Redacción Farmacosalud.com
Se está cociendo en el horno y quizás no falte demasiado para servirlo a los diabéticos: en 2021 podría llegar al mercado la forma más avanzada de un páncreas artificial no invasivo y en forma de parche que, según su ideólogo, el doctor Eduardo W. Jorgensen, CEO y cofundador de la empresa MedicSen, es efectivo tanto en ayunas como tras la ingesta de comida. Desde luego, toda una revolución en el tratamiento de la diabetes.
Jorgensen ha sido designado innovador español del año 2017 por la revista del Massachusetts Institute of Technology (MIT) (Estados Unidos) por su idea de crear un páncreas artificial no invasivo. Actualmente, para los diabéticos existen las jeringuillas y los dispositivos tipo bolígrafo, en los que se usa una aguja para introducir la insulina en el cuerpo. También están las bombas de insulina, que funcionan con un catéter conectado al tejido subcutáneo 24 horas al día. “Todos estos dispositivos son invasivos porque todos introducen algo físico dentro del cuerpo del paciente”, recuerda el experto. En cambio, el prototipo de páncreas artificial que la firma MedicSen pretende sacar al mercado se caracteriza por su suave administración, sin inserciones que atraviesen la piel.
El innovador dispositivo consta de tres grandes apartados:
a) el primero es un algoritmo que se nutre de la información procedente de unos sensores que llevan puestos los pacientes (monitores continuos de glucosa, smartwatches, fit bands). Con esa información, el sistema puede predecir la cifra futura de glucosa que va a tener el diabético.
b) La segunda parte del proceso se caracteriza por la comunicación que se establece con el usuario a través de una interfaz tipo chat en un smartphone (teléfono inteligente), lo que facilita la adherencia al tratamiento porque permite que el paciente introduzca datos -ya sea con comandos de voz o de texto, como si fuese un whatsapp- con el fin de recibir información y recomendaciones. Por ejemplo, el usuario puede decir ‘he comido una ensalada César tamaño normal’ y formular preguntas del estilo ‘¿qué pasa si me tomo un refresco de cola dentro de media hora? Entonces, el sistema le da su predicción de glucosa y una recomendación.
c) Y por último, se cierra el círculo de tratamiento con un dispositivo sin agujas, en formato tipo parche, que administra la insulina a través de la piel, sin daño ni para la capa cutánea ni para la molécula, con lo cual se convierte en un páncreas artificial no invasivo.
Tener en cuenta la ingesta de comida, el ejercicio físico, el estrés…
De acuerdo con el doctor Jorgensen, el novedoso dispositivo es efectivo tanto en ayunas como tras la ingesta de comida: “De hecho, una de las cosas que nos motivó desde el primer momento fue constatar que los pacientes vivían mucha incertidumbre (con su glucemia) y, entonces, se nos ocurrió solucionar ese problema adelantándonos a lo que iba a pasar, de ahí el predictor de glucosa… lo que hacemos es decirles qué les va a pasar. Y como nuestro sistema entiende cómo funciona el cuerpo con las distintas ingestas de carbohidratos, con el ejercicio, etc., es capaz de manejar al paciente tanto en ayunas como en situaciones de ingesta. Pero vamos más allá, porque para nosotros es muy importante no sólo la ingesta de comida, sino el resto de parámetros que afectan a la diabetes, como puede ser el ejercicio físico, el estrés, algunas hormonas, el período en las mujeres… hay una serie de variables que tienen mucho que ver, que modifican la curva de glucemia en el paciente, y que nosotros incluimos en nuestro algoritmo para hacerlo más efectivo”.
Los dispositivos actuales para diabéticos dejan la insulina a nivel subcutáneo (debajo de la piel) para que, mediante absorción, esta sustancia llegue hasta el torrente sanguíneo. Hoy en día, la inyección directamente a la sangre mediante jeringuillas sólo se lleva a cabo en los hospitales. Tradicionalmente, se han usado las agujas porque ‘romper’ la barrera de la piel con un punzón es mucho más fácil y rápido que hacerlo apretando, por ejemplo, con un objeto romo. “Nuestro objetivo era encontrar, en primer lugar, una técnica que permitiese conseguir que estas moléculas tan grandes (insulina) atravesaran la piel, y en segundo lugar hacerlo con un formato reducido, wearable, tipo parche. Para que se entienda fácilmente, usaré imágenes de frutas para una comparativa: la nicotina de los conocidos parches de nicotina que se usan para dejar de fumar es muy ‘pequeñita’, tendría el tamaño de una uva, mientras que la insulina tendría el tamaño de una sandía. Por eso, tradicionalmente, las insulinas se han introducido con agujas, y la nicotina con parches transdérmicos, por la fácil absorción de la nicotina. Nosotros lo que hemos conseguido es que la piel acepte esas ‘sandías’, que son la insulina, como si fuesen las ‘uvas’ de la nicotina, gracias a la tecnología que hemos desarrollado y patentado", ejemplifica Jorgensen.
El potencial de utilidad del nuevo sistema va más allá de la insulina
"Nosotros depositamos la insulina en el mismo sitio que la depositan los bolígrafos, y luego la dosis ya sigue su camino hasta llegar al torrente sanguíneo. Las células de la piel estén muy juntas y se mantienen fuertemente apretadas… lo que hemos logrado con nuestra tecnología es relajar esas uniones, creando una especie de poro, a través del cual introducimos el fármaco. Por cierto, este sistema no sólo sirve para la insulina, sino que también es útil para un montón de moléculas distintas: heparina, fármacos antihipertensivos, etc”, detalla.
MedicSen ha dividido su proyecto en dos etapas para hacerlo más viable: en la primera, se desarrollará el parche en un formato que podría denominarse ‘jeringuilla sin agujas’. Aquí, el usuario tiene que operar manualmente, como si fuera un ‘boli’ de insulina, y decidir qué cantidad quiere administrarse en cada momento. Se calcula que el dispositivo podría estar en el mercado a finales de 2019. La segunda etapa lleva más tiempo y más recursos y se centra en el páncreas artificial propiamente dicho, o sea, cuando el parche empiece a ser guiado autónomamente por el algoritmo y actúe de manera inteligente, tomando las decisiones por sí mismo. Como muy pronto, este sistema más avanzado podría empezar a comercializarse en 2021.
Según Jorgensen, la aplicación vinculada a la nueva metodología ya está disponible, bajo el nombre de MedicSen, en Google Play Store para descarga en teléfonos Android: “Ya la están descargando usuarios, quienes van aportándonos comentarios al respecto para mejorarla”. Tras la finalización de las pruebas de laboratorio, las primeras pruebas en humanos llegarán a lo largo de este 2018. Primero se estudiará el funcionamiento del software y el hardware del nuevo dispositivo por separado, mientras que en 2019 y en 2020 se llevarán a cabo los ensayos con ambas partes conectadas.