Redacción Farmacosalud.com
Con media hora, más o menos, puede ser suficiente para sospechar en grado sumo que se está ante un caso de Alzheimer en estadio temprano y no ante un caso de envejecimiento ‘normal’. Una nueva clasificación de los estadios de memoria, elaborada por el Hospital Sagrat Cor de Martorell (Barcelona), posibilita diferenciar de manera rápida y precisa entre las características cognitivas propias del envejecimiento normal y las manifestaciones clínicas iniciales de la enfermedad de Alzheimer. La prueba, que dura unos 30 minutos, consiste “en una exploración cognitiva de las principales áreas cognitivas: memoria, praxis, lenguaje, gnosias y función ejecutiva, pero focalizando en el principal síntoma de la enfermedad, que es la memoria episódica”, explica a www.farmacosalud.com Juan Carlos Cejudo, neuropsicólogo de la Unidad de Diagnóstico de Demencias del Hospital Sagrat Cor y autor de este innovador procedimiento, cuya existencia ha sido recogida en la prestigiosa revista ‘Journal of Alzheimer’s Disease’.
La nueva técnica, que el centro de Hermanas Hospitalarias de Martorell ha estado aplicando con éxito durante dos años, se ha presentado en las XXII Jornadas de Actualización en Psicogeriatría, organizadas por dicho centro y desarrolladas en el Hospital San Rafael de Barcelona. Cejudo señala, a través de un comunicado de Hermanas Hospitalarias, que esta metodología representa un avance importante en el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: “En tan solo 30 minutos podemos determinar el estado de memoria de la persona y la probabilidad, con una alta fiabilidad, de que llegue a desarrollar una demencia en un periodo de tiempo específico”.
La investigación del neuropsicólogo surgió con el objetivo de esclarecer las diferentes sintomatologías que engloba el término Deterioro Cognitivo Leve, definido como la pérdida de las capacidades cognitivas -principalmente la memoria- a una mayor velocidad de lo que sería habitual. En función del estadio de memoria en el que se encuentre una persona puede tener desde un 3% a un 50% de probabilidades de padecer Alzheimer en el futuro. Por este motivo, según el experto, es “muy relevante” poder realizar un diagnóstico temprano en aquellos pacientes que acabarán desarrollando la enfermedad, puesto que con esa detección precoz se puede controlar la evolución de la patología. Actualmente no se conoce con exactitud por qué se produce el Alzheimer, pero lo que sí se sabe es que esta afección “es multifactorial, hecho que entraña una dificultad mayúscula en su comprensión”, define.
M1, M2, M3 y M4
La nueva clasificación memorística se basa en la valoración de cómo se deteriora la memoria episódica -que es la que engloba todo el proceso de almacenamiento de recuerdos- desde la normalidad hasta cuando se padece un síndrome amnésico completo. Este método establece 4 estadios amnésicos, el M1, M2, M3 y el M4, que permiten clasificar a los pacientes de mayor a menor capacidad de recuerdo, siempre teniendo en cuenta factores como la edad o el nivel de estudios.
• El grupo M1 es la normalidad funcional absoluta de la memoria episódica.
• En el M2 se encontrarían las personas que tienen algunas dificultades de aprendizaje y sería la etapa más parecida al envejecimiento normal. “Los individuos que están en este nivel tienen una probabilidad muy baja -sólo un 3%- de desarrollar una demencia y en un periodo de más de 8 años”, destaca el neuropiscólogo. El principal síntoma del segmento M2 es la “sensación personal de que la memoria ya no funciona como antes, es la autopercepción de deterioro cognitivo”, detalla.
• En los estadios M3 y M4 la persona sufre un deterioro de memoria objetivo y es aquí donde incluso ella misma puede que ya no sea consciente de esta pérdida. Son sus allegados los que notan dicha disfunción en relación a los recuerdos. Los grupos M3 y M4 son los que se consideran de riesgo y requieren que se realice también la detección de marcadores biológicos, como es el caso del PET de glucosa. “Este marcador determina la cantidad de glucosa que consumen las neuronas, por lo que indica la proporción de neuronas que están vivas”, apunta Cejudo. Así, según los resultados del estudio, si una persona se encuentra en un estadio M3 y el marcador biológico da un resultado positivo, significa que existe una probabilidad muy elevada de que en un periodo de 5 años desarrolle Alzheimer. En el caso de un M4 con marcado biológico positivo, la sintomatología de la enfermedad aparecerá en unos dos años.
De acuerdo con Cejudo, el cuadro de memoria que presenta un anciano que no padece ningún tipo de Deterioro Cognitivo Leve y que tiene fallos memorísticos ‘normales’ para su edad entraría dentro del segmento M2, que “sería el típico de pérdida ‘benigna’ de la memoria”, si bien algunas de esas personas “pueden llegar al estadio M3 siendo conscientes de su pérdida”.
Para elaborar esta escala, de septiembre de 2005 a marzo de 2015, de un total de 3.800 nuevos pacientes que acudieron a la Unidad de Diagnóstico de Demencias del Hospital Sagrat Cor de Martorell, se seleccionaron 747 que no padecían demencia. De este grupo, se eligió una muestra de 150 que no presentaban problemas de memoria evidentes en los tests neuropsicológicos. “La razón por la que habían acudido a la Unidad era porque se sentían extraños, tristes o despistados… pero los resultados de las pruebas de memoria, lenguaje y de neuroimagen eran normales”, explica el especialista. Se realizó un seguimiento durante 9 años de este grupo de pacientes -una tercera parte de los cuales acabó desarrollando la enfermedad de Alzheimer- y su evolución sirvió para poder elaborar la escala de estados amnésicos y redefinir el concepto de Deterioro Cognitivo Leve.
Se abren nuevas perspectivas para el tratamiento del Alzheimer en fases iniciales
Así pues, la nueva técnica de clasificación, combinada con la detección de marcadores biológicos, posibilita determinar el estadio del Alzheimer hasta 5 años antes de que la sintomatología sea evidente. Con ello, se abre la puerta a poder aplicar de manera anticipada nuevas estrategias terapéuticas. No obstante, y a pesar de la aparición de esas nuevas perspectivas para el tratamiento del Alzheimer en sus fases iniciales, Cejudo prefiere mostrarse realista al recordar que aún queda un enorme camino por recorrer, ya que “incluso los tratamientos farmacológicos ya probados actualmente no poseen datos de cómo funcionan en estas etapas tempranas de la enfermedad. Además, no podemos olvidar que, con respecto a los tratamientos no farmacológicos en estas etapas, tampoco disponemos de datos en la actualidad”. Ante el “cambio de paradigma terapéutico” que supone la innovadora exploración cognitiva asociada a la clasificación de memoria en 4 estadios, “la pregunta es: ¿si empezamos a tratar antes, tendremos una evolución diferente de la enfermedad?”, se plantea el neuropsicólogo. A lo que añade: “Destacar que tratamientos anti-beta amiloideos, la llamada ‘vacuna’ del Alzheimer, podría dar resultados diferentes en estas etapas tempranas, distintos a las que se han probado, que eran más avanzadas”.
Por cierto, con respecto a los términos demencia senil versus Alzheimer, Cejudo advierte que el concepto de demencia senil, que “es muy anticuado”, se refería “a la pérdida de capacidades cognitivas en las personas mayores y no especificaba su origen, mientras que cuando hablamos de enfermedad de Alzheimer estamos apuntando a su etiología”.