Redacción Farmacosalud.com
En una sesión celebrada en el marco del Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal (SEPA 18), celebrado hace unos días en Sevilla, se ha dado a conocer la nueva clasificación y catalogación de grados de enfermedades periodontales (afectan a las encías) y la nueva clasificación de las dolencias periimplantarias (afectan a los implantes dentales). Según destaca Elena Figuero, magíster en Periodoncia e Implantes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “es una clasificación objetiva que va a permitir a todos los profesionales diagnosticar a los pacientes de una forma más protocolizada, al tener diferentes apartados claros, específicos y objetivos que permiten definir la situación de la enfermedad”.
La trascendencia y novedad de este nuevo índice radica, fundamentalmente, en el hecho de que cuenta con un amplio consenso. Por primera vez, las dos organizaciones científicas más importantes del mundo en el ámbito periodontal, la Federación Europea de Periodoncia (EFP, en sus siglas en inglés) y la Academia Americana de Periodoncia (AAP) han organizado una reunión para desarrollar y aprobar una catalogación que fuese realmente global y que se implementase en todo el mundo.
Estadíos de la periodontitis
Por un lado, la nueva clasificación cataloga a la periodontitis en estadíos (dependiendo de su severidad y la complejidad de su tratamiento) y grados (de acuerdo a su agresividad y a los factores de riesgo que puede presentar el paciente). Así, la periodontitis se clasifica en cuatro estadios y en tres grados, que detalla a renglón seguido para www.farmacosalud.com el profesor Mariano Sanz, catedrático de Periodoncia de la UCM y líder del workshop internacional en el que se ha diseñado la nueva catalogación de las patologías periodontales y periimplantarias.
• El Estadío I correspondería con una periodontitis muy incipiente, es decir, cuando la pérdida de inserción periodontal y la pérdida de hueso alrededor del diente se limita a la porción coronal de la raíz (<15%). El paciente en este estadío no presenta bolsas periodontales y no ha perdido dientes por causa periodontal.
• En el Estadío II la destrucción periodontal ya afecta al tercio coronal de la raíz (15-33%) y presenta bolsas periodontales moderadas (≤ 5 mm), si bien el paciente sigue sin haber perdido dientes por causa periodontal. “Estos dos estadios tienen un manejo terapéutico sencillo, fundamentalmente mediante tratamientos periodontales no-quirúrgicos, y su pronóstico a largo plazo es muy bueno si el paciente mantiene una buena higiene bucal y cumple con las estrategias preventivas profesionales”, apunta el profesor Sanz.
• El Estadio III ya es una periodontitis avanzada que extiende la destrucción periodontal a la mitad de la raíz. Ya suele presentar pérdida limitada de dientes por causa periodontal y presenta bolsas profundas (≥ 6 mm ), lesiones de furcación o defectos infraóseos que requieren un tratamiento periodontal complejo, principalmente quirúrgico.
• El Estadío IV aumenta la severidad y complejidad del estadío anterior y además presenta una mayor pérdida dentaría (> de 5 dientes), “lo que suele manifestar una disfunción masticatoria que requerirá, además del tratamiento periodontal, un tratamiento multidisciplinar complejo”, explica el experto.
Grados de la periodontitis
Los Grados A, B y C definen la progresión de la periodontitis en cada afectado y la posible presencia de factores de riesgo que influyen en dicha progresión.
-El grado A es aquel en que el riesgo de progresión es bajo y el afectado no tiene factores de riesgo
-El grado B es aquel en que la progresión es moderada, el paciente puede ser fumador pero en bajas dosis (<10 cigarrillos / día) y puede tener una diabetes controlada (HbA1c < 7.0)
-El grado C es aquel con alto riesgo de progresión y presencia de evidentes factores de riesgo.
“Al combinar los Estadíos con los Grados podremos individualizar la modalidad y la secuencia de tratamiento, permitiéndonos evaluar también mejor los resultados de las terapias aplicadas”, precisa Sanz.
Con respecto a los factores de riesgo centrados en el hábito tabáquico y la diabetes, entre otros, el doctor Juan Girbés, endocrinólogo y miembro del Grupo de Trabajo SED-SEPA (Sociedad Española de Diabetes y Sociedad Española de Periodoncia), comenta, en primer lugar, que “la diabetes predispone a la enfermedad periodontal y empeora su pronóstico y, a su vez, la enfermedad periodontal contribuye al deterioro de la glucemia, empeora la diabetes y se relaciona con un peor pronóstico de la enfermedad, habiéndose relacionado con un mayor riesgo cardiovascular”.
Y en segundo lugar, según Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “se han hecho muchos estudios retrospectivos que indican que hay una asociación independiente entre enfermedad periodontal y enfermedad coronaria”; es decir, pese a que muchos factores de riesgo son comunes para la afección periodontal y para la afección coronaria (alcohol, tabaco, etcétera), en situación de igualdad de esos aspectos, “el hecho de tener una enfermedad periodontal aumenta el riesgo de enfermedad coronaria”, reconoce.
Desaparecen los conceptos de periodontitis agresiva y periodontitis crónica
Con la nueva clasificación, desaparecen los conceptos de periodontitis agresiva y periodontitis crónica, y se pasa a hablar de la periodontitis como una única patología. De acuerdo con el catedrático de la UCM, con la actualización de la terminología periodontal se soluciona la confusión a que daba lugar la antigua catalogación: “El problema fundamental era que, al no existir una delimitación clara entre las dos enfermedades, los criterios que definían una u otra eran confusos y como consecuencia se aplicaban muchas veces de forma arbitraria, de tal modo que lo que para muchos era agresivo, para otros era crónico y viceversa”.
“Además -argumenta Sanz-, la evaluación de la evidencia científica recogida en los últimos 20 años (desde que se definieron dichas entidades nosológicas) no permite en la actualidad distinguir características específicas que permitan definir dos patologías independientes, sino que son más bien la misma enfermedad con distintas trayectorias de progresión, dependiendo de la susceptibilidad individual y de la presencia de múltiples factores de riesgo”.
Introducción del epígrafe de enfermedades periimplantarias
Por otro lado, la nueva clasificación conocida en el Congreso SEPA 18 introduce el epígrafe de enfermedades periimplantarias, un tipo de dolencias que está en auge entre los pacientes. “La era moderna de la implantología comenzó a finales de los años 80 del pasado siglo, por lo que solamente en los últimos 30 años, y sobre todo en los últimos 15, han existido suficientes pacientes con un número elevado de implantes expuestos a dichas enfermedades periimplantarias. De hecho, la primera definición de estas enfermedades se realizó en un workshop europeo en 1994. Es por ello absolutamente normal que esta problemática haya surgido en los últimos años”, refiere el especailista.
En paralelo, “con el aumento de la población expuesta (pacientes que portan implantes normales un número mayor de años), es lógico que su incidencia haya aumentado en los últimos años -afirma-. Por las razones mencionadas, no disponemos de estudios epidemiológicos amplios que estudien muestras representativas de personas que han portado prótesis implanto-soportadas durante largos periodos de tiempo. Sin embargo, los datos de que disponemos nos dicen que las enfermedades periimplantarias más leves (mucositis) afectan a una parte importante de dichos pacientes (alrededor del 45%), mientras que aquellas enfermedades periimplantarias donde se ha perdido hueso alrededor del implante (peri-implantitis) afectan a un menor porcentaje de pacientes (alrededor del 15%), sobre todo cuando han llevado más de 5 años sus implantes en función”.
Dentro de las patologías periimplantarias, se definen de forma precisa la mucositis periimplantaria y la periimplantitis. Según el profesor Sanz, “la definición de estas enfermedades no ha cambiado sustancialmente desde los últimos workshops europeos y los criterios de clasificación son prácticamente los mismos. Lo que se ha enfatizado en este workshop es la importancia de su diagnóstico y la exigencia a todos los profesionales que utilizan esta modalidad terapéutica de que realicen registros clínicos y radiográficos de todos los implantes que colocan, para posteriormente poder evaluar regularmente a sus pacientes y actualizar dichos registros, lo que permitirá poder detectar estas enfermedades más precozmente, cuando su tratamiento es sencillo y predecible”.