Redacción Farmacosalud.com
Una investigación publicada en la revista científica Nefrología, que depende de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y que está indexada en los principales registros internacionales de publicaciones científicas y recoge los más importantes y recientes avances sobre el conocimiento de las enfermedades del riñón, arroja resultados muy prometedores en relación a la eficacia de una medicación experimental, denominada SNF472, para el tratamiento de las calcificaciones vasculares, algo de gran relevancia pues en la actualidad no hay ninguna aprobada. Concretamente se trata de una formulación intravenosa de fitato (InsP6), un compuesto fosforilado de origen natural que se está desarrollando para dos indicaciones: reducir los episodios cardiovasculares en pacientes en diálisis y tratar la calcifilaxis (síndrome que afecta casi exclusivamente a pacientes con insuficiencia renal tratados con diálisis, caracterizado por calcificación vascular de arterias de pequeño y mediano calibre).
Este fármaco experimental está siendo desarrollado por la empresa Sanifit a partir de investigaciones del Laboratorio de Litiasis Renal de la Universitat de les Illes Balears. En los ensayos clínicos participa el Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca. En pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC), el consumo de alimentos vegetales que contienen fosfatos (legumbres, frutos secos…) incrementa menos los niveles de fósforo en sangre que los fosfatos de origen animal o los alimentos con aditivos de fosfato inorgánico, porque principalmente están en forma de fitato (InsP6), menos absorbible por el tracto gastrointestinal humano. Además, los alimentos que contienen fosfatos de origen vegetal aportan elementos beneficiosos para la salud, entre los que destaca el aporte de fibra y de InsP6.
Prevenir la litiasis y proteger de la osteoporosis
Estudios experimentales en animales y observacionales en humanos han sugerido que el InsP6 puede prevenir la litiasis (enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias), las calcificaciones vasculares y proteger de la osteoporosis (disminución de la masa ósea y fragilidad de los huesos) e invitan a desarrollar nuevos estudios prospectivos para elucidar los posibles beneficios (y también los riesgos) de una dieta rica en InsP6 en pacientes con ERC. No obstante, si bien la ingesta de InsP6 a través de la dieta puede dar lugar a niveles fisiológicos que otorguen una protección natural basal, la presencia de calcificaciones vasculares patológicas requiere una mayor exposición a InsP6 para su tratamiento. Con ese objetivo se está desarrollando para pacientes en hemodiálisis un nuevo medicamento consistente en una formulación intravenosa de InsP6. Los dos primeros ensayos clínicos han demostrado su seguridad y tolerabilidad en humanos e invitan, según concluyen los autores, a seguir investigando “para conseguir el primer fármaco indicado para la prevención de las calcificaciones vasculares en pacientes en hemodiálisis y para el tratamiento de la calcifilaxis”. El estudio ha sido desarrollado por cuatro especialistas e investigadores del Hospital Son Llatzer, de Palma de Mallorca, la Universitat de les Illes Balears y los Laboratorios Sanifit.
Riegos asociados al filtrado glomerular y aneurisma de aorta
Por otro lado, un estudio realizado por especialistas de la Unidad de Gestión Clínica de Angiología y Cirugía Vascular del Complejo Hospitalario de Granada, que dirige el Dr. Luis Miguel Salmerón, ha concluido que los pacientes con un deterioro moderado-severo del filtrado glomerular (prueba esencial para la detección de patología renal) tienen mayor probabilidad de sufrir fracaso renal agudo y necesidad de hemodiálisis tras una intervención de reparación mediante cirugía endovascular de aneurisma (EVAR, por sus siglas en inglés) en la aorta infrarrenal. Los resultados de la investigación destacan asimismo que los pacientes con este tipo de deterioro del filtrado glomerular cuentan con una mayor probabilidad de mortalidad por fracaso renal agudo en el primer mes postoperatorio de EVAR, así como también a los dos años de la intervención quirúrgica.
Por último, en el estudio se observa que estos pacientes sometidos a EVAR cuentan con una mayor probabilidad de necesitar una reintervención precoz estando estas mayormente relacionadas con problemas de la herida quirúrgica. Este trabajo de investigación se ha llevado a cabo con el objetivo de comparar la mortalidad y las complicaciones a corto-medio plazo en pacientes intervenidos de EVAR según su función renal. Para ello se realizó una evaluación retrospectiva de pacientes intervenidos mediante EVAR de aneurisma de aorta infrarrenal no roto entre los años 2010-2012, excluyendo a aquellos en hemodiálisis y trasplantados renales.
Hay que diferenciar envejecimiento renal y enfermedad renal
Finalmente, nefrólogos de diferentes países advierten de la necesidad de diferenciar entre los problemas renales provocados por el envejecimiento natural y la enfermedad renal como una de las medidas para mejorar el tratamiento en las personas mayores. Así lo han señalado en la XI Reunión del Grupo de Nefrología Geriátrica de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), celebrada en Salamanca. La frecuencia de la enfermedad renal se incrementa con la edad y el envejecimiento de la población, asociada a la mayor frecuencia de ciertas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial u otras complicaciones como la obesidad. En la población mayor de 65 años su frecuencia se puede incrementar hasta un 25%.