Redacción Farmacosalud.com
Concienciación + acción = protección. Es la ecuación que se han marcado las farmacias catalanas y que se distingue por constituir algo así como una ‘declaración de guerra total’ contra la gripe. Concienciación: dispensadores de solución antiséptica para trasladar a la población la importancia de prevenir la actividad gripal mediante actos tan cotidianos como lavarse las manos con frecuencia. Acción: las conocidas como farmacias centinelas -espacios integrados en el sistema de vigilancia epidemiológica- pretenden lograr la detección precoz de personas que puedan estar sufriendo un cuadro gripal, lo que de materializarse permitiría adelantarse hasta 12 días a la aparición de un posible brote epidémico, hecho que sin lugar a dudas contribuye a mejorar la respuesta asistencial. Se trata, pues, de una iniciativa de ámbito autonómico pero que por su espíritu de actuación integral es un ejemplo a seguir para afrontar, desde un punto de vista preventivo, la temporada de gripe en cualquier otro territorio.
En 3.183 farmacias de Cataluña se pueden y se podrán encontrar los dispensadores de solución antiséptica, cuya función, como se ha señalado anteriormente, es la de potenciar el lavado correcto y consistente de manos como medida fundamental para evitar la transmisión del virus de la gripe. Esta acción, enmarcada en la campaña de la gripe 2017-2018, se ha impulsado conjuntamente desde el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC), el Departamento de Salud de la Generalitat, la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC) y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria de Cataluña (SEFAC Cataluña), con la colaboración de Acofarma.
¿Quién forma parte de la población de riesgo ante la gripe?
La colocación de los dispensadores también busca, bajo el lema ‘La gripe se detiene aquí’, promover la vacunación entre la población de riesgo, especialmente aquellas personas que no frecuentan la atención médica pero que sí visitan habitualmente la farmacia -este es el caso, por ejemplo, de los pacientes jóvenes con enfermedades crónicas estabilizadas-, y entre los más de 7.000 profesionales del colectivo farmacéutico, favoreciendo así su inmunización en los Centros de Atención Primaria.
Entre la población de riesgo se encuentran los individuos con alta probabilidad de complicaciones (personas de 60 años, pacientes con problemas de salud crónicos y factores de riesgo y mujeres embarazadas); individuos que pueden transmitir la gripe a personas de alto riesgo (trabajadores sanitarios, contactos y cuidadores de estos individuos), y personas que realizan servicios esenciales para la comunidad (policías, bomberos, personal de protección civil, trabajadores expuestos a aves o cerdos y aves salvajes).
Una vez finalizada la campaña se realizará una encuesta epidemiológica para estimar la proporción de personas en la población de riesgo no vacunadas con el fin de analizar cuál puede ser el valor añadido de la integración de la farmacia comunitaria en la estrategia vacunal. En el marco de esta campaña, por primera vez sociedades científicas y empresariales, organización profesional y Departamento de Salud han trabajado conjuntamente para integrar las farmacias comunitarias en la prevención de la gripe. Gracias a su cercanía y accesibilidad, los establecimientos farmacéuticos son el primer punto de acceso a la cadena sanitaria ante procesos de baja complejidad, aparte de ser los espacios sanitarios más frecuentados por la población ambulatoria sana, por lo que se convierten en un recurso útil a la hora de informar y aconsejar a la población más vulnerable frente a la gripe, contribuyendo así a aumentar las tasas de vacunación.
La importancia de la vigilancia sindrómica
A todo esto, 60 farmacias centinelas se han integrado en la estrategia de vigilancia epidemiológica sindrómica para conseguir una detección precoz de personas que puedan estar sufriendo un cuadro gripal. Concretamente, a partir de un formulario de registro epidemiológico validado, los farmacéuticos registran y notifican una serie de datos, con los que se persigue obtener información que ayude a adelantarse entre 5-12 días a la aparición del brote epidémico, hecho que contribuye a mejorar la respuesta asistencial.
Según Rafael Guayta-Escolies, director de Projectes i Recerca del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya [director de Proyectos e Investigación del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña], “la creación de la red de farmacias centinela debe verse en el escenario estratégico de la existencia de un sistema de vigilancia epidemiológica para la monitorización de fenómenos epidemiológicos que constituyen la base para la determinación de la magnitud y evolución de procesos determinantes de salud o factores de riesgo y el impacto de los mismos sobre la población y, por ende, la carga de enfermedad y el consumo de recursos que puede suponer para el sistema nacional de salud. En concreto, se halla integrada en la Línea 3 referida a Salud Pública del Pla de Salut [Plan de Salud] de Catalunya 2016-2020 (el Proyecto 3.5). No cabe, pues, ver dicha red de farmacias centinela como una actividad aislada, sino como un proceso integrador de las farmacias comunitarias en los sistemas de vigilancia epidemiológica existentes a otros niveles”.
“Una de las funciones que se desarrollan en la red de farmacias centinela es la de la vigilancia sindrómica -prosigue Guayta-Escolies-. Dicha actividad consiste en aprovechar la accesibilidad, capilaridad social, equilibrio territorial y demás fortalezas de la red para, en base a la elevada frecuentación de los ciudadanos, poder detectar la aparición de pródromos o síntomas preclínicos anteriores al período de estado de una enfermedad, lo cual constituye la base del establecimiento del diagnóstico de certeza. El procedimiento persigue identificar los primeros síntomas o signos de los procesos que se pretenden monitorizar y que, a menudo, el paciente expresa como una demanda precoz de atención farmacéutica en busca de una indicación de tratamiento sintomático. Dichas estrategias se han demostrado eficaces en diferentes países de nuestro entorno, permitiendo adelantarse en unos días a la aparición de casos índice comprobados o situaciones de brote epidémico estacional, lo que permite mejorar la respuesta del sistema antes dichas eventualidades”.