Redacción Farmacosalud.com
El viernes 9 de febrero tiene lugar en Madrid el ‘XV Encuentro Médico-Quirúrgico en Enfermedad Inflamatoria Intestinal’ (EII), reunión que cuenta con la coordinación del doctor Javier de Oca, a su vez médico de la Unidad de Cirugía Colorrectal del Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona). Uno de los temas abordados en el foro se centra en la hidrosadenitis supurativa, cuya vinculación con la EII parece estar, científicamente hablando, cogiendo forma, según viene a decir De Oca: “Hay escasos estudios epidemiológicos que establezcan esta relación, pero en el informe Hércules recientemente presentado al Ministerio, se estima que la prevalencia de hidrosadenitis supurativa en pacientes con EII oscilaría entre el 7-10%, siendo superior en la enfermedad de Crohn (EC) en comparación con la Colitis Ulcerosa (CU). Realmente, a la hidrosadenitis se la puede considerar como la enfermedad de Crohn de la piel”.
“La forma de identificar a estos pacientes en el contexto de la EII, sobre todo en pacientes con enfermedad de Crohn, sexo femenino y fumadores, requiere introducir en nuestra anamnesis preguntas concretas relacionadas con la aparición de nódulos, ‘golondrinos’, en región axilar, submamaria, glútea, inguinal y perianal”, especifica el doctor De Oca.
La importancia del tratamiento de prevención de la recurrencia tras una resección por EC
El programa científico del Encuentro sobre Enfermedad Inflamatoria Intestinal cuenta con otros apartados destacados, tal y como certifica el coordinador del foro: “Al igual que en ediciones anteriores, hemos procurado traer a debate los temas de mayor actualidad, bien por su novedad o por la controversia que generan. La irrupción de nuevas moléculas en el armamentario terapéutico obviamente ocupará un lugar destacado. Igualmente, la perspectiva quirúrgica, no sólo como opción terapéutica de inicio sino también como factor en la prevención de la recurrencia, será asimismo tratada. Abordaremos el tratamiento de la enfermedad perianal con células madre, algunas controversias en el manejo de los biosimilares, y otros temas clínicos de actualidad”.
En el caso concreto de los biosimilares aplicados en EII, De Oca comenta que “los conocimientos actuales demuestran” que esos fármacos presentan “una eficacia y seguridad similares al producto de referencia, tanto en pacientes naïve* a anti-TNF como en la posibilidad de switch**, aspecto sin embargo este último que sigue en el punto de debate”. Bajo estas premisas, la reducción de los costes asociada al uso de biosimilares “supone un factor importante para contribuir a la sostenibilidad (en parte) del sistema sanitario facilitando, por otra parte, la accesibilidad a terapéuticas de mayor impacto económico”, enfatiza.
Por lo que respecta a la recurrencia, cabe destacar que, en el ámbito de la recurrencia postquirúrgica en enfermedad de Crohn, todos los pacientes que se someten a una resección quirúrgica por EC van a requerir, como norma habitual, tratamiento de prevención de la condición recidivante. Según el especialista, el tipo de terapia “dependerá de la concurrencia de factores de riesgo asociados a la recurrencia (fumador, primera cirugía, patrón penetrante, manifestaciones extraintestinales asociadas, enfermedad perianal, etc...), decidiéndose por inmunomoduladores convencionales (azatioprina/mercaptopurina) o agentes biológicos (infliximab, adalimumab). En pacientes de bajo riesgo una alternativa es realizar a los 6 meses postcirugía mediante una ileocolonoscopia y, según las lesiones, decidir el tratamiento. El futuro vendrá definido por la mejor selección de los candidatos para el tratamiento de prevención asociado al riesgo de recurrencia, el poder optar por la mejor alternativa de tratamiento dependiendo de patrones moleculares de recurrencia (anti-TNF, inhibidores de la IL12/23, o alfa4beta7 integrina), y, en cualquier caso, por un enfoque multidisciplinar del plan terapéutico del paciente”.
La prevalencia de déficit de vitamina D en EII es elevada
En la reunión también se aborda el déficit de Vitamina D en el ámbito de la EII. Actualmente se sabe que la prevalencia de déficit de vitamina D en pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal es elevada (entre un 16-90%, según series) y la prevalencia media es mayor en la enfermedad de Crohn (48%) en comparación con la CU (41%), a lo que hay que añadir la edad joven de los pacientes. “Disponemos de evidencias de que el déficit de vitamina D puede asociarse a una mayor actividad infamatoria, mayor pérdida de respuesta a tratamientos biológicos, probabilidad de recidiva y patrón evolutivo de tipo penetrante. Evidentemente, son datos que requieren su análisis en el contexto de estudios controlados y bien diseñados”, indica el doctor De Oca.
Finalmente, el facultativo considera que la sincronización entre los fármacos clásicos y los nuevos o de mayor actualidad “es un punto clave y trascendente. En el plan terapéutico de nuestros pacientes debemos incorporar de forma progresiva nuevas opciones de tratamiento con acciones sobre diferentes dianas terapéuticas. El hecho de no disponer de indicadores que nos ayuden a definir en qué pacientes pueden ‘funcionar’ mejor los biológicos convencionales (anti-TNF) o los nuevos agentes, nos obliga a seguir utilizando el escenario de las pérdidas de respuesta/fallos primarios al tratamiento con anti-TNF”.
“Sin embargo -concluye-, un mejor conocimiento de otras vías en la fisiopatología de la enfermedad de Crohn, y la importancia de controlar la inflamación en fases tempranas para prevenir el daño intestinal, hace que, una vez identificados los pacientes con riesgo de padecer un curso evolutivo complicado, los nuevos fármacos biológicos supongan un punto de innovación en el manejo de los mismos”.
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* Pacientes naïve: pacientes que no han recibido tratamiento previo, en este caso con anti-TNF
** Switch: cambio o intercambiabilidad (paso de un anti-TNF a biosimilar)