Redacción farmacosalud.com
Un sistema de medicina hiperbárica permite tratar las heridas que cicatrizan con dificultad, como las úlceras del pie diabético, que son la principal causa de amputaciones. El sistema Ulcemed, que ha abierto su primera instalación en Madrid, consiste en la aplicación de medicina hiperbárica a través de una cámara monoplaza de alta presión (hasta 3 atmósferas), ha informado COM SALUD mediante un comunicado. Los pacientes diabéticos tienen un 25% más de riesgo de sufrir una úlcera en una pierna, según la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), que advierte que si no se trata de manera adecuada puede acabar con la pérdida de la extremidad. La SEACV estima que siete de cada diez amputaciones en España se deben a la diabetes.
La medicina hiperbárica ha demostrado su eficacia en úlceras en numerosos estudios. En el caso de las ocasionadas por diabetes, se ha comprobado que actúa a través de varios mecanismos: frena la hipoxia, el factor que más influye en los fenómenos proinflamatorios que tienen lugar en una herida o úlcera; produce colágeno y nuevos vasos sanguíneos (neoangiogénesis), así como un control mejor de la infección, lo que conduce a la mejor cicatrización de las úlceras.
Una revisión de estudios publicada en la revista International Wound Journal del mes de febrero sobre el tratamiento del pie diabético con medicina hiperbárica concluyó que “reducía las amputaciones” y “mejoraba la cicatrización” de las úlceras.
Largo catálogo de indicaciones de la medicina hiperbárica
Los diferentes comités internacionales de Medicina Hiperbárica también han indicado esta terapia en casos de sordera súbita neurosensorial, insuficiencias arteriales, heridas de difícil cicatrización, oclusión de la arteria central de la retina, lesión por aplastamiento, síndrome compartimental y otras isquemias traumáticas agudas, osteomielitis refractaria, infecciones necrotizantes de tejidos blandos, lesiones por radiación, quemaduras térmicas, enfermedad descompresiva, anemia severa, gangrena gaseosa, abscesos intracraneales, intoxicación por monóxido de carbono, embolismo gaseoso e injertos y colgajos en riesgo. Otras indicaciones en estudio o experimentación son autismo, esclerosis múltiple, fibromialgia, lesiones neuronales, enfermedad de Crohn, Perthes, etc.