Redacción Farmacosalud.com
Según el Dr. Juan I. Aróstegui, médico del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, en este 2018 han sido publicados en la prestigiosa revista ‘The New England Journal of Medicine’ los resultados de un ensayo clínico con participación de grupos españoles en los que se ha demostrado “la eficacia de un anticuerpo monoclonal dirigido contra la molécula interleucina-1beta en el grupo de pacientes con Fiebre Mediterránea Familiar (FMF) que son refractarios al tratamiento con colchicina. Sin duda ninguna, se trata de un logro importante en lo referente al tratamiento de esta enfermedad y es merecedor de ser adecuadamente divulgado en reuniones científicas como el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que se celebra estos días en Burgos”.
La colchicina, la terapia más habitual para la FMF, previene los brotes y la aparición de amiloidosis, que es la complicación más frecuente asociada a la Fiebre Mediterránea Familiar. Si bien está publicado que el tratamiento con colchicina es efectivo -de manera total o de manera parcial- en el 80-85% de los pacientes, hay casos refractarios, que son los que el nuevo anticuerpo monoclonal aborda con éxito.
Alto nivel de la medicina española frente a los síndromes autoinflamatorios
La FMF es una de las llamadas enfermedades autoinflamatorias o síndromes autoinflamatorios, un tipo de enfermedades minoritarias que se caracterizan por la presentación de episodios inflamatorios sistémicos, recurrentes o periódicos[1]. En la actualidad, en el sistema sanitario español se han identificado pacientes de la gran mayoría de enfermedades autoinflamatorias monogénicas, incluso de aquellas que pueden ser consideradas extremadamente minoritarias a nivel mundial. Este dato permite concluir que, a la hora de afrontar esta clase de síndromes, “la medicina española, tanto a nivel clínico como a nivel de laboratorios diagnósticos, se encuentra en un nivel realmente alto, similar al de los países de nuestro entorno”, asevera el Dr. Aróstegui.
Estas enfermedades autoinflamatorias pueden ser o no hereditarias, es decir, con o sin causa genética conocida. Así, entre las formas hereditarias, la enfermedad autoinflamatoria con mayor prevalencia, tanto en España como en el resto del mundo, es la Fiebre Mediterránea Familiar, representando aproximadamente dos terceras partes del total[2].
El diagnóstico de Fiebre Mediterránea Familiar se obtiene de la asociación de datos clínicos, analíticos (hemograma y bioquímica) y genéticos. Las pruebas genéticas pueden detectar las anomalías existentes en los pacientes, y ello permitirá predecir la probabilidad de la transmisión de las anomalías a la descendencia de dichos pacientes. “Pero aún estamos lejos de poder determinar cuál será la probabilidad de que un determinado individuo, siendo portador de estos defectos genéticos, termine desarrollando la enfermedad, ya que factores adicionales (hormonales, ambientales, epigenéticos,…) pueden jugar un papel importante en la expresividad clínica de la enfermedad”, explica el Dr.
A menudo, hay un lapso de tiempo prolongado entre el debut de la FMF y su diagnóstico
En el 80% de los casos, la FMF se inicia antes de los 20 años[3]. Según el experto, por el momento no se sabe a ciencia cierta qué es lo que propicia que la patología debute antes o después de esa edad: “La expresividad clínica de la enfermedad está condicionada por múltiples factores más allá de los propiamente genéticos. Podemos hipotetizar que en edad infantil existe una mayor cantidad de estímulos pro-inflamatorios (vacunas, infecciones, maduración del sistema inmune,…) que en la edad adulta, hecho que apoyaría un debut de la enfermedad preferentemente durante la edad pediátrica. Pero, a ciencia cierta, no hay evidencias experimentales que permitan confirmar esta hipótesis. En consecuencia, a día de hoy desconocemos por qué la enfermedad puede debutar en edades tan diferentes en los pacientes, incluso en aquellos que pertenecen a la misma familia”.
Dado que los síntomas de la FMF son muy variados, antes del diagnóstico muchos enfermos son etiquetados de ‘enfermos psicosomáticos’ y tienen que pasar por muchas consultas antes de ser diagnosticados[4]. Así, es frecuente que se registre un lapso de tiempo prolongado entre el debut de la afección y su identificación médica, en buena medida debido a que se trata de una enfermedad minoritaria y también a la no disponibilidad de estudios genéticos. “Afortunadamente -afirma Aróstegui-, este tiempo hasta el diagnóstico está reduciéndose en la actualidad, debido fundamentalmente a un mayor conocimiento de la FMF y del resto de enfermedades autoinflamatorias entre el colectivo médico”.
Las crisis más frecuentes y más preocupantes asociadas a la FMF
Los episodios inflamatorios más frecuentemente observados en la FMF son episodios de duración breve (1-3 días), recurrentes (entre 10-15 episodios anuales), y caracterizados por fiebre e inflamación estéril en múltiples órganos, siendo especialmente frecuentes la afectación del peritoneo, la pleura, las articulaciones (especialmente las grandes articulaciones de las extremidades) y la piel. Y todo ello asociado a un aumento del recuento de leucocitos, neutrófilos y plaquetas circulantes, y del nivel plasmático de los reactantes de fase aguda. Las situaciones más preocupantes vinculadas a estas crisis son básicamente dos:
• la posibilidad de que la peritonitis aséptica sea de tal intensidad que asemeje un abdomen agudo quirúrgico por perforación de víscera hueca
• el desarrollo de insuficiencia renal progresiva como consecuencia de depósito amiloideo, “que puede acontecer tras muchos años de enfermedad muy mal controlada”, señala el médico del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic.
Referencias
1. Aróstegui, J.I. Enfermedades autoinflamatorias sistémicas hereditarias. Reumatología Clínica, Volume 7, Issue 1, Pages 45-50. Disponible parcialmente en [http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1699258X10000975
2. Rúa- Figueroa, I., Manual SER de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas. 1ª Edición. 2014: 302- 309. Disponible en [http://www.ser.es/wp-content/uploads/2015/09/Manual_ERAS.pdf
3. Camacho-Lovillo S., García-Martínez A.C. “Artritis como forma de presentación de fiebre mediterránea familiar”. An Pediatr 2015. DOI: 10.1016/j.anpedi.2015.02.004 http://www.analesdepediatria.org/es-artritis-como-forma-presentacion-fiebre-articulo-resumen-S1695403315000648
4. ‘Fiebre Mediterránea Familiar’. Página web FMF España. http://www.fmfspain.com/sindromes-autoinflamatorios/fiebre-mediterranea-familiar/