Redacción Farmacosalud.com
En España se detectan al año alrededor de 3.000 nuevos casos de tumores cerebrales, según datos manejados por la Sociedad Española de Neurología (SEN). Estas afecciones son, tras el ictus y los traumatismos craneoencefálicos, la principal causa del daño cerebral adquirido y aglutinan más de 120 tipos de tumores. El consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, y el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, han presentado la Guía de Orientación para la Valoración de la Discapacidad en Pacientes con Tumores Cerebrales, en la que ha participado en su elaboración la Doctora Ana Sanz, psico-oncóloga y neuropsicóloga de GenesisCare.
La guía tiene dos objetivos generales: el primero es consolidarse como una herramienta metodológica de información y consenso para los profesionales de la salud que atiendan a esta población. El segundo es informar a los pacientes sobre las reglas de valoración de la discapacidad, el acceso a medidas de protección socio-sanitarias, así como a planes de intervención y orientación laboral.
Tristeza, pérdida de autoestima y apatía, alteraciones más frecuentes
Uno de los problemas que surgen con más frecuencia en los enfermos con esta patología son las alteraciones en diferentes procesos cognitivos, como la atención o la memoria, los síntomas de depresión y los cambios en la personalidad, que impactan de forma negativa en la calidad de vida y se asocian con diferentes grados de discapacidad. En este sentido, Ana Sanz analiza en el manual las alteraciones neuropsicológicas más frecuentes, los procesos de mayor afectación a nivel neurocognitivo y los mecanismos que se asocian a dichas alteraciones, realizando además una propuesta de protocolo de valoración neuropsicológica en pacientes con tumores cerebrales.
De forma específica, los síntomas depresivos, tales como la tristeza, la pérdida de autoestima y/o apatía, son las alteraciones psicopatológicas más frecuentes, que pueden estar presentes en más del 60% de los casos. En este sentido, son importantes, además de por su elevada frecuencia, por su influencia determinante en la calidad de vida de los pacientes, algo que exige un adecuado manejo clínico.
A nivel neurocognitivo, la lentitud en el procesamiento de la información, los fallos en atención y memoria, así como los déficits ejecutivos son algunos de las manifestaciones cognitivas más prevalentes en los pacientes con tumores cerebrales y determinan su la calidad de vida. Este deterioro cognitivo no sólo depende del tipo de tumor, sino también de otros factores como por ejemplo la edad, la reserva neuronal o la progresión de la enfermedad.