Redacción Farmacosalud.com
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son la piedra angular en el tratamiento del dolor y la inflamación en pacientes con enfermedades musculoesqueléticas. Debido a su actividad analgésica, antipirética y antiinflamatoria constituyen uno de los grupos más empleados en la práctica clínica en nuestro medio. En base a toda la información científica disponible en la actualidad ningún AINE ha demostrado ser superior a otro, y la eficacia de los AINE tradicionales es semejante a la de los COXIBS. Además, se considera que todos los AINE, en mayor o menor grado, se asocian a un incremento del riesgo gastrointestinal y cardiovascular. Fruto de la colaboración de tres Sociedades Científicas SER, SEC, AGE, se ha publicado un Documento de consenso con las recomendaciones para una prescripción segura de los AINE que pretende ayudar en la toma de decisiones óptima para seleccionar el AINE más adecuado para cada paciente individual, han informado los Laboratorios Pfizer.
El documento, titulado “Recomendaciones para una prescripción segura de antiinflamatorios no esteroideos”, ha sido publicado en la revista ‘Reumatología Clínica’[1] y en la revista ‘Gastroenterología y Hepatología’[2], han añadido las mismas fuentes a través de un comunicado.
Resumen de las principales consideraciones
EFICACIA:
1. La principal indicación para el empleo de los AINE es la disminución del dolor. Ningún AINE ha demostrado ser superior a otro, siendo la eficacia de los AINE tradicionales semejante a la de los COXIB.
2. Los AINE se deben prescribir siempre a la dosis mínima eficaz y durante el mínimo tiempo posible. Solo en casos muy específicos, como la espondilitis anquilosante, puede estar justificado el uso continuado a largo plazo.
RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE AINE
Riesgo cardiovascular:
1. En todos los pacientes que tomen AINE de forma crónica debe realizarse una estimación del riesgo cardiovascular (CV) al menos una vez al año.
2. El incremento de riesgo cardiovascular varía mucho dependiendo del tipo de AINE utilizado, siendo el naproxeno uno de los más seguros, mientras que rofecoxib, diclofenaco, etodolaco e indometacina son los que se asocian a un mayor riesgo cardiovascular. Etoricoxib y diclofenaco tienen un perfil CV similar.
3. Uso de anticoagulantes. La combinación de anticoagulantes (warfarina, dicumarínicos, etc.) con AINE se debe evitar. En caso de ser absolutamente necesario, los COXIB parecen asociarse a menor riesgo de complicaciones hemorrágicas.
4. Uso de antiagregantes:
a) Se debe evitar la utilización de AINE, incluso a corto plazo, en pacientes con infarto agudo de miocardio previo que toman AAS, ya que se asocia a incremento del riesgo cardiovascular.
b) En pacientes que toman AAS a dosis bajas, la asociación con ibuprofeno y naproxeno interfiere con el efecto antiagregante del AAS, por lo que se debe evitar usarlos conjuntamente.
c) En los pacientes que toman AAS para prevenir episodios cardiovasculares que requieran tratamiento crónico con AINE, los COXIB son una opción terapéutica a considerar.
Riesgo gastrointestinal:
1. Se debe realizar una evaluación personalizada del perfil de riesgo gastrointestinal basal de cada paciente y del AINE a utilizar.
2. El riesgo de complicaciones gastrointestinales aumenta si se usan dosis altas de AINE de forma mantenida. El uso de AINE se asocia a aumento del riesgo de lesiones y complicaciones del tracto gastrointestinal alto y bajo.
3. El uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) asociado a un AINE no selectivo es una estrategia válida para la prevención de las complicaciones gastrointestinales de los AINE en pacientes de riesgo, siendo los COXIB (datos disponibles para celecoxib) superiores a la combinación de un AINE no selectivo con un IBP en la prevención de lesiones del tracto gastrointestinal bajo. El uso de un COXIB reduce las complicaciones en el tracto gastrointestinal alto y bajo. El uso de AAS a dosis bajas aumenta de 2 a 4 veces el riesgo de complicaciones, por lo que a los pacientes con factores de riesgo gastrointestinal se les debe prescribir gastroprotección.
4. Riesgo hepático. En pacientes con cirrosis hepática se recomienda evitar el uso de AINE, y en el caso de que resulte totalmente indispensable, se recomienda el uso de un COXIB durante el menor periodo de tiempo posible.
5. Dispepsia. En los pacientes que presentan dispepsia asociada al tratamiento con AINE no selectivos o COXIB se recomienda tratamiento con un IBP como fármaco de primera elección.
6. Enfermedad inflamatoria intestinal. En los pacientes que sufren enfermedad inflamatoria intestinal se debe evitar el uso de AINE, y en caso de que sea necesario, utilizarlos en fases quiescentes de la enfermedad; se recomienda el uso de COXIB a dosis bajas y durante un tiempo corto.
Riesgo renal:
1. En los enfermos reumáticos crónicos que reciben AINE deberá evaluarse la función renal mediante estimación del filtrado glomerular, al menos una vez al año.
2. En pacientes con enfermedad renal crónica estadio 3, o con comorbilidad renal y/o cardiovascular asociada, no se recomienda el empleo de AINE. En pacientes con enfermedad renal crónica estadio 4 y 5 el empleo de AINE está contraindicado.
Referencias
1. Lanas A, et al. [Safe prescription recommendations fornonsteroidal anti-inflammatory drugs: Consensus document ellaborated by nominated experts of three scientific associations (SER-SEC-AEG)]. Reumatol Clin. 2014 Mar-Apr;10 (2):68-84.
2. Lanas A et al. Recomendaciones para una prescripción segura de antiinflamatorios no esteroideos: documento de consenso elaborado por expertos nominados por 3 sociedades científicas (SER-SEC-AEG). Gastroenterol Hepatol. 2014 Mar; 37 (3):107-27.