Redacción Farmacosalud.com
Una nueva estrategia de detección rápida de las cepas que originan los casos de tuberculosis (TB) permite identificar la cepa causante en el mismo momento del diagnóstico en el hospital, lo que permite diferenciar si estos casos se han transmitido en España o están siendo importados. Esta estrategia se basa en el uso de PCR (siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa), que es una técnica de biología molecular que permite amplificar el material genético de cualquier microorganismo en cualquier muestra biológica y, en concreto, en el diseño de PCRs específicas, es decir, dirigidas a mutaciones identificadas gracias a la secuenciación del genoma completo de la cepa a vigilar. Este tema se ha abordado en la ponencia “Borrando fronteras en tuberculosis: un nuevo enfoque transnacional de vigilancia de su transmisión”, presentada por el Dr. Darío García de Viedma, en el 51º Congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), celebrado recientemente en Palma de Mallorca.
La tuberculosis sigue siendo una enfermedad infecciosa con gran morbilidad y alta mortalidad en países pobres con elevada incidencia. “Aunque en los últimos años estamos asistiendo a un lento declive en el número de casos y en la cifra de fallecidos, el impacto global sigue siendo enorme”, confirma el Dr. Javier García Pérez, neumólogo del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, experto en tuberculosis y miembro de SEPAR. A lo que añade: “La lucha contra la tuberculosis exige enfoques epidemiológicos globales y políticas coordinadas. Todas las estrategias deben encaminarse a un diagnóstico precoz, un tratamiento eficaz y a la adopción de medidas que interrumpan la cadena de transmisión de los casos más contagiosos”, declara este especialista.
Proyecto internacional
La puesta en marcha de esta estrategia de detección rápida forma parte de un proyecto internacional y cooperativo con países europeos y latinoamericanos, en particular Perú, Panamá, Argentina, Francia, Italia y España, centrados en la epidemiología molecular de la transmisión de la tuberculosis de alto riesgo. El objetivo de este estudio es analizar las cepas de tuberculosis de cada población incluida en el proyecto para vigilar las rutas de transmisión de esta enfermedad infecciosa, así como valorar la aplicabilidad de este modo de vigilancia transnacional en zonas con problemas de trasmisión de tuberculosis singulares y graves, como ocurre en entornos con población migrante, marginal o penitenciaria, o en aquellos con circulación de cepas multirresistentes.
El estudio, cuyos resultados preliminares han sido publicados en las revistas ‘Clinical Microbiology and Infection’ y’ Journal of Clinical Microbiology’ han sido aceptados para ser publicados en un número especial de la revista ‘Eurosurveillance’, dedicado a innovaciones diagnósticas. El proyecto ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III y la convocatoria europea ERANET-LAC, bajo la coordinación del Dr. García de Viedma, del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (HGUGM), de Madrid, e investigador del CIBERES.
“La vigilancia transnacional de la transmisión de la tuberculosis en un mundo globalizado se está volviendo cada vez más difícil, por lo que es preciso diseñar estrategias de detección rápida de la transmisión de la enfermedad, que nos permitan diferenciar los nuevos casos que se han transmitido en nuestro país de aquellos que son importados. En este sentido, los estudios de epidemiología molecular, con los que se pueden analizar en detalle las cepas de tuberculosis, son de enorme utilidad”, afirma el Dr. García de Viedma. “Mediante estos estudios de epidemiología molecular se pueden analizar en detalle las cepas de tuberculosis, precisar su ruta de transmisión y, gracias a ello, identificar a los pacientes que van siendo infectados por una cepa concreta”, detalla el microbiólogo.
La innovadora estrategia de detección rápida y sencilla de las cepas de alto riesgo de tuberculosis se basa en el uso de PCR, que es una técnica de biología molecular que permite amplificar el material genético de cualquier microorganismo en cualquier muestra biológica. “Lo novedoso de nuestra propuesta es que permite diseñar, a partir del estudio genómico de las cepas de interés, PCRs específicas para analizar los problemas de transmisión de la tuberculosis en cada población y entorno, lo que facilita su vigilancia de forma precoz”, señala el Dr. García de Viedma. “Estas técnicas moleculares (PCRs) son herramientas sencillas que permiten explotar de manera novedosa y fácil la información extraída del análisis del genoma completo y pueden ser transferidas a países que pudieran tener recursos de laboratorio más limitados”.
Experiencia en Almería
El sistema de detección rápida implementado a través de este proyecto internacional partió de una experiencia previa en Almería, donde se realizó un trabajo de detección de brotes de la tuberculosis entre inmigrantes de una única nacionalidad, puesto que había surgido la duda de si dichos brotes eran debidos a una transmisión activa del bacilo en la propia Almería o si la tuberculosis estaba siendo importada desde sus países de origen, donde realmente podía estar ocurriendo la transmisión.
Gracias a una colaboración con el Dr. Miguel Martínez Lirola, responsable del laboratorio de micobacterias del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, y para poder diferenciar de forma ágil y económica ambas situaciones in situ en el mismo laboratorio donde se diagnostica la tuberculosis, se diseñó una PCR dirigida a mutaciones específicas, identificadas por secuenciación de genoma completo de las cepas a vigilar. En concreto, en una de las líneas de actividad de este estudio, se identificaron dos casos de tuberculosis procedentes de Rusia e infectados con cepas XDR (tuberculosis extensivamente resistente).
El test, transferido a un laboratorio de Marruecos
Existía un riesgo epidemiológico alto de transmisión de estas cepas por lo que los investigadores activaron un sistema de vigilancia urgente basado en ese diseño de PCRs específicas para detectar posibles nuevos casos secundarios por alguna de las dos cepas. Este sistema permite conocer la identidad de una cepa en el mismo momento del diagnóstico en el hospital y, por lo tanto, permite la vigilancia in situ con la máxima precocidad.
“Gracias a la implementación prospectiva de este método, es decir, a su aplicación a medida que aparecían nuevos casos, se ha podido discriminar en cadena de transmisión complejas, nuevos casos secundarios en migrantes debidos a la transmisión activa en Almería y diferenciarlos de otros que eran el resultado de importaciones desde su país de origen, lo que tiene un gran valor epidemiológico”, afirma el Dr. García de Viedma. Además, “el mismo test se transfirió a un laboratorio de Rabat, en Marruecos, lo que permitió comprobar la circulación frecuente en este país de las mismas de cepas detectadas en migrantes marroquíes en Almería, y así completar la descripción transnacional de este evento, tanto en el país de origen como en el receptor de las personas migrantes afectadas”, informa el galeno.