Redacción Farmacosalud.com
Que unos sabuesos persigan a unos fugitivos por el bosque y no les pierdan la pista gracias a su potente olfato es algo que ya tenemos más que visto en películas o leído en novelas. Ahora bien, que un perro olfatee orina en busca de un posible rastro de tumor prostático es algo a lo que no estamos, ni mucho menos, habituados, ni en la vida real ni en la ficción. Pero habrá que ir acostumbrándose porque, a la hora de detectar un cáncer de próstata, la efectividad de estos animales es sorprendente -alcanza cifras superiores al 90%-, por lo que el estudio pormenorizado de los compuestos que estos perros huelen y que son reveladores de la presencia de un tumor podría contribuir enormemente a desarrollar aparatos o técnicas diagnósticas más efectivas y menos invasivas que las actuales.
Lo que hasta ahora se sabía era que investigadores de la Universitat Politècnica de Valencia y el IIS La Fe, integrados en la Unidad Mixta de Investigación en Nanomedicina y Sensores, y el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), habían desarrollado un nuevo sistema de bajo coste para el diagnóstico no invasivo de cáncer de próstata y vejiga, las llamadas lenguas electrónicas. Pero es que, además, el doctor José Luis Ruiz Cerdá, responsable de dicha Unidad Mixta y facultativo del Servicio de Urología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe (Valencia), ha dado una nueva vuelta de tuerca en la búsqueda de un método no invasivo para la detección del tumor prostástico, al coordinar un proyecto cuyo objetivo es detectar cáncer de próstata mediante perros adiestrados.
Perros: 200-300 millones de células olfativas; humanos: 5 millones
“Llevamos un tiempo ya detrás de la búsqueda de un biomarcador menos invasivo y más fiable del cáncer de próstata que los métodos actuales, que son la biopsia y el tacto rectal. Por un lado, sabíamos, y es bien conocido por todos, que los perros disponen de un olfato excepcional; éste cuenta con alrededor de 200-300 millones de células olfativas, mientras que el de los humanos sólo contiene unos 5 millones. Por otro lado, se ha visto que las células cancerígenas liberan unos compuestos orgánicos volátiles (COVs) que, en muchos casos, y especialmente en el de la próstata, pueden encontrarse en la orina”, señala a través de www.farmacosalud.com el doctor Ruiz Cerdá.
“Por tanto -prosigue el investigador-, todo parecía indicar que utilizar la potente herramienta del olfato canino podía ser un buen detector de estos compuestos. Al pensarlo, consultamos la bibliografía científica y, de hecho, ya hay algunos estudios publicados que así lo confirman. Y nosotros hemos querido estudiarlo en nuestro grupo. Iniciamos una colaboración con una Asociación que se dedica al estudio del olfato canino, la CDOC, y decidimos presentar un proyecto conjunto a la convocatoria de Proyectos Singulares de la AECC, gracias a la cual hemos podido iniciar el proyecto”.
El ‘héroe olfativo’ por ahora, el Border Collie
Hasta el momento se ha completado la fase de adiestramiento canino, en el que se ha utilizado un número de muestras muy elevado de orinas procedentes de pacientes con cáncer y controles. Esa fase se ha realizado en el centro de biodetección de CDOC. Una vez que el sistema olfatorio de los perros han fijado la huella olorosa del cáncer de próstata y han conseguido discriminar entre pacientes con y sin cáncer, se ha pasado a una segunda fase en la que se les ha entrenado para que generalicen la huella olorosa presentándoles muestras urinarias de diferentes pacientes con cáncer de próstata, habiendo ya finalizado la fase del ensayo doble ciego en la que se valora la capacidad diagnóstica de los canes.
Se han realizado 40 exámenes con 240 muestras de orina de las que únicamente 30 procedían de pacientes con cáncer prostático, dado que el resto procedían de personas con hiperplasia benigna de próstata. Aunque no se dispone de un análisis completo de los resultados, se puede adelantar ya que los valores de sensibilidad y especificidad están por encima del 90%. En otras palabras, que los perros ‘aciertan’ el diagnóstico en más de un 90% de casos, o sea, que en 9 de cada 10 pacientes son capaces de notar la presencia de un tumor prostático, tal y como confirma Ruiz Cerdá: “Sí, los resultados obtenidos hasta la fecha son sorprendentes. El nivel de acierto en la discriminación y señalización de las muestras de orina que pertenecen a pacientes con cáncer de próstata con respecto a aquellas que provienen de pacientes con hiperplasia benigna de próstata es altísimo. Todo ello conseguido tras un periodo de entrenamiento de alrededor de un año, en el que se entrena al perro para la fijación y generalización de la huella olorosa del cáncer y la discriminación entre las muestras de hiperplasia que entendemos que no tienen esa huella olorosa del cáncer”.
Según el especialista, “todavía estamos analizando los datos para verificar la capacidad de acierto. Pero como he mencionado, estará por encima del 90% seguro. No obstante, la capacidad de acierto tiene que evaluarse en cada ejemplar canino y ver en qué rangos de detección estamos; también tiene que evaluarse si la capacidad de acierto coincide entre varios ejemplares y no es ‘perro-dependiente’, etc. Ahora mismo los resultados los hemos obtenido con un ejemplar de Border Collie. Estamos entrenando para las próximas evaluaciones a ejemplares de Podenco, Sabueso de Baviera y un Springer”.
Los perros, entrenados con muestras de todos los estados de gravedad del cáncer
“Si los niveles de PSA que presenta el paciente no son extremadamente elevados, el cáncer se encontrará en sus etapas iniciales y ahí es donde más importante es conseguir un biomarcador. Nuestros perros están siendo entrenados con muestras de orina de cáncer en todos los estados, y si el porcentaje de acierto es elevado para cualquier tipo de muestra significará que el can es capaz de detectar no sólo los cánceres que ya estén en una etapa avanzada, sino también en la inicial”, expone.
Así las cosas, aquellos lectores que ya estén pensando en la posible creación de una Unidad Canina de Ayuda a la Oncología Urológica deberán tener en cuenta que los objetivos del ensayo son otros, tal y como aclara Ruiz Cerdá: “Lo que nosotros pretendemos con este proyecto es confirmar que si los perros son capaces de identificar y señalizar las muestras de orina con cáncer de próstata es porque existe un perfil característico del cáncer de próstata detectable en orina, formado principalmente por compuestos orgánicos volátiles. Una vez se confirme esto, nuestra misión es identificar qué compuestos son los responsables de este ‘perfume’ o perfil característico del cáncer de próstata mediante técnicas de análisis muy sofisticadas como la Resonancia Magnética Nuclear o la Cromatografía de Gases-Espectroscopía de Masas. No es nuestro objetivo instaurar una unidad canina en los hospitales sobre la cual recaiga esta tarea, pero sí mantener esta colaboración para que nos ayuden en nuestras investigaciones dada la potente herramienta de detección que son los perros”.