Redacción Farmacosalud.com
Según el Prof. Jordi Surrallés, catedrático del Departamento de Genética y Microbiología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y el Dr. Jordi Minguillón, investigador del grupo liderado por el Prof. Surrallés, gefitinib es altamente efectivo a la hora de combatir el cáncer escamoso de cabeza y cuello en los pacientes con anemia de Fanconi. Es por ello que la Comisión Europea, a propuesta de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), ha designado gefitinib como medicamento huérfano para la anemia de Fanconi, dado que este fármaco ha demostrado que podría funcionar como tratamiento para tumores escamosos de cabeza y cuello en pacientes afectados por dicha anemia.
Gefitinib es una pequeña molécula que inhibe la actividad tirosina cinasa del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR). EGFR actúa activando la proliferación de células tumorales, bloquea la apoptosis (la muerte celular programada) y facilita el proceso de metástasis.
El medicamento, identificado tras un cribado de fármacos antitumorales
Hace 4 años, en colaboración con el Dr. Thomas Helleday del Instituto Karolinska en Estocolmo, Surrallés y Minguillón analizaron cerca de 4.000 moléculas en células deficientes para la ruta de anemia de Fanconi. Entre ellas había más de 1.200 fármacos ya aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) para otras indicaciones. “Como la ruta de señalización de anemia de Fanconi repara un tipo específico de daño en el ADN, nuestro objetivo era encontrar qué candidatos (como tratamientos) podían ser tóxicos para células tumorales Fanconi sin ser genotóxicos, ya que los pacientes Fanconi no toleran tratamientos cuya diana sea el ADN (como la quimioterapia convencional, cisplatino, melfalán o la radioterapia). Encontramos 150 candidatos antitumorales no genotóxicos, y pudimos validar varios de ellos, entre los que gefitinib fue uno de los mejores”, explican Surrallés y Minguillón.
Gefitinib fue altamente citotóxico en tres líneas celulares diferentes de cáncer escamoso de cabeza y cuello, provenientes de pacientes con anemia de Fanconi, mientras que en células Fanconi no tumorales presentaba muy poca toxicidad. Finalmente, en experimentos in vivo en modelos animales de xenoinjerto en ratones, en colaboración con el Dr. Diego Arango y la Dra. Águeda Martínez en el Instituto de Investigación VHIR (Barcelona), “gefitinib inhibió el crecimiento tumoral con alta efectividad en dos líneas celulares independientes de cáncer escamoso de cabeza y cuello de pacientes Fanconi”, argumentan Surrallés y Minguillón.
Así pues, los estudios del grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), el Servicio de Genética e Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han demostrado la utilidad de gefitinib frente a los tumores escamosos de cabeza y cuello en pacientes con anemia de Fanconi, esta última considerada una enfermedad rara. La designación de gefitinib como medicamento huérfano para esta patología minoritaria ha sido patrocinada por el CIBERER. Cabe destacar el liderazgo del Prof. Surrallés, quien ha coordinado el trabajo multidisciplinar de los laboratorios que han participado en esta investigación, dirigidos por Thomas Helleday, del Karoliska Institute, Juan Bueren, del CIEMAT/Fundación Jiménez Díaz/CIBERER, y Diego Arango, del VHIR.
A menudo, los tumores de cabeza y cuello tipo Fanconi se detectan siendo metastásicos
Los afectados por anemia de Fanconi tienen una probabilidad de sufrir tumores escamosos de cabeza y cuello unas 500-700 veces mayor que la media de la población. De hecho, alrededor del 50% de los pacientes desarrollarán un tumor antes de los 50 años.
En la actualidad, la única terapia efectiva para los pacientes Fanconi con tumores escamosos de cabeza y cuello es la resección quirúrgica. Cuanto antes se detecte la lesión, mayor será la probabilidad de supervivencia del paciente, y menor la agresividad de la cirugía. Sin embargo, no siempre es posible llegar a tiempo, y con frecuencia estos tumores se detectan en estado avanzado o con metástasis. En estos casos, en los últimos años se ha demostrado que el tratamiento con quimioterapia/radioterapia convencional, habitual en la población general, es ineficaz e incluso contraproducente en pacientes Fanconi.
La anemia de Fanconi es un síndrome hereditario de inestabilidad cromosómica, lo que quiere decir que las células, a lo largo de los años, van acumulando progresivamente alteraciones en su ADN. Las células más sensibles a esta inestabilidad genómica son la médula ósea (de ahí la alta tasa de fallo medular durante la primera década de vida de los enfermos), y las células epiteliales de las mucosas externas (principalmente cabeza y cuello). Según Surrallés y Minguillón, “las recomendaciones y actuaciones más efectivas para prevenir los tumores de cabeza y cuello en estos pacientes son una dieta y estilo de vida lo más saludable posible (sin alcohol y sin tabaco), una buena higiene bucal y revisiones frecuentes para detectar de forma prematura cualquier lesión bucal que pueda aparecer”.
En pacientes Fanconi, gefitinib no debe combinarse con ‘quimio’ y radioterapia
Las personas que padecen anemia de Fanconi presentan una gran variabilidad de manifestaciones clínicas, ya que pueden sufrir insuficiencias de la médula ósea y malformaciones congénitas variables, teniendo además predisposición a desarrollar tumores sólidos y hematológicos. La anemia de Fanconi está causada por mutaciones en alguno de los genes relacionados con la reparación del ADN (el proceso 'reparador' es esencial para el mantenimiento de las células madre y para evitar la aparición del cáncer).
Debido al defecto innato en la reparación del ADN, los pacientes con anemia de Fanconi afectados de cáncer no toleran la quimioterapia ni la radioterapia convencional, lo que provoca un mal pronóstico de los tumores. Por este motivo, los pacientes requieren de un seguimiento muy activo con revisiones periódicas en unidades hospitalarias especializadas con objeto de detectar las lesiones tumorales de forma muy temprana.
La aparición de gefitinib no cambia las cosas en relación a la intolerancia de los pacientes Fanconi con cáncer de cabeza y cuello hacia la ‘quimio’ y la radioterapia, por lo que, según ambos investigadores, la combinación entre estos tratamientos es inviable: “Gefitinib es un inhibidor de un receptor de factor de crecimiento. Su efectividad radica en que reduce o anula la capacidad de dividirse del tumor y en población general se ha visto que su efectividad aumenta con la quimioterapia o radioterapia convencionales. Sin embargo, el tratamiento con gefitinib no cambia las propiedades genotóxicas de la quimioterapia o radioterapia, y éstas seguirán produciendo daño en el ADN y seguirán siendo altamente tóxicas para los pacientes con anemia de Fanconi. Así, creemos firmemente que el tratamiento con gefitinib en pacientes Fanconi con tumores escamosos de cabeza y cuello no debería administrarse en combinación con esos tratamientos convencionales”.