Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), han firmado el documento de consenso ‘Acciones y medidas para combatir las resistencias bacterianas en España, una de las mayores amenazas para la salud pública’. Según el consenso, entre las principales razones que favorecen el desarrollo y la diseminación de las bacterias multirresistentes se encuentran, entre otras, el uso injustificado e inadecuado de antimicrobianos, tanto en humanos como en animales, y la ‘deficiente aplicación de medidas higiénicas en hospitales y centros sanitarios’. “Efectivamente, los centros sanitarios y los profesionales que trabajamos en ellos deberíamos dar mejor ejemplo, porque en nuestro país el cumplimiento de las normas higiénicas que previenen las infecciones no es el adecuado”, admite el Dr. José Miguel Cisneros Herreros, presidente de la SEIMC.
Y es que “el porcentaje de realización correcta de la higiene de manos y de vacunación frente a la gripe entre los profesionales sanitarios, dos medidas extraordinariamente eficaces para prevenir infecciones, y para reducir resistencias y el uso de antibióticos, están muy por debajo de los estándares internacionales recomendados”, reconoce Cisneros.
¿Cómo está funcionando el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos?
En el nuevo documento se señala que en 2014 se puso en marcha en España el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN), cuyos resultados al cabo de cuatro años y medio no son los más idóneos, tal y como viene a decir el Dr. Cisneros: “Desafortunadamente, los resultados están muy lejos de ser los que necesitamos. La realización del PRAN ha sido muy lenta, y más aún su implementación. Prueba de ello es que los primeros datos de indicadores básicos se han publicado en junio de este año, cuatro años y medio después de su puesta marcha, y que, en la actualidad, solo una minoría de Comunidades Autónomas tiene en marcha un verdadero programa de intervención. Esta lentitud es aún más difícil de justificar si tenemos en cuenta que nuestro país se encuentra a la cabeza del mundo en consumo de antibióticos, y entre los primeros de Europa en infecciones por bacterias multirresistentes”.
De hecho, España está a la cabeza del mundo en consumo de antibióticos en humanos sin razón epidemiológica que lo justifique. Y, según datos correspondientes a 2016 facilitados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), el territorio español se sitúa entre los países más consumidores de antibióticos en animales, junto con Chipre e Italia. Para el presidente de la SEIMC, hay que borrar de un plumazo la “falta absoluta de autocrítica” que hasta ahora ha caracterizado a todas las partes implicadas en la lucha contra las bacterias multirresistentes. A su juicio, una buena manera de enderezar el rumbo es buscar las causas del desaforado consumo de antibióticos que ha comportado que España sea líder en esta materia. En opinión del Dr. Cisneros, una de las causas más importantes remite a un “déficit estructural de formación” sobre enfermedades infecciosas, que incluye tanto a población general como a profesionales sanitarios.
“El déficit educativo de los ciudadanos españoles se refleja en que estamos a la cola de Europa en conocimientos sobre para qué sirven los antibióticos y cómo se previenen las infecciones, según el último Eurobarómetro”, afirma.
En cuanto a los profesionales sanitarios, en concreto los médicos, prescriben “los antibióticos en cantidades muy superiores a como lo hacen los colegas de otros países”, indica el facultativo. El déficit de formación de los profesionales se explica en parte porque, a diferencia del resto de Europa, España “tiene todos los especialistas claves para liderar los equipos multidisciplinares de control de infección y los programas de mejora de antibióticos en los hospitales, incluidos los especialistas en Medicina Preventiva, en Microbiología Clínica y en Farmacia Hospitalaria, excepto los especialistas en Enfermedades Infecciosas. Esta especialidad es la norma en Europa y en la inmensa mayoría de los países desarrollados desde hace años”, explica Cisneros.
“Es injustificable la ausencia de la especialidad de Enfermedades Infecciosas en España”
La Unión Europea, en su Programa de Lucha contra las Resistencias, establece las tareas de los especialistas en Enfermedades Infecciosas y, a través del ECDC, “ha recomendado al Ministerio de Sanidad español la creación de la especialidad, precisamente para mejorar los resultados en la lucha contra las resistencias y el uso de los antimicrobianos -subraya el experto-. Y, finalmente, está demostrado que los pacientes con infecciones graves y complejas, incluidas las producidas por bacterias multirresistentes, mejoran su pronóstico cuando son atendidos por un especialista en Enfermedades Infecciosas. Todo ello hace injustificable la ausencia de la especialidad de Enfermedades Infecciosas en nuestro país. Confío en que el Gobierno actual, en cumplimiento de su responsabilidad principal de proteger la salud de los ciudadanos, decida sin más demora su aprobación”.
Así pues, Cisneros entona -en nombre de su profesión- un mea culpa que extiende al resto de la sociedad española: “Como ven, ciudadanos, profesionales y políticos somos responsables de la grave situación nacional en la crisis de los antibióticos y las infecciones por bacterias resistentes, aunque por razones cualitativa y cuantitativamente muy diferentes, y reconocerlo es el primer paso para encontrar la solución”.
En el documento de consenso se habla, asimismo, de la diseminación global de bacterias multirresistentes a través del turismo. A este respecto, el Dr. comenta que “la globalización contribuye a la diseminación de las infecciones por bacterias multirresistentes, y por ello ha de ser tenida en cuenta a la hora de diseñar las intervenciones dirigidas al control de estas infecciones; los diferentes planes y programas locales, territoriales, nacionales, europeos y mundiales han de estar coordinados”.
Ocho grandes propuestas de solución
La SEIMC, la SEFH y la SEMPSPH proponen en el nuevo documento ocho soluciones para luchar contra las bacterias multirresistentes. A grandes rasgos, serían:
1- Fomentar el trabajo multidisciplinar sanitario
2-Coordinación a la hora de llevar a cabo las tareas profesionales, el fomento de campañas ciudadanas y la financiación de la Administración pública
3-Impulsar el nivel formativo de los equipos multidisciplinares
4-Destinar recursos humanos para mejorar los programas de higiene y optimización del uso de los antimicrobianos entre los profesionales de la salud
5- Impulsar la investigación
6-Disponer de sistemas de información transparentes, con indicadores básicos comunes y en tiempo real que permitan conocer la situación actualizada
7-Financiación para incorporar las nuevas tecnologías que tienen que mejorar la lucha contra las resistencias bacterianas
8-Promover campañas sociales sobre la prevención de infecciones, higiene, vacunación y uso prudente de antibióticos
A criterio de Cisneros, “las ocho medidas son realistas y, para que funcionen mejor, deben llevarse a cabo a la vez y de manera coordinada desde los tres niveles de responsabilidad: ciudadanos, profesionales y políticos. Y sabemos cómo aplicarlas: con liderazgo profesional multidisciplinar y apoyo institucional”. Para el especialista, “esta combinación ya ha demostrado resultados muy positivos en algún territorio de nuestro país como se pudo ver” en el I Foro Multidisciplinar sobre Resistencias Bacterianas, celebrado recientemente en el Congreso de los Diputados.
“Organizamos el I Foro sobre multirresistencias para hacer autocrítica de la situación actual en nuestro país, reconociendo que la responsabilidad de la misma es compartida por el desconocimiento de los ciudadanos, por la hiperprescripción de los médicos y por la falta de financiación por parte de las autoridades sanitarias centrales y autonómicas. Estamos agradecidos y satisfechos de que las asociaciones de pacientes firmen este documento de consenso junto con las sociedades científicas. Y esperamos que las autoridades sanitarias cumplan con su responsabilidad y doten al PRAN de los recursos técnicos y humanos imprescindibles para hacer frente, con posibilidades de éxito, a este reto formidable que representan las infecciones por bacterias multirresistentes”, apunta el Dr. Cisneros.