Redacción Farmacosalud.com
El cerebro de las personas con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) muestra alteraciones en su estructura y un nivel de maduración inferior al de las personas de su edad que no sufren esta patología. Lo ha demostrado el estudio más grande realizado hasta ahora en el campo de la neuroimagen vinculada a este trastorno, con 3.242 participantes, que publica la revista ‘The Lancet’[1]. El trabajo es fruto de la investigación desarrollada por el Grupo de Trabajo ENIGMA TDAH, creado por fomentar la colaboración en el estudio en este campo. El Vall d’Hebron Barcelona Campus Hospitalario ha sido el único centro de España en aportar pacientes, 198 en total, a través del Programa de TDAH del Servicio de Psiquiatría. Para este estudio, se ha llevado a cabo una colaboración con investigadores de la Fundación IMIM del Hospital del Mar y de la UAB en la adquisición y el análisis de los datos. El estudio ha analizado imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética de 1.713 pacientes con TDAH y de 1.529 personas sin este trastorno, con edades entre los 4 y los 63 años. Se han buscado diferencias en 7 estructuras del cerebro profundo, el núcleo accumbens, el núcleo caudado, el putamen, el hipocampo, el globo pálido, el tálamo y la amígdala. Estudios anteriores, con menos muestras, habían apuntado a un volumen más pequeño a tres de ellas, el núcleo accumbens, el núcleo caudado y la amígdala. Ahora se ha podido comprobar que no solo estas estructuras presentan diferencias. También se han encontrado en el hipocampo y el putamen.
Uno de los aspectos más destacados que se ha observado es que la diferencia en la medida de determinadas partes profundas del cerebro tiende a desaparecer en los pacientes adultos. Los autores consideran que esto confirma que el TDAH es un trastorno del cerebro, como son otras enfermedades psiquiátricas (depresión y trastorno bipolar entre ellas), fruto de un atraso en la maduración de este órgano. Por este motivo, uno de los firmantes del estudio, el jefe del Servicio de Psiquiatría Vall d’Hebron y investigador del grupo de investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Addicciones del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), Josep Antoni Ramos-Quiroga, destaca que el estudio es “muy relevante, ya que nos permite entender mejor el TDAH, un trastorno en el cual existen alteraciones en la estructura del cerebro y, a la vez, se observa un retraso en su maduración”. A la vez, este trabajo demuestra que “el TDAH se puede producir desde la niñez hasta la edad adulta”.
Romper tabús sobre el TDAH
La cantidad de casos estudiados ha permitido reforzar las conclusiones, a pesar de que todavía no se incluye el análisis de las neuroimágenes entre los criterios para el diagnóstico de este trastorno. Sí que ha quedado descartado el efecto de la medicación o de otras patologías en el diagnóstico del TDAH, y se abre la puerta a mejorar el conocimiento de las disfunciones cerebrales asociadas al trastorno y del origen de los síntomas.
En este sentido, la afectación de la amígdala, estructura cerebral vinculada a la regulación emocional y a la hiperactividad, así como la del núcleo accumbens, que forma parte del proceso de recompensa, y del hipocampo, que tiene un rol en la regulación de la motivación y las emociones, es vital a la hora de romper tabús sobre esta patología. Tal y como asegura Ramos-Quiroga, “este tipo de investigación, fruto de la colaboración internacional, con muestras muy grandes, permite generar sólidas evidencias y, a la vez, reducir el estigma que existe alrededor de los trastornos mentales, como el TDAH, en el que todavía se pueden encontrar personas que cuestionan de forma interesada su existencia”.
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo que afecta al 5% de la población durante la infancia, y se mantiene en más de la mitad de los pacientes durante la edad adulta. De los casos diagnosticados, el 25% son niñas y el 75% niños. Los síntomas más habituales son la falta de atención, desorganización, falta de control de los impulsos, inestabilidad emocional e hiperactividad. La persistencia del TDAH a lo largo de la vida está asociada a un bajo rendimiento académico, dificultades a la hora de mantener relaciones interpersonales, abuso de drogas y riesgo en la conducción y en las relaciones sexuales.
Sufrir violencia durante la infancia: más riesgo de suicidio
Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) han publicado los resultados de una revisión[2] que ha determinado que todas las formas de exposición a la violencia en edades tempranas están asociadas con mayor riesgo de futuros intentos de suicidio y, en particular, con el suicidio en los jóvenes y adultos jóvenes, en edades comprendidas entre los 12 y los 26 años de edad. Por tipo de violencia, el abuso sexual infantil y el acoso escolar son los principales contribuyentes a estos intentos de quitarse la vida.
“Los individuos que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia interpersonal durante la infancia o adolescencia tienen dos veces más riesgo de realizar intentos de suicidio cuando son jóvenes o adultos jóvenes, y este riesgo casi se cuadruplica cuando el abuso ha sido sexual” explica Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del IMIM, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y director del estudio, “pero la asociación es mucho más alta para la muerte por suicidio que aumenta hasta 10 veces respecto a los que no han sido víctimas. La infancia y la adolescencia son períodos críticos del desarrollo, asociados a una mayor sensibilidad y la exposición a la violencia en estas edades se asocia con múltiples problemas emocionales y de comportamiento, entre los que se encontraría una mayor vulnerabilidad a los comportamiento suicidas e, incluso, a la muerte por suicidio” añade.
Es la primera vez que un estudio proporciona una estimación del riesgo de suicidio que supone la exposición a cualquier tipo de violencia durante la infancia, a partir de un análisis sistemático de todos los estudios realizados sobre el tema en todo el mundo.
La contaminación del tráfico perjudica la atención de los niños
Con independencia de los efectos que la contaminación atmosférica tiene sobre el desarrollo neurológico a largo plazo, un equipo de investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha demostrado que ésta también tiene consecuencias a corto plazo. Un estudio[3] publicado en la revista ‘Epidemiology’ muestra que los niveles diarios de dióxido de nitrógeno (NO2) y carbono elemental (o carbono negro), dos de los contaminantes asociados al tráfico, producen fluctuaciones en la función de la atención en niños y niñas. El análisis de los resultados muestra que los incrementos en los niveles ambientales de los contaminantes procedentes del tráfico están asociados con una disminución en todos los procesos de atención dentro de las aulas. Más concretamente, los días en que los menores estuvieron expuestos a mayores niveles de contaminación mostraron un retraso equivalente a más de un mes en la mejora natural de la velocidad de respuesta que cabría esperar como consecuencia del desarrollo con la edad.
“La respuesta de los niños y niñas fue más lenta y menos consistente en los días con niveles más altos de contaminación atmosférica relacionada con el tráfico en el ambiente. Desconocemos el impacto que puede tener en los procesos de aprendizaje, aunque el efecto estimado fue modesto a nivel individual, cuando se extrapola este tipo de exposiciones comunes con efectos pequeños en la función cognitiva a nivel poblacional, el impacto es importante”, explica Jordi Sunyer, investigador de ISGlobal y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra (UPF)[Barcelona]. “Estamos ante una evidencia más acerca de la necesidad de evitar la contaminación atmosférica en el entorno de los centros escolares, y muy especialmente la proveniente de los vehículos diesel”, concluye el primer autor del estudio.
Referencias
1. ‘Subcortical brain volume differences in participants with attention deficit hyperactivity disorder in children and adults: a cross-sectional mega-analysis’. Hoogman, Martine et al., The Lancet Psychiatry , Volume 0 , Issue 0.
2. P. Castellví, A. Miranda-Mendizábal, O. Parés-Badell, J. Almenara, I. Alonso, M. J. Blasco, A. Cebrià, A. Gabilondo, M. Gili, C. Lagares, J. A. Piqueras, M. Roca, J. Rodríguez-Marín, T. Rodríguez-Jimenez, V. Soto-Sanz , J.Alonso. ‘Exposure to violence, a risc for suicide in youths and young adults. A meta-analysis of longitudinal studies’. Acta Psychiatrica Scandinavica.
3. Sunyer J, Suades-González E, García-Esteban R, Rivas I, Pujol J, Alvarez-Pedrerol M, Forns J, Querol X, Basagaña X. Traffic-related air pollution and attention in primary school children: short-term association. Epidemiology. 2016 Nov 29