Dra. Miriam Mata Jorge / Redacción Farmacosalud.com
“La enfermedad materna rara vez contraindica la lactancia materna; una excepción en países desarrollados es la infección por el VIH; en estos casos sí que es aconsejable alimentar al niño con fórmula artificial, no así en países donde el acceso a las fórmulas infantiles es complicado, ya que es primordial la nutrición del bebé”, explica la doctora Miriam Mata Jorge, miembro del grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP). En casos de sepsis e infección por el virus del herpes simple en la mama también puede recomendarse la suspensión del acto de dar el pecho, al menos de forma temporal. En cuanto a las bebidas alcohólicas, la doctora Mata recuerda que “el riesgo cero con el alcohol no existe”, de manera que “lo mejor es evitar su consumo cuando se está amamantando, así como durante el embarazo”. Pero “si la madre bebe algo de alcohol, al menos debe saber que lo mejor es que pase el mayor tiempo posible desde su ingesta hasta el amamantamiento (al menos 2 horas)”, destaca la pediatra.
-En condiciones normales, la mayoría de las madres lactantes pueden alimentar a sus hijos con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como indica la OMS. Hay situaciones excepcionales que desaconsejan su uso [1]. ¿En qué casos de madre enferma no debe darse el pecho? ¿Sólo en patologías graves, o también cuando éstas son leves?
La enfermedad materna rara vez contraindica la lactancia materna; una excepción en países desarrollados es la infección por el VIH; en estos casos sí que es aconsejable alimentar al niño con fórmula artificial, no así en países donde el acceso a las fórmulas infantiles es complicado, ya que es primordial la nutrición del bebé.
Hay circunstancias en las que la gravedad de la enfermedad materna puede condicionar una suspensión temporal de la lactancia (ej: sepsis); también se aconseja cuando la madre presenta una infección local por el virus del herpes simple a nivel de la mama, ya que el lactante puede contagiarse y enfermar gravemente.
-¿Una mujer no debe amamantar si toma cualquier tipo de droga o está enganchada a ellas?
Las drogas tienen efectos perniciosos en los niños amamantados, ya que parte de las mismas se transmite al niño por la leche materna[2]. En estos casos debe intentarse que la madre deje de consumir la droga y puede aconsejarse una suspensión temporal de la lactancia si el consumo se produce en un período corto de tiempo. Si se confirma una adicción a opiáceos, cocaína o cannabis debe desaconsejarse la lactancia[3]. Las mujeres que realizan tratamientos de deshabituación con metadona pueden amamantar a sus hijos, dado que se ha visto que el beneficio supera los riesgos en estos casos[4].
-Si una madre está medicándose, ¿en qué casos es inviable o bien se desaconseja dar el pecho a un bebé?
Hay muchos medicamentos que presentan un buen perfil de seguridad para madres lactantes. Sin embargo, con otros hay que tener precaución o evitar la lactancia si su uso es imprescindible:
• Medicamentos con efectos colaterales indeseables para el lactante (ej: psicofármacos sedantes, antiepilépticos, opiáceos y sus combinaciones); siempre debemos elegir los fármacos más seguros para el niño. En la página web e-lactancia.org se indica el nivel de seguridad de los medicamentos de uso habitual
• Iodo radioactivo-131 (si la madre precisa este tratamiento puede reiniciar la lactancia pasados 2 meses)
• Yodo o yodóforos tópicos (povidona yodada), especialmente en heridas abiertas o membranas mucosas; su uso excesivo puede alterar la función tiroidea del lactante, por lo que deben evitarse
• Quimioterapia citotóxica: precisa la suspensión de la lactancia durante su administración.
-¿Si una madre no está demasiado convencida -antes de dar a luz y tras los primeros días de dar el pecho- de querer amamantar con su propia leche, es mejor persuadirla de que se pase a la lactancia artificial?
La lactancia materna es lo mejor para el niño. Proporciona los nutrientes adecuados y a nivel inmunitario transmite protección frente a numerosas enfermedades a través de los anticuerpos maternos, por lo que, al contrario, nuestra labor será intentar convencerla de que amamante a su hijo. Es muy importante aquí el trabajo de las matronas y pediatras para intentar aclarar todas las posibles dudas de la madre acerca de la lactancia y saber exponer sus enormes beneficios; entre otros, previene la obesidad y mejora el desarrollo de la capacidad intelectual del niño.
-Se han documentado los numerosos efectos adversos asociados a la depresión materna posparto. Estas investigaciones han encontrado consecuencias negativas a nivel del vínculo madre-hijo(a) y el desarrollo infantil, tanto en términos emocionales, conductuales como cognitivos[5]. ¿Ante una depresión postparto, qué criterios deben prevalecer a la hora de decidir mantener o bien suspender la lactancia materna?
Deberemos intentar mantener la lactancia precisamente por ese motivo, para intentar reforzar ese vínculo materno-filial, salvo que la situación de la madre sea lo suficientemente grave como para suspenderla. Esto puede suceder cuando hay reacciones psicóticas asociadas a la depresión, intentos autolíticos… en definitiva, circunstancias que requieran un tratamiento con psicofármacos potentes que puedan perjudicar por sus efectos colaterales al lactante o bien impidan a la madre cuidar del mismo. El empleo de ISRS como la sertralina y el de hipnóticos como el zolpidem es bien tolerado en general por los lactantes, por lo que, si el cuadro depresivo es más leve, puede tratarse sin tener que suspender la lactancia.
-La mayoría de las drogas lícitas e ilícitas consumidas por la mujer lactante pasan a la leche y pueden modificar la producción, volumen y composición de la leche, así como tener hipotéticamente efectos nocivos a corto y largo plazo sobre el lactante[2]. ¿Qué efectos sobre el bebé podrían llegar a tener en los casos más leves, y también en los casos más graves?
Las drogas en general pueden tener efectos euforizantes o sedantes. Cuando el consumo es ocasional, pueden notarse esos efectos de forma más leve en el niño (ej: letargo, hiporexia, irritabilidad, vómitos); pero si el consumo es habitual pueden llegar a producir una depresión respiratoria o incluso shock en el lactante. Cualquier droga consumida de manera rutinaria puede crear una dependencia en el bebé, al igual que en la madre, pudiendo precisar un tratamiento de deshabituación. Los casos más graves, de consumo de sobredosis puntual, pueden llegar a ser letales para la madre y el niño.
-¿Se puede beber una copa de vino tinto al día -teóricamente un hábito sano en un adulto- y amamantar sin ningún tipo de riesgo a un lactante?
El riesgo cero con el alcohol no existe; lo mejor es evitar su consumo cuando se está amamantando, así como durante el embarazo. Hay alternativas sin alcohol, tanto en vinos como en cervezas, además de otras opciones de bebida (leche, zumos naturales). Si la madre bebe algo de alcohol, al menos debe saber que lo mejor es que pase el mayor tiempo posible desde su ingesta hasta el amamantamiento (al menos 2 horas)[6]. No debería sobrepasar el equivalente a un vaso de vino o 2 cervezas. Si la ingesta es habitual, desconocemos los efectos que puedan provocar esas pequeñas cantidades a largo plazo, por lo que se debe aconsejar evitarlas o que el consumo al menos sea ocasional.
-Se recomienda que las madres sean informadas sobre los productos químicos perjudiciales contenidos en los cigarrillos, que pasan para el bebé mediante la lactancia materna, debiendo ser fuertemente motivadas a no fumar durante la gestación y lactancia[7]. ¿Si la madre quiere dejar de fumar mediante tratamiento sustitutivo de nicotina también puede ser perjudicial para el niño si dicha madre toma este sustitutivo de la nicotina y en paralelo sigue amamantando al bebé?
Aunque exista un riesgo bajo, es un paso importante si se somete al tratamiento sustitutivo y habrá que reforzarla continuamente para conseguir que deje de fumar cuanto antes. Al igual que comentamos con el alcohol, deberá consumir el producto justo después del amamantamiento, para que así pase el mayor tiempo posible hasta la siguiente toma (al menos 2-3 horas). Los parches y el chicle de nicotina son compatibles con la lactancia y el bupropion es una alternativa valorable en madres lactantes que lo precisen[6,8]. Se recomienda en tal caso emplear los parches con la menor dosis de nicotina y retirarlos durante el sueño y, en el caso de los chicles, consumir el menor número posible.
Referencias
1. Anderson et al. “Razones médicas aceptables para el uso de Sucedáneos de leche materna”. Disponible en: http://www.who.int/nutrition/publications/infantfeeding/WHO_NMH_NHD_09.01/es/ (consultado el 26/10/2017).
2. Fríguls B, Joya X, García-Algar O, Pallás CR, Vall O, Pichini S. ‘A comprehensive review of assay methods to determine drugs in breast milk and the safety of breastfeeding when taking drugs’. Anal Bioanal Chem. 2010 Jun;397(3):1157-79. doi: 10.1007/s00216-010-3681-0. Epub 2010 Apr 13. Difusión online: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20386886
3. Marcellin L, Chantry AA. Breast-feeding (part IV): Therapeutic uses, dietetic and addictions--guidelines for clinical practice. J Gynecol Obstet Biol Reprod (Paris). 2015 Dec;44(10):1091-100.
4. Müller MJ, Lange M, Paul T, Seeliger S. Breast feeding during methadon- and buprenorphin therapy. Klin Padiatr. 2011 Dec; 223(7):408-13.
5. Jadresic M Enrique. ‘Depresión en el embarazo y el puerperio’. Rev. chil. neuro-psiquiatr. [Internet]. 2010 Dic [citado 2017 Jul 05] ; 48( 4 ): 269-278. [Cita 39: Hostetter B, Stowe Z. Postpartum mood disorders. En: Lewis-Hall F, Williams T, Panetta J, Herrera J, editors. Psychiatric illness in women. Emerging treatments and research. Washington DC: American Psychiatric Publishing Inc, 2002.] Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272010000500003 http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272010000500003.
6. Sarah Reece-Stremtan, Kathleen A. Marinelli and The Academy of Breastfeeding Medicine. ABM Clinical Protocol #21:Guidelines for Breastfeeding and Substance Use or Substance Use Disorder, Revised 2015. BREASTFEEDING MEDICINE Volume 10, Number 3, 2015.
7. PRIMO, Cândida Caniçali et al. ‘Efecto de la nicotina en el niño en amamantación’. Rev. paul. pediatr. [online]. 2013, vol.31, n.3, pp.392-397. ISSN 0103-0582. http://dx.doi.org/10.1590/S0103-05822013000300018. Difusión online: http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0103-05822013000300392&script=sci_abstract&tlng=es
8. Heydari G, Masjedi M, Ahmady AE, et al. A comparative study on tobacco cessation methods: A quantitative systematic review. Int J Prev Med 2014;5:673–678.