las sesiones de hemodiálisis consistió en un juego adaptado de realidad virtual, denominado ‘A la caza del tesoro’, en el que los pacientes debían coger unos objetivos moviendo los miembros inferiores y evitando obstáculos. Las sesiones del ejercicio incluyeron calentamiento y enfriamiento y fueron aumentando de manera progresiva, pasando de 20 a 40 minutos de duración. Para valorar el efecto de la aplicación de este ejercicio, se utilizaron tests y cuestionarios antes del inicio, a las 12 semanas y a las 24 semanas de la puesta en marcha, que fueron completados por todos los pacientes, y que reflejaron información sobre diferentes aspectos y parámetros relacionados con puntuaciones de la función física y mental de los pacientes renales.
Los resultados de la investigación mostraron un efecto significativo de la interacción entre los pacientes y el juego de realidad virtual, de manera que mejoró diferentes parámetros como la vitalidad (+12,5 puntos), el dolor corporal (+14 puntos), la función física (+13,8 puntos), la salud en general (+6,4 puntos), la salud mental (+6 puntos), el componente físico (+5,5 puntos), y la función social (+4,4 puntos). De este modo, los expertos concluyeron que un programa de ejercicio de realidad virtual no inmersiva intradiálisis mejora la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes en hemodiálisis crónica.
Este estudio, que supone una experiencia pionera en España, se ha presentado en el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología, celebrado en Madrid.
Realidad virtual para sobrellevar la quimioterapia
Por otra parte, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha presentado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, un proyecto piloto dirigido a pacientes oncológicos de Hospitales de día y salas de Quimioterapia y Hematología, que les ayudará a mejorar su bienestar durante las sesiones de quimioterapia, a través de unas gafas de realidad virtual y realidad aumentada.
Según datos de la AECC, aproximadamente la mitad de las personas enfermas de cáncer durante la quimioterapia presentan malestar emocional o síntomas de ansiedad asociados al tratamiento. Eva Béjar, coordinadora de Psicología Asistencial de la AECC, señala que “las técnicas distractoras en imaginación, así como las de relajación, han demostrado su eficacia en el tratamiento de esta sintomatología emocional, mejorando la adaptación de los pacientes a los tratamientos”. Y ahí es donde entra el proyecto piloto e innovador de la AECC: poner a disposición de las personas con cáncer en tratamiento las nuevas tecnologías para lograr esa mejor adaptación.
La realidad virtual es un ejemplo claro de cómo adaptar las nuevas tecnologías a las necesidades de las personas enfermas de cáncer para que, como en este caso, le ayude a sobrellevar las horas de tratamiento quimioterápico en el hospital. El Dr. Pérez Segura, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos, pone de manifiesto que “está demostrado científicamente que estas herramientas disminuyen el estrés y la angustia causada por el impacto de la enfermedad en el paciente, mejorando en muchos casos su estado general y la eficacia de los tratamientos oncológicos”.
El 30% de los hospitales estadounidenses utiliza esta tecnología
Esta realidad virtual ya se está usando en diversos ámbitos como la educación, la salud o el ocio. De hecho, el 30% de los hospitales estadounidenses utiliza esta tecnología tanto para mejorar la estancia del paciente, como para uso exclusivamente médico. En este sentido, Antonio Crespo, director de Tecnología y Desarrollo Digital de la AECC, destaca que “las nuevas tecnologías son una realidad en nuestra sociedad y su adaptación al ámbito sanitario será progresiva. Nos van a permitir mejorar la vida de las personas, como en este caso, con las gafas de realidad virtual, pero también llegar más y mejor a quien más lo necesite”.
Los datos que maneja la AECC demuestran que el uso de las gafas de realidad virtual por parte de pacientes en tratamiento de quimioterapia ha logrado disminuir un 84% la sensación de dolor y un 26% la ansiedad antes del tratamiento; el 88% de las personas que las han utilizado han manifestado que tienen la sensación de que el tiempo ha pasado más rápido.