Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) alerta de que el cambio de hábitos que se produce en la población durante el verano provoca que muchas personas con hipertensión cometan más excesos y olviden seguir sus tratamientos, hasta el punto de que la tasa de incumplimiento terapéutico asciende un 20% más de lo que se registra habitualmente. Además, según Julián Segura, presidente de la SEH-LELHA, “los pacientes tienden a asociar erróneamente el estrés a la hipertensión, y esto, junto al hecho de que el calor suele producir un descenso de las cifras tensionales, provoca que los pacientes hipertensos adopten decisiones equivocadas sobre su medicación”.
Sin embargo, el presidente recuerda que “la hipertensión no se va de vacaciones”, por lo que recomienda a las personas que sufren esta patología viajar con su tensiómetro para medirse los niveles de hipertensión al menos una vez a la semana durante sus vacaciones. Su uso además, según el presidente, “mejora el cumplimiento terapéutico, ya que implica al paciente de forma más activa en la evaluación y control de su enfermedad”.
“Una de las mejores opciones, los pescados de temporada”
Durante el verano, son generalmente más frecuentes las cenas y comidas fuera de casa, lo que provoca que se descuide la dieta y se abuse más de alimentos con alto contenido en sal y grasas. Por esta razón, Segura invita a las personas con hipertensión a no olvidar incluir en sus menús de verano frutas, verduras y hortalizas, así como cereales, lácteos desnatados, carnes blancas, pescado azul o blanco y aceita de oliva. “Una de las mejores opciones para seguir cuidando la dieta en verano son los pescados de temporada. Muchos, como los boquerones, las anchoas, o las sardinas son además aptos para la parrilla, lo que los convierte en un sustituto ideal a las grasas en las barbacoas”, asegura el presidente. Además, también aconseja evitar las salsas y optar por alimentos cocinados al vapor o a la parrilla, como la parrillada de verduras. Asimismo, el experto señala la importancia de mantener unos niveles mínimos de actividad física durante el verano. “El calor no puede ser una excusa para dejar de hacer ejercicio, solo hay que reajustar los horarios y protegerse del sol, por ejemplo, dando todos los días un paseo a primera hora de la mañana”, explica el presidente, añadiendo que “un paseo diario de una hora tiene importantes beneficios cardiosaludables y mejora la función de nuestro sistema circulatorio”.
El presidente de SEH-LELHA también explica que en verano, si no se beben las cantidades suficientes de líquido, además de aumentar el riesgo de deshidratación, se incrementan las posibilidades de sufrir una vasodilatación de las arterias o de padecer hipotensión arterial, especialmente entre aquellos que toman fármacos para la hipertensión. Así, Segura informa de que aunque la cantidad de líquido necesaria depende de cada organismo, de media deben ingerirse entre dos y dos litros y medios diarios para mantener el equilibrio hídrico. “Además de beber agua, puede optarse por infusiones sin teína, o zumos naturales, aunque sin abusar de estos últimos, ya que son ricos en azúcares”, asegura. También aclara que “no hay que confundir la hidratación con la ingesta de bebidas alcohólicas, cuyo abuso pueden incrementar las cifras de presión arterial”.
Unos 4 millones de españoles son hipertensos sin saberlo
A todo esto, el doctor Segura y la presidenta de Asociación Española de Enfermería de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular (EHRICA), Lucía Guerrero, han informado que en España hay 4 millones de personas que sufren hipertensión sin ser conscientes de ello. Tanto Segura como Guerrero han alertado del riesgo que sufren las personas que no saben que son hipertensas, ya que se trata de una enfermedad asintomática, que puede desembocar en complicaciones serias, como ictus o infarto de miocardio si no se trata debidamente.
Estas situaciones, según los expertos, se dan sobre todo en las personas jóvenes, que se sienten físicamente bien y que no acuden de manera frecuente al médico. En este sentido, han destacado la importancia de las revisiones médicas de las empresas para la detección de nuevos hipertensos, y han recomendado que todos los adultos midan su presión arterial de manera regular: cada dos años si su presión arterial estuvo por debajo de 120/80 mmHg en la lectura más reciente, o anualmente si su última lectura fue de 120 a 139/80-89 mmHg, puesto que un diagnóstico temprano “reduce significativamente la evolución negativa de la enfermedad, así como la aparición de problemas o enfermedades asociadas”.
La HTA requiere nuevos objetivos terapéuticos para tipos concretos de pacientes
La hipertensión arterial (HTA) requiere nuevos objetivos terapéuticos para tipos concretos de pacientes y definir las opciones de tratamiento más útiles. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la reunión ‘Actualización en Riesgo Cardiovascular (RCV)’ dirigida a profesionales de Atención Primaria que se ha celebrado en Tarragona y que cuenta con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer. El doctor Alejandro de la Sierra, profesor de Medicina de la Universidad de Barcelona y jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Mutua Terrassa señala que, “actualmente, los retos más urgentes en el abordaje de la HTA se refieren al establecimiento de unos objetivos terapéuticos más ambiciosos, qué pacientes deben ser candidatos a dichos objetivos y qué opciones de tratamiento pueden ser más útiles para conseguirlo”.
Los participantes en la reunión han contado con un panel de discusión para debatir sobre estas cuestiones y han revisado extensamente las diferencias existentes entre los distintos tipos de pacientes con HTA como pueden ser los de edad avanzada, los que padecen diabetes o los que tienen HTA resistente. Debido a la cronicidad del tratamiento de la HTA, es fundamental que el régimen antihipertensivo se paute con indicación correcta y el paciente lo tome adecuadamente para conseguir los objetivos de control. Las combinaciones farmacológicas en HTA, además de conseguir descensos mayores de presión arterial y mantenidos durante las 24 horas, facilitan el régimen terapéutico, ya que se ha demostrado que el cumplimiento empeora cuanto mayor es el número de comprimidos al día.
Respecto a los últimos datos publicados en referencia al manejo de la HTA, el doctor de la Sierra considera que, “aunque la evidencia es menor en algunos grupos de pacientes como los diabéticos o los que han sufrido un accidente vascular cerebral, algunos datos indican que un mayor descenso también podría ser beneficioso en estos grupos, especialmente los primeros. En los pacientes de mayor edad, es necesaria una mayor precisión individualizando el tratamiento y sus objetivos en función de las características individuales, tales como comorbilidad, salud general, dependencia, etc.”. En cuanto a la selección de enfermos que necesitan ser tratados, qué objetivos terapéuticos deben conseguirse y cómo seleccionar de la forma más adecuada los fármacos y sus posibles combinaciones, de la Sierra señala: “se mencionan las razones por las que una selección de las clases terapéuticas que bloquean el sistema renina-angiotensina, especialmente los antagonistas del receptor, acompañados en los casos necesarios de un antagonista del calcio y de un diurético como tercera opción puede ser una opción sencilla y válida para conseguir controlar a la mayoría de pacientes”.