Redacción Farmacosalud.com
‘Pienso, luego existo’… Pienso, luego el televisor existe como yo quiero que exista.... Bueno, nos hemos tomado una especie de licencia para se hagan una idea de lo que representa el denominado Brain Computer Interface (BCI) aplicado a la domótica, un revolucionario e innovador sistema que, mediante las ondas cerebrales del paciente, permite controlar los aparatos electrónicos del hogar (encenderse, apagarse), entre otros usos. Indudablemente, el BCI representa toda una ventaja para personas con lesiones neurológicas o con problemas de movilidad. Por ejemplo: según María Teresa Gutiérrez, directora gerente del CRE Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo (León), el Brain Computer Interface de control domótico ha alcanzado una precisión media de alrededor del 74% en personas con parálisis cerebral o que han sufrido traumatismos cerebrales. Desde luego, el futuro ya está aquí, en el presente.
El CRE Discapacidad y Dependencia de León ha creado Brain Computer Interface (BCI), un sistema pionero de electroencefalografía que registra y predice las intenciones cerebrales para el entrenamiento cognitivo y la asistencia a personas con discapacidad o en situación de dependencia a través de la domótica. “Realmente, los sistemas Brain-Computer Interface (BCI), que permiten a los usuarios controlar aplicaciones utilizando únicamente sus ondas cerebrales, no son invención nuestra”, admite Gutiérrez, si bien a continuación matiza que “lo que sí hemos desarrollado nosotros es: 1) la aplicación domótica, que permite controlar los aparatos presentes en un hogar, tales como TV, DVD, reproductor de música, luces, etcétera, mediante un sistema BCI; 2) la aplicación de navegación web, que permite controlar un navegador web y visitar cualquier página web mediante las ondas cerebrales del usuario, así como 3) la plataforma de entrenamiento cognitivo, cuyo objetivo principal es reducir los efectos del envejecimiento a través de la realización recurrente de ciertas pruebas, de nuevo, mediante un sistema BCI”.
El funcionamiento del dispositivo es el siguiente: para empezar, se colocan una serie de electrodos sobre el cuero cabelludo del usuario, con el fin de monitorizar su electroencefalograma (EEG), o señal eléctrica del cerebro. Posteriormente, se hace uso de una serie de señales de control que permiten reconocer las intenciones de esa persona en cada momento. Existen señales de dos tipos: exógenas y endógenas. “Las primeras las hemos empleado en la aplicación domótica y en el navegador web, y son respuestas naturales del cerebro ante un estímulo, por ejemplo, ante una iluminación intensa. De esta manera, generando estimulaciones controladas, podemos determinar la intención del usuario, y actuar en consecuencia. Las segundas las hemos empleado en la aplicación de entrenamiento cognitivo, y requieren que el usuario aprenda a modificar su actividad cerebral de forma intencionada. Dependiendo de la intención que queramos detectar, se pide a los usuarios que se imaginen el movimiento de la mano derecha o izquierda, o que se concentren”, detalla la experta.
Métodos avanzados de procesado de señal para detectar las intenciones correctamente
Tras un periodo de entrenamiento, los usuarios son capaces de incrementar la actividad cerebral en distintas partes de la corteza del cerebro al realizar dichas tareas. Detectando ese incremento de actividad “podemos, por tanto, determinar su intención y actuar en consecuencia. No obstante, las intensidades de estas señales son minúsculas (del orden de micro-voltios) y, por tanto, es necesario aplicar métodos avanzados de procesado de señal para detectar sus intenciones correctamente”, explica. Vamos, que hay quien pueda pensar que el BCI es algo así como un detector de mentiras, pero al revés, o sea, un detector de ‘verdades’, o sea, detectar lo que el usuario quiere que se detecte… Pero no, no es así, tal y como remarca la directora gerente del CRE Discapacidad y Dependencia de León: “Realmente no es ni un detector de mentiras ni de verdades. Lo más intuitivo es pensar que, teniendo en cuenta que es el usuario quien controla el sistema, es éste el que hace que el sistema BCI detecte lo que quiere realizar, es decir, sus intenciones, con el fin de controlar una aplicación”.
Con todo, los pensamientos no se pueden tocar, no son tangibles, no se pueden medir, y pueden ser interpretados de una manera diferente a la pretendida por la persona que utiliza Brain Computer Interface en sus versiones domótica, navegación web y entrenamiento cognitivo. Ahora bien, sus desarrolladores también han pensado en ello, por lo que han creído necesario proveer de una opción de rectificación. En palabras de Gutiérrez, “todo experimento que involucre la participación de seres humanos está sujeto a error, incluso los sistemas BCI. No obstante, dado que detectar la intención del usuario en cada momento no es una tarea ni mucho menos trivial, se suelen emplear mecanismos matemáticos de procesado de señal para asegurarnos con una alta probabilidad de que, efectivamente, se ha determinado correctamente la intención del usuario, si bien esos mecanismos no son infalibles. Normalmente, al usuario se le provee con la opción de deshacer la tarea que ha realizado anteriormente, con el objetivo de solventar las selecciones erróneas”.
La alta variabilidad eléctrica del cerebro, una de las limitaciones del sistema
También conviene destacar que existen ciertas limitaciones inherentes al uso del electroencefalograma como método de registro de la actividad cerebral. La señal eléctrica producida por nuestros cerebros tiene una alta variabilidad entre sesiones y entre personas. Es decir, nuestra señal varía según la hora del día, nuestro estado anímico, motivación, concentración, por diversos factores farmacológicos (tales como el consumo de cafeína, alcohol u otras sustancias), o incluso debido a pequeñas variaciones en la colocación de los electrodos entre sesiones. Asimismo, la señal producida por una persona es radicalmente distinta a la producida por otra. “Aunque cada vez se realizan más esfuerzos por desarrollar novedosos métodos de procesado avanzado de señal que puedan superar estas limitaciones, éstas aún deben tenerse en cuenta a la hora de emplear un sistema BCI. Además, actualmente los sistemas BCI tienen un coste elevado”, reconoce la experta.
Sea como fuere, que un individuo pueda encender y apagar un ordenador sólo con pensarlo, a través de ondas cerebrales -la computadora identifica qué respuestas cerebrales van unidas a un pensamiento y ejecuta la orden- es, sin duda, una especie de ‘milagro’ científico. A pesar de que actualmente se están empezando a utilizar sistemas BCI en el terreno del ocio, la motivación original a la hora de desarrollar estos sistemas se basó en la idea de mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren una grave discapacidad, especialmente motora.
“Los sistemas BCI se han aplicado satisfactoriamente en personas con síndrome de Guillain-Barré, con lesiones medulares, traumatismos cerebrales, parálisis, atrofia muscular, esclerosis lateral amiotrófica o esclerosis múltiple, entre otras. Son este tipo de usuarios los que realmente se beneficiarían de la aplicación domótica y de navegación web desarrolladas, permitiendo aumentar su autonomía y, por ende, su calidad de vida. No obstante, las personas mayores también pueden beneficiarse de este tipo de sistemas, por ejemplo, a través de la plataforma de entrenamiento cognitivo, con el objetivo de combatir los efectos del envejecimiento”, afirma la especialista.
Aún no hay empresas que comercialicen sistemas BCI orientados a un ámbito clínico
“La aplicación de control domótico -prosigue- la hemos evaluado con 15 pacientes que sufren distintas patologías, entre las cuales se encuentran parálisis cerebral y traumatismos cerebrales, alcanzando una precisión media del 74,40%. El navegador web lo hemos probado con 16 pacientes de esclerosis múltiple, así como con 5 sujetos de control, alcanzando precisiones medias del 84,14% para los pacientes y del 95,75% para los sujetos de control. Finalmente, la plataforma de entrenamiento cognitivo la evaluamos con un conjunto de 63 personas sanas mayores de 60 años, subdividido a su vez en un grupo de usuarios, que emplearon la plataforma durante varios meses, y un grupo de sujetos de control, que no lo hicieron. Los resultados demostraron que el grupo de usuarios que emplearon la plataforma incrementaron su percepción visual, su orientación espacial, su capacidad de comunicación y su memoria inmediata y lógica en comparación con el grupo de control”.
Aunque la mayoría de proyectos enmarcados en el campo del BCI aún se encuentran en fase de investigación, actualmente ya se están comercializando varios sistemas sencillos para un uso básico. De acuerdo con Gutiérrez, “existen varias empresas, tales como eMotiv o mBrainTrain, que han empezado a comercializar sencillos sistemas BCI de uso básico con un número muy reducido de electrodos. Estos sistemas están orientados al ocio, a controlar pequeñas aplicaciones en los smartphones o a visualizar la señal cerebral del usuario. No obstante, aún no existen empresas que comercialicen sistemas BCI orientados a rehabilitación o a un ámbito clínico”.
Las impresoras 3D y los smartphones, importantes herramientas
Gutiérrez ha atendido a www.farmacosalud.com con motivo de las XXIII Jornadas Científicas de ASPAYM Madrid. José Antonio Hernández, responsable de la Escuela TIC de la Fundación del Lesionado Medular (FLM), ha aprovechado la celebración del evento para especificar la labor que realiza la entidad a través de la impresión 3D en materia de productos de apoyo para personas con lesión medular: así, la FLM, que cuenta con dos impresoras, imprime productos en tres dimensiones que suponen una mejora para el usuario y un abaratamiento del coste del producto. Además, en la FLM trabajan para detectar necesidades no resueltas y tratar de darles una solución. “Son los propios usuarios los que detectan sus necesidades, diseñan la solución y la crean”. Para Hernández, “el mundo de la impresión y el escáner 3D abre un gran horizonte porque con una maquinaria relativamente económica se puede imprimir gran cantidad de material”. Además, “todavía no hemos visto todo el potencial de estas tecnologías y queda mucho por mejorar. En un futuro podremos comprar un objeto e imprimirlo en casa”, agrega.
Por otro lado, Gustavo Adolfo Díaz, socio de ASPAYM Madrid y técnico de la Federación Nacional ASPAYM, apunta que los smartphones le proporcionan una “mayor autonomía, con un sinfín de posibilidades y aplicaciones; por ejemplo, a la hora de desplazarme o conocer la accesibilidad de un lugar”. Díaz ha presentado algunas aplicaciones como Tur4all, Wheelmap o Accessibility Plus, de las cuales ha dicho que le aportan información fiable y le permiten actuar de forma independiente, reduciendo su necesidad de asistencia.
“Debemos sancionar a las personas que autorizan obras que no son accesibles”
El director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Borja Fanjul, ha destacado en la Mesa ‘Accesibilidad Universal: Horizonte 2017’ la importancia de crear una sociedad más justa e igualitaria y ha incidido en que, “cuando hablamos de accesibilidad, no debemos centrarnos en las barreras arquitectónicas, sino en aspectos universales que afecten a cualquier tipo de discapacidad”. Asimismo, comenta que actuar así “es más complicado y costoso, pero es un mandato legal, un derecho fundamental para poder decir que vivimos en una sociedad libre”. De la misma manera, remarca la necesidad de incorporar la accesibilidad en todos los ámbitos de la vida de las personas con discapacidad, por lo que “debemos sancionar a las personas que autorizan obras que no son accesibles”.
Por su parte, el asesor jurídico del CERMI, Óscar Moral, sostiene que “la Comunidad de Madrid ha recibido alrededor de 500 denuncias desde 1997, y son muy pocas”, dadas las escasas posibilidades de éxito. “Hagámoslo todos para que se envíen al CERMI o a ASPAYM Madrid y las llevemos a las reuniones con la Administración”, según añade. Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), ha sido el encargado de moderar la Mesa ‘Accesibilidad Universal: Horizonte 2017’, en la que se debatido en torno a la campaña ‘Horizonte Accesibilidad 4 de diciembre’, que persigue la toma de conciencia sobre la accesibilidad universal como una cuestión de derechos humanos. Fefa Álvarez, asesora del CERMI en materia de espacios con acceso asequible, asegura que “actualmente hay muchas carencias” en este ámbito “y existe un incumplimiento de los plazos establecidos. Tenemos que hacer un esfuerzo que requiere de una continuidad e investigación”.
Por último, Yolanda Hernández, terapeuta ocupacional de ASPAYM Madrid, ha presentado el proyecto ‘Liberty Responde’, que a través de Liberty Seguros y ASPAYM Madrid apoya a las personas con lesión medular en cuanto a consultas de accesibilidad en el hogar, normativa sobre adaptación de espacios, o subvenciones y ayudas. Se trata de un proyecto gratuito y confidencial con información que gestiona íntegramente ASPAYM Madrid y que trata de poner solución para las personas con lesión medular en materia de accesibilidad en la vida diaria.
La terapia celular prosigue su avance
A todo esto, el doctor Jesús Vaquero, director del Área de Neurociencias de la Fundación para la Investigación del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, asegura que la terapia celular, por la que se inyectan células para recuperar sensibilidad en los músculos afectados por una lesión medular, prosigue su avance para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Según el doctor Vaquero, “el 80% de las personas con las que trabajamos en los ensayos y que tienen lesión medular incompleta han recuperado sensibilidad gracias a la terapia celular”.
De acuerdo con Vaquero, este tratamiento ayuda, sobre todo, a sujetos “que tienen un sistema nervioso sano, pero no garantiza el éxito en una persona con una lesión medular completa”. Esta terapia puede contribuir a mejorar el control de los esfínteres de forma significativa: “Más del 80% de los pacientes logra mejorar el intestino neurógeno al cabo de tres o cuatro sesiones”, precisa. De hecho, ha expuesto diversos casos en los que personas afectadas por una lesión medular pueden controlar de forma más efectiva la incontinencia y mejorar de forma efectiva el vaciado de la vejiga. La terapia celular también supone una mejora en la espasticidad y en la función sexual, sobre todo en el momento de la eyaculación, evitando las dificultades que experimentan los lesionados medulares en esas circunstancias. Sin embargo, el facultativo destaca que dicha terapia se encuentra todavía en fase temprana de investigación, de manera que se desconoce “hasta dónde puede llegar la mejora, pero estamos aprendiendo muchas cosas que pensábamos que no se podían lograr”.
Vaquero ha participado en la sesión ‘Reparación Medular: Avances en la Investigación’, donde también han intervenido varias personas que han participado en estos ensayos y que han podido corroborar las mejorías antes expuestas. Macarena Palma, Israel Codes y José Manuel Jerónimo, por ejemplo, han explicado sus casos. La sesión ha sido moderada por el doctor Antonio Oliviero, jefe de Neurología y Neurofisiología Clínica del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Inyección de toxina botulínica: una de las soluciones frente a los problemas vesicales
En el foro de debate ‘Cuidados en la vejiga de la persona con lesión medular’, moderado por Natacha León, directora de Gestión Asistencial de la Fundación del Lesionado Medular (FLM), los ponentes han incidido en los problemas a los que se enfrentan los lesionados medulares en lo relativo a la vejiga neurógena, una de las afecciones más comunes con las que conviven diariamente los pacientes. Según el doctor Albert Borau, neuro-urólogo que colabora asiduamente con la FLM en la Unidad de Neuro-urología, las personas con lesión medular encaran problemas de incontinencia o infección por el control de los esfínteres, la hiperactividad o la pasividad de la vejiga. Para tratarlos, ha mencionado -además de los medicamentos orales, “que pueden tener consecuencias o no ser tolerados por los pacientes”- la inyección de toxina botulínica en la vejiga, “porque la relajará y evitará que esté sometida a tanta presión”.
En este sentido, según el doctor Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología y Cirugía Robótica del Hospital Universitario La Zarzuela, “no podemos curar la incontinencia o la urgencia en las personas con lesión medular, pero existen métodos para evitar que la vejiga tenga demasiada presión”. También arguye que, “en caso de intolerancia a los medicamentos o a las toxinas, se podría agrandar la vejiga con una intervención quirúrgica”.
Por último, en la sesión de clausura, Javier Tejedor, patrono de la Fundación del Lesionado Medular, ha recordado que “estas Jornadas son una oportunidad para acceder a mucha información sobre accesibilidad, transporte público, etc., habiéndose experimentado una mejora sustancial en los últimos años”. Tejedor ha destacado, además, la labor de ASPAYM Madrid y la FLM en la oportunidad de empleabilidad. Por su parte, Miguel Ángel García Oca, presidente de ASPAYM Madrid y la Fundación del Lesionado Medular, ha rendido un tributo a las 23 ediciones de este evento: “Es una señal muy positiva que sigamos celebrando estas jornadas, porque es señal de que se hacen bien y que siguen despertando vuestro interés”. Para concluir, José Ramón del Pino, presidente de la Federación Nacional ASPAYM, ha recalcado la importancia y la repercusión de esta cita anual obligada “porque las jornadas que se celebran aquí son pioneras”.