Redacción Farmacosalud.com
Los farmacéuticos comunitarios están trabajando en dos pruebas piloto encaminadas a ampliar los horizontes asistenciales de estos establecimientos sanitarios. Una de las iniciativas se centra en realizar el seguimiento a pacientes crónicos complejos desde las farmacias, utilizando los sistemas personalizados de dosificación que ya ofrecen a día de hoy muchos farmacéuticos en Barcelona y que ayudan a los pacientes a realizar un mejor seguimiento de los tratamientos. La otra iniciativa está relacionada con la prevención de riesgo cardiovascular, han informado desde la Fundación Josep Laporte de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la compañía Pfizer.
El presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Catalunya y del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi De Dalmases, ha abordado en la VII edición del ‘Esmorzars Sanitaris 2.0’ (Desayunos Sanitarios) la situación del sector, sus orígenes y su futuro, y ha profundizado también sobre las apuestas estratégicas de la profesión farmacéutica y el camino que quieren seguir en coordinación con el resto de profesionales de la salud y la Administración sanitaria. En este sentido, De Dalmases ha puesto el énfasis en la importancia de evolucionar y apostar por la ampliación de la cartera de servicios asistenciales que se ofrecen desde la farmacia y que actualmente ya incluye, por ejemplo, la detección precoz de la infección por VIH desde la farmacia comunitaria o la participación del farmacéutico en el cribado de cáncer de colon.
Necesidad de servicios en una sociedad cada vez más envejecida
Asimismo, el presidente del CCFC y del COFB ha destacado todo el potencial de los profesionales farmacéuticos para resolver demandas de salud de la sociedad, una sociedad cada vez más envejecida, en la que la atención a los pacientes crónicos será un pilar de trabajo fundamental. De hecho, De Dalmases ha explicado que ya se está trabajando en la puesta en marcha de una prueba piloto para realizar el seguimiento a pacientes crónicos complejos desde la farmacia, utilizando, entre otras herramientas, los sistemas personalizados de dosificación que ya ofrecen a día de hoy más de 2.300 farmacéuticos en Barcelona y que ayudan a los pacientes a realizar un mejor seguimiento de los tratamientos, logrando una mayor adherencia y evitando errores de medicación.
Todos estos proyectos requieren una gestión del conocimiento que, según De Dalmases, debe cobrar un papel cada vez más relevante tanto en el día a día de ejercicio de la profesión como a la hora de replantearse nuevos modelos retributivos que palien los efectos de la disminución continua de los precios de los medicamentos.
Aprovechar la red creada por la implantación de la receta electrónica
Para continuar avanzando en la línea de ofrecer nuevos servicios asistenciales, los farmacéuticos cuentan además con una herramienta con un gran potencial: la red creada para la implantación de la receta electrónica, clave para facilitar la gestión de estos servicios y compartir datos con otros profesionales sanitarios, tanto del ámbito público como privado. De hecho, el colectivo está trabajando en una prueba piloto relacionada con la prevención de riesgo cardiovascular, acordada de forma pionera en el Estado con una entidad aseguradora privada, en este caso, Mútua General de Catalunya.