Redacción Farmacosalud.com
Ya está disponible el primer anticoagulante oral de dosis única diaria que previene el ictus[1] y reduce de forma significativa las hemorragias graves[1]. El laboratorio Daiichi Sankyo ha lanzado Lixiana® (Edoxabán), el primer anticoagulante oral de acción directa (ACOD) que combina la toma única diaria[2] con eficacia en la prevención del ictus y reducción significativa del sangrado mayor, la complicación más grave a la que se enfrentan los pacientes con tratamiento anticoagulante. Este fármaco, que ya está disponible en las farmacias, tiene dos indicaciones: para pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV) y para pacientes que sufren Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV). Edoxabán en pacientes con FANV ha demostrado que reduce en un 20% el riesgo de sangrado mayor en comparación con warfarina bien controlada[1] (hazard ratio [HR] 0.80; 95%, intervalo de confianza [CI,] 0.71 to 0.91; P<0.001).
El estudio ENGAGE-AF TIMI 481 (un estudio basado en eventos, de fase III, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, con doble simulación y de grupos paralelos) en el que han participado más de 21.000 pacientes con FANV durante 2,8 años, mostraba tasas significativamente menores de sangrado mayor frente a pacientes bien controlados que tomaban warfarina. Así, en este estudio se demostró que Lixiana® (Edoxaban) disminuye un 53% el riesgo de hemorragia intracraneal (HR 0.47; 95% CI, 0.34 to 0.63; P<0.001), un 49% el sangrado que amenaza la vida (HR 0.51; 95% CI, 0.38 to 0.70; P<0.001) y un 45% el sangrado mortal (HR 0.55; 95% CI, 0.36 to 0.84; P=0.006). Comparado con warfarina, “ha demostrado una eficacia al menos similar en la reducción de las complicaciones tromboembólicas (ictus) y una mayor seguridad, con una reducción muy marcada de la hemorragia intracraneal, la complicación más importante y peligrosa”, explica el doctor Luis Rodríguez Padial, vicepresidente de la Sociedad Española de Cardiología y jefe de Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Toledo.
Edoxabán: pueden tomarlo intolerantes a la lactosa
Lixiana® es un anticoagulante oral de acción directa que inhibe el factor X activado de la coagulación y tiene un mecanismo de acción rápido, actuando entre una y dos horas después de la toma[2]. “La inhibición directa hace que el efecto sea más predecible y constante, lo que le diferencia de la marcada variabilidad de los fármacos que actúan inhibiendo la vitamina K, como el acenocumarol. Por ello, no es necesario realizar controles periódicos del grado de anticoagulación”, precisa el doctor Rodríguez Padial.
A juicio de este experto, Lixiana® facilita calidad de vida al paciente, al no ser necesarios los controles periódicos del INR, poder tomarlo fuera o dentro de las comidas y poder combinarlo con otros fármacos (cardiovasculares e inhibidores de la bomba de protones como esomeprazol). “En un estudio realizado en un número muy importante de pacientes (ENGAGE-AF TIMI 48), edoxabán ha demostrado ser eficaz y muy seguro en la prevención de las complicaciones tromboembólicas en los pacientes con fibrilación auricular no valvular. Presenta, además, muchas menos interacciones con otros fármacos y con alimentos; incluso pueden tomarlo intolerantes a la lactosa”, recalca. El lanzamiento de este nuevo fármaco amplía las opciones terapéuticas que pueden ofrecer los clínicos a sus pacientes. “Lixiana® nos permite ofrecer un tratamiento más personalizado a cada paciente que lo requiera”, apunta el doctor Rodríguez Padial.
El fármaco permite un importante ahorro de costes sanitarios
En España se estima que el 4,4 por ciento de los mayores de 40 años padecen fibrilación auricular (FA), lo que supone cerca de un millón de personas, de las cuales el 9% no están diagnosticadas, según una revisión de estudios publicada en la Revista Española de Cardiología. “La fibrilación auricular no valvular es la arritmia más frecuente, aumenta al hacerlo la edad, por lo que dado el envejecimiento de nuestra población cada vez es más frecuente. Es un factor de riesgo muy importante para sufrir un ictus, multiplicando por cinco la probabilidad de sufrirlo si no se ponen en marcha acciones preventivas, como es el tratamiento anticoagulante, que es la única medida que ha demostrado disminuir el riesgo tromboembólico en estos pacientes. Además, los ictus secundarios a FA conllevan una mortalidad hasta dos veces superior e implican mayor discapacidad funcional que los producidos por otras causas, de lo que se deduce que esta patología representa un verdadero desafío sociosanitario y económico, en la que su prevención mediante el tratamiento anticoagulante, es un factor clave”, explica la doctora Carmen Suárez, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa.
Lixiana® (Edoxabán) permite, además, un importante ahorro de costes sanitarios, según Julio López Bastida, profesor de la Facultad de Terapia Ocupacional, Logopedia y Enfermería de Talavera de la Reina, Universidad de Castilla-La Mancha. “La reducción del gasto viene por tres vías: el ahorro de costes para el sistema, derivado de la no necesidad de monitorización del nivel de INR en los pacientes que se tratan con los nuevos anticoagulantes orales; el número de accidentes cerebro vasculares (ACV) evitados, debido a la mejora producida por Edoxobán, y reducción de efectos adversos”, explica. Además, recalca que al ser un fármaco preventivo del ictus lleva asociado al “impacto sobre la salud de los pacientes una diferente utilización de los recursos sanitarios (hospitalizaciones, utilización de tratamientos, consumo de personal etc.)”.
La toma única diaria, una ventaja para la adherencia al tratamiento
Lixiana® (Edoxaban) también está indicado para la enfermedad tromboembólica venosa[2], un trastorno frecuente con una incidencia en aumento, que está asociado a una elevada morbilidad y mortalidad. “La edad avanzada, la inmovilización, el cáncer, los viajes prolongados y determinados fármacos, como los anticonceptivos, son algunos de los factores de riesgo para sufrir esta enfermedad, que puede ser mortal, al provocar una embolia de pulmón masiva, o condicionar secuelas para toda la vida como es el síndrome postrombótico, con insuficiencia venosa y ulceraciones en las extremidades afectas. Adicionalmente, comporta el riesgo de su repetición, por lo que deben utilizarse todas las medidas disponibles para evitar su recidiva, como es la duración adecuada del tratamiento anticoagulante o la puesta en marcha de medidas preventivas cuando existen situaciones de riesgo como es la cirugía o la inmovilización”, indica esta especialista.
Por otra parte, la doctora Suárez considera una ventaja la toma única diaria para la adherencia del paciente al tratamiento. “Uno de los caballos de batalla al que nos enfrentamos es la adherencia al tratamiento, sobre todo con pacientes como los anticoagulados, que muchas veces están recibiendo muchos otros medicamentos y en ocasiones, como es el caso de la fibrilación auricular, pueden no tener síntomas atribuibles a ella, lo que hace más difícil seguir las indicaciones terapéuticas. La adherencia al tratamiento es mejor cuanto menor sea el número de comprimidos que la persona tiene que tomar, simplificar el tratamiento ayuda al cumplimiento del mismo”, finaliza la doctora.
La fibrilación auricular (FA) es una enfermedad en la que el corazón late de forma irregular y rápida. Cuando ocurre, la sangre puede acumularse y espesarse en las aurículas del corazón, lo que provoca un aumento del riesgo de sufrir un coágulo sanguíneo. Estos coágulos pueden romperse y viajar en el riego sanguíneo hacia el cerebro (o en ocasiones a otra parte del cuerpo), lo que puede provocar un ictus o accidente cerebrovascular.
Referencias
1. Giugliano, R.P. et al. Edoxaban versus Warfarin in Patients with Atrial Fibrillation. N Engl J Med 2013;369:2093-104. Disponible http://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJMoa1310907 [Consultado 31 de agosto de 2016]
2. Ficha técnica: Disponible http://ec.europa.eu/health/documents/community-register/2015/20150619132091/anx_132091_es.pdf. [Consultado 31 de agosto de 2016]