Redacción Farmacosalud.com
A veces, un hilo de vida puede convertirse en una pesada cuerda. Una cuerda, por cierto, entrelazada con hebras de padecimiento innecesario para un paciente. Es algo que puede ocurrir perfectamente -aunque siempre propiciado sin mala intención, por supuesto- en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un centro hospitalario, cuando luchar denodadamente por mantener con vida al enfermo crítico choca con un pronóstico clínico en el que la perspectiva de supervivencia está más que desahuciada. Es lo que en otras palabras se conoce como ‘encarnizamiento terapéutico’. Gemma Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC) y directora-enfermera del Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), no tiene reparos en contestar con un lacónico “sí” cuando se le pregunta si el encarnizamiento terapéutico involuntario aún pervive en las UCI’s.
Con motivo del XLII Congreso Nacional de la SEEIUC, celebrado recientemente en Valencia, Martínez ha resaltado la importancia de la comunicación y el feedback entre todos los profesionales de la salud que intervienen en las UCIs: “Las decisiones sobre los pacientes críticos deben de tomarse en un entorno de decisión multidisciplinar, ya que hay muchos factores de los que depende la seguridad de los pacientes, como son los aspectos éticos que permiten, por ejemplo, prevenir el encarnizamiento terapéutico, teniendo en cuenta los límites entre la tecnología y la realidad de la supervivencia del paciente. Es muy importante conseguir la comunicación efectiva entre los médicos y las enfermeras para adecuar los cuidados durante el ingreso hospitalario, compartiendo las decisiones terapéuticas con una amplia mirada ética, de seguridad y conocimiento científico”.
“Se tiene que luchar por la vida, pero también por la muerte digna”
En declaraciones a www.farmacosalud.com, la presidenta de SEEIUC explica que “la UCI es una unidad en la que se lucha para tirar hacia adelante al paciente en estado crítico, pero en algunos casos el empeoramiento del paciente, junto con su diagnóstico clínico, hacen que sepamos que no sobrevivirá, por lo que cualquier método que se aplique puede ser considerado no productivo ni eficaz, pero es que además puede provocar un encarnizamiento terapéutico que hemos de evitar. Se tiene que luchar por la vida, pero también por la muerte digna”. Según esta enfermera, se considera que hay encarnizamiento terapéutico “cuando aplicas medidas extraordinarias sabiendo que el paciente tiene un pronóstico de vida infausto, no recuperable”. Como se ha apuntado anteriormente, Martínez admite que el encarnizamiento terapéutico, como acción involuntaria y sin voluntad de causar ningún daño, sigue existiendo en las UCI’s.
Para la experta, evitar este tipo de durísimas situaciones es una tarea que compete a todos. Y todos son todos, incluido el personal de Enfermería. “Las enfermeras tenemos que participar en las decisiones éticas que conciernen a los pacientes, sobre todo aquellas que afectan a los cuidados en el final de su vida. Las enfermeras y enfermeros tenemos la formación, el criterio y las habilidades para poder tomar decisiones que afectan a los aspectos éticos del paciente y, además, tenemos la relación directa con los familiares y los equipos médicos, por lo que gracias a la mejora de la comunicación y la multidisciplinariedad facilitaremos más seguridad y mejores condiciones de acompañamiento, tanto a familiares como a pacientes durante los últimos días de la vida del enfermo”, manifiesta Martínez, según un comunicado difundido por la organización del congreso. La presidenta de SEEIUC asegura a www.farmacosalud.com que, hoy en día, el personal de Enfermería participa en la toma de esas decisiones éticas en función “del equipo con qué trabajes y de la diferente implicación de los profesionales”. O sea, que en unas ocasiones sí que se cuenta con ellos, y en otras no.
“La interacción con los familiares ayuda a afrontar un duelo de forma correcta”
El papel que juega el entorno afectivo -familiares, amigos- del enfermo crítico en las situaciones en las que la ética tiene un papel preponderante también es “fundamental”, en tanto que al ser “los interlocutores del paciente, que en muchas ocasiones no puede hablar, nos transmitirán los pensamientos del enfermo, sus deseos, sus últimas voluntades. Por otro lado, la interacción con los familiares también ayudará a éstos a afrontar un duelo de forma correcta”, comenta.
Recientemente, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha manifestado su preocupación por la deficiente cobertura de atención psicológica, social y de acompañamiento que reciben los enfermos al final de la vida, según se desprende de un estudio difundido por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL). Según este estudio, sólo el 25% de los recursos cuentan con psicólogos y trabajadores sociales para cubrir estos casos. A este respecto, Martínez considera que la cobertura psicológica en las Unidades de Cuidados Intensivos españolas es una “asignatura pendiente. Que yo sepa, no hay ninguna UCI en España que disponga de soporte psicológico”.
En cuanto al XLII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias, que ha reunido a unas 500 enfermeras y enfermeros de toda España, Martínez destaca que en el encuentro se han abordado “muchos temas de actualidad técnica como las novedades en Ventilación Mecánica, en Nutrición, Sedación... pero, sobre todo, también se han tratado temas transversales como la Comunicación interprofesional, la seguridad clínica, temas éticos como la utilización de contenciones mecánicas, cuidados al final de la vida… Se han realizado 9 talleres gracias a la ayuda de las casas comerciales y un taller de simulación que ha tenido mucho éxito. Esperemos que el año que viene también sea de interés para nuestros profesionales y continuemos avanzando en nuestra profesión”.