Redacción Farmacosalud.com
Roche ha anunciado que el Comité Europeo de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) ha emitido una opinión positiva para el uso de Ocrelizumab para las formas activas de esclerosis múltiple en brotes definida por sus características clínicas o a través de imagen, y para esclerosis primaria progresiva (EMPP) temprana en función de la duración de la enfermedad, de los niveles de discapacidad y de las características de la actividad inflamatoria determinada por pruebas de imagen. La esclerosis múltiple afecta en Europa a 700.000 personas y la mayoría de ellas padecen estas dos formas de la enfermedad[1,2]. En España, la cifra asciende a 46.000 personas. De aprobarse, Ocrelizumab se convertiría en el primer y único fármaco disponible en Europa para la EMPP, que es una de las formas más incapacitantes de EM.
La opinión positiva del CHMP se ha basado en los resultados de tres estudios fase III que han alcanzado sus objetivos primarios y los principales objetivos secundarios. Los datos de dos ensayos fase III idénticos en pacientes con EMR (OPERA I y OPERA II), muestran que Ocrelizumab presenta una eficacia superior en la reducción de la tasa de recaídas por año, disminuyéndola casi a la mitad, y retrasa significativamente la progresión de la enfermedad en comparación con dosis altas de interferón beta-1a durante el período de tratamiento controlado de dos años. Ocrelizumab, que se administra por infusión intravenosa, también incrementó significativamente el porcentaje de pacientes que no presentaban evidencias de actividad de la enfermedad (NEDA) (lesiones cerebrales, recaídas y progresión de la discapacidad).
En EMPP, el fármaco reduce significativamente la progresión de la discapacidad
En otro estudio fase III en pacientes con EMPP (ORATORIO), Ocrelizumab fue el primer y único tratamiento que redujo significativamente la progresión de la discapacidad y los signos de actividad de la enfermedad en el cerebro (lesiones vistas en RM) en comparación con placebo con un seguimiento medio de tres años.
Los efectos secundarios más comunes asociados a Ocrelizumab en todos los estudios fase III fueron reacciones relacionadas con la infusión e infecciones del tracto respiratorio superior, que fueron en su mayoría de gravedad leve-moderada y afectaron al 25% de los pacientes. Tras la opinión positiva del CHMP, se espera que Ocrelizumab sea aprobado por la Comisión Europa en los próximos meses. Tras esta decisión, la autorización de comercialización será validada por los 28 estados miembro de la Unión Europea. Ocrelizumab ha sido aprobado en diversos países de América del Norte, América del Sur, Oriente Medio, así como en Australia y Suiza. Hasta la fecha, han sido tratados con el fármaco aproximadamente 20.000 pacientes.
La nueva terapia actúa selectivamente sobre los linfocitos B CD20-positivos
Ocrelizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado diseñado para actuar selectivamente sobre los linfocitos B CD20-positivos. Estos linfocitos son un tipo específico de célula inmunitaria que podrían contribuir de forma clave a los daños en la mielina (que aísla y soporta las células nerviosas o neuronas) y en los axones (una parte de las neuronas), lo que puede provocar discapacidad en las personas con EM. Estudios preclínicos indican que Ocrelizumab se une a las proteínas de las células CD20 presentes en determinadas células B, pero no en las células madre ni en las plasmáticas, y por tanto se podrían preservar funciones importantes del sistema inmune. Ocrelizumab se administra por infusión intravenosa cada seis meses; la primera dosis, en dos infusiones de 300 mg administradas con dos semanas de diferencia, y las posteriores, en una única infusión de 600 mg.
Los OPERA I y II son dos estudios internacionales multicéntricos fase III, aleatorizados, doble ciego y con doble simulación que evalúan la eficacia y seguridad de Ocrelizumab (en dosis de 600 mg por infusión intravenosa cada seis meses) frente a interferón beta-1a (en dosis de 44 microgramos administradas por inyección subcutánea tres veces a la semana) en 1.656 pacientes con EM recurrente. En estos estudios la forma recurrente se definió como EM remitente recurrente (EMRR) y EM secundaria progresiva con brotes. El porcentaje de pacientes que experimentaron efectos secundarios e infecciones graves en el grupo Ocrelizumab fue similar al del grupo que recibió altas dosis de interferón beta1a.
ORATORIO es un estudio fase III, multicéntrico, randomizado, doble ciego, que ha evaluado la seguridad y eficacia de Ocrelizumab (600 mg administrado por infusión intravenosa cada seis meses; administrado en dos infusiones de 300 mg con dos semanas de diferencia) frente a placebo en 732 pacientes con EMPP. El período de tratamiento ciego del estudio ORATORIO continuó hasta que todos los pacientes habían recibido la terapia con Ocrelizumab o placebo al menos durante 120 semanas y se alcanzó un número predefinido de eventos de progresión confirmada de la discapacidad (PCD). El porcentaje de pacientes que experimentaron efectos secundarios y efectos secundarios graves en el grupo Ocrelizumab fue similar al del grupo placebo.
La EM, principal causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica para la que actualmente no existe cura[3,4]. Se estima que afecta a unas 46.000 personas en España, de los que un 70% son mujeres. La EM se produce por una alteración del sistema inmune que ataca a las estructuras de aislamiento y apoyo que rodean las neuronas del cerebro, la médula espinal y el nervio óptico, provocando inflamación y las consiguientes lesiones. El daño neuronal puede provocar una amplia sintomatología como debilidad muscular, cansancio y problemas de visión, que pueden conducir a una discapacidad[5-7]. La mayoría de los afectados experimentan su primer síntoma entre los 20 y los 40 años de edad, siendo esta enfermedad la principal causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes[4].
La EMRR es la forma más común de la enfermedad y se caracteriza por sufrir episodios de signos o síntomas nuevos o que empeoran (recaídas), seguidos de periodos de recuperación[8,9]. Aproximadamente, el 85% de las personas con EM son inicialmente diagnosticadas con EMRR[10]. La mayoría de las personas con EMRR experimentan un empeoramiento constante de los síntomas y evolucionan a EM Secundaria Progresiva (EMSP), con o sin recaídas[10]. Las formas en brotes de EM (EMR) incluyen a los pacientes con EMRR y con EMSP que continúan experimentando recaídas. La EMPP es una forma debilitante de la enfermedad, caracterizada por un empeoramiento continuo de los síntomas, pero generalmente sin periodos diferenciados de recaída y remisión[2]. Aproximadamente el 15% de las personas diagnosticadas de EM sufren la forma primaria progresiva[10].
Todas las personas con EM experimentan actividad de la enfermedad -inflamación en el sistema nervioso y pérdida permanente de células nerviosas en el cerebro- incluso cuando sus síntomas clínicos no son evidentes o no parecen empeorar[11]. Un objetivo importante en el tratamiento de la EM es reducir la actividad de la enfermedad tan pronto como sea posible para disminuir la rapidez con que la discapacidad de una persona progresa[12]. A pesar de las terapias modificadoras de la enfermedad disponibles (TME), algunas personas con EMRR continúan experimentando actividad de la enfermedad y progresión de la discapacidad.
Referencias
1. European Multiple Sclerosis Platform. MS Facts. Available at: http://www.emsp.org/about-ms/
2. Multiple Sclerosis International Federation. Types of MS. Available at https://www.msif.org/about-ms/types-of-ms/.
3. National Institutes of Health-National Institute of Neurological Disorders and Stroke. Multiple Sclerosis: Hope Through Research. Available at: https://www.ninds.nih.gov/Disorders/Patient-Caregiver-Education/Hope-Through-Research/Multiple-Sclerosis-HopeThrough-Research.
4. Multiple Sclerosis International Federation. (2013). Atlas of MS 2013. Available at: http://www.msif.org/about-us/advocacy/atlas/.
5. Ziemssen T. (2005). Modulating processes within the central nervous system is central to therapeutic control of multiple sclerosis. J Neurol, 252(Suppl 5), v38-v45.
6. Hauser S.L. et al. (2012). Multiple sclerosis and other demyelinating diseases. In Harrison’s Principles of Internal Medicine (pp.3395- 3409). New York, NY: McGraw Hill Medical.
7. Hadjimichael O. et al. (2007). Persistent pain and uncomfortable sensations in persons with multiple sclerosis. Pain, 127(1-2):35-41.
8. Lublin F.D., Reingold S.C. (1996) Defining the clinical course of multiple sclerosis: results of an international survey. National Multiple Sclerosis Society (USA) Advisory Committee on Clinical Trials of New Agents in Multiple Sclerosis. Neurology, 46(4):907–11.
9. Lublin F.D. et al. (2014). Defining the clinical course of multiple sclerosis. Neurology, 83(3):278-86.
10. National Multiple Sclerosis Society. Types of MS. Available at http://www.nationalmssociety.org/What-is-MS/Types-of-MS.
11. Erbayat A, et al. (2013). Reliability of classifying multiple sclerosis disease activity using magnetic resonance imaging in a multiple sclerosis clinic. JAMA Neurol, 70(3):338-44. MS Brain Health. Time Matters in Multiple Sclerosis. Available at http://msbrainhealth.org/perch/resources/time-matters-in-msreport-may16.pdf.
12. MS Brain Health. Time Matters in Multiple Sclerosis. Available at http://msbrainhealth.org/perch/resources/time-matters-in-ms-report-may16.pdf.