Redacción Farmacosalud.com
Según el doctor Eduardo Carrasco, médico de familia y coordinador del Grupo de Trabajo de Vasculopatías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la insuficiencia venosa crónica “aparece con más frecuencia en mujeres de raza blanca de edad avanzada”. Entre los factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición de esta patología destaca la bipedestación prolongada* (estar de pie durante mucho tiempo), algo que es propio de determinadas actividades laborales.
Con el objetivo de establecer unas normas y recomendaciones básicas para mejorar la atención a las personas con insuficiencia venosa crónica, SEMERGEN y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) han publicado, con el patrocinio de ABOCA, el denominado ‘Documento de consenso sobre insuficiencia venosa crónica’.
Entre los coordinadores de la guía figuran el doctor Carrasco y también Iria Rodríguez, farmacéutica comunitaria y miembro de SEFAC, quien explica que “existen unos ejercicios muy sencillos que todos podemos hacer y que nos ayudan a prevenir y aliviar el síndrome de piernas cansadas”, como por ejemplo “ponerse de puntillas, caminar con los talones y alternar ambos movimientos”. Rodríguez añade que en aquellos casos en los que el farmacéutico perciba que el paciente presenta “algún signo de alarma tales como úlceras, flebitis, trombosis…, o sea considerado de riesgo (niños, embarazadas, disminuidos físicos/psíquicos, personas inmovilizadas...), se debe derivar al médico”.
Respuestas del Dr. Carrasco
-En el Documento se analizan los factores de riesgo genéticos o adquiridos que predisponen a la aparición o agravamiento de la insuficiencia venosa crónica (IVC). ¿Qué perfil de personas son susceptibles de padecer esta afección?
En términos generales, la insuficiencia venosa crónica aparece con más frecuencia en mujeres de raza blanca de edad avanzada. La historia familiar predispone al padecimiento de varices, al igual que la obesidad importante y otros factores de riesgo, como la bipedestación prolongada* y el embarazo.
-La insuficiencia venosa crónica, conocida popularmente como síndrome de piernas cansadas, engloba también otras anormalidades funcionales del sistema venoso que producen edema, cambios en la piel o úlceras venosas. ¿Así pues, la IVC puede centrarse en otras partes de la anatomía que no sean las piernas?
Es extremadamente raro que haya una insuficiencia venosa crónica de origen primario en otras partes del cuerpo. La aparición de edemas o trastornos venosos en venas superiores se debe a factores secundarios como las compresiones tumorales, aneurismas venosos intracraneales, cirugía de cáncer o traumatismos.
-En el trabajo se advierte de las complicaciones hemorrágicas o trombóticas que pueden surgir de la evolución de la IVC. ¿A grandes rasgos, qué detalles nos puede aportar acerca de esas complicaciones?
Las principales complicaciones de la IVC son la hemorragia de una variz, llamada varicorragia, la trombosis de una vena superficial y la trombosis en una vena varicosa o varicoflebitis. La varicorragia se produce por traumatismos sobre una variz que está inmediatamente debajo de la piel. Se trata de una hemorragia importante que requiere una atención médica inmediata. Lo primero que habría que hacer es comprimir la herida hasta llegar al centro de salud. Las venas varicosas son tortuosas, por lo que dentro de ellas el flujo sanguíneo desarrolla turbulencias que hacen que se forme un trombo en esa zona. Éste dará lugar a inflamación de la variz, cuadro que se denomina varicoflebitis. En una vena no varicosa también se puede desarrollar un trombo por factores genéticos, inmovilidad o alteraciones de los factores de la coagulación. En este caso, la vena también se inflamará pero no aparecerá tortuosa como en las varices, sino como un cordón rojo y doloroso. Las trombosis superficiales también necesitan de atención médica urgente.
Respuestas de Iria Rodríguez
-El papel del farmacéutico es importante en el abordaje terapéutico de esta patología. ¿Cuándo procede dar algún tratamiento al paciente y cuándo procede derivar al médico de familia?
En la guía que hemos elaborado se desarrolla un algoritmo de actuación ante los diferentes casos. De manera general, en aquellos casos en los que el paciente presente algún signo de alarma tales como úlceras, flebitis, trombosis…, o sea considerado de riesgo (niños, embarazadas, disminuidos físicos/psíquicos, personas inmovilizadas...), se debe derivar al médico.
-El consenso aborda la reconducción de los malos hábitos higiénicos, dietéticos (conviene aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra), conductuales y posturales (por ejemplo, se incluyen ejercicios para mejorar la circulación venosa). ¿Qué tipo de ejercicios se recomiendan para los pacientes?
Existen unos ejercicios muy sencillos que todos podemos hacer y que nos ayudan a prevenir y aliviar el síndrome de piernas cansadas:
-Ponerse de puntillas, caminar con los talones y alternar ambos movimientos.
-Tumbado boca arriba, hacer movimientos de pedaleo con las piernas enérgicamente, flexionar y estirar los dedos de los pies repetidamente, hacer movimientos circulares con las piernas...
Todos estos ejercicios aumentan el tono muscular y, consecuentemente, se activa la circulación y el retorno venoso.
-Asesorar sobre el uso de medicamentos que no requieren prescripción médica es otro de los puntos incluidos en el Documento. ¿Cuáles son los tratamientos que pueden aplicarse para la IVC que no necesitan receta médica?
De forma genérica, siempre se recomendarán medidas higiénico-dietéticas acompañadas, si fuera necesario, de tratamiento farmacológico (EFP) o fitoterapia (MTP) con propiedades venotónicas y vasoprotectoras que aumenten la resistencia vascular y disminuyan la permeabilidad capilar. La terapia compresiva es de gran utilidad en la insuficiencia venosa crónica y el farmacéutico ha de saber realizar de forma correcta la toma de medidas para acertar con la talla adecuada y lograr que el tratamiento sea eficaz.
-Usted es farmacéutica comunitaria. Cuántas veces le habrá llegado una persona diciéndole ‘dame algo para el hormigueo que siento en las piernas…’ Una vez más, la farmacia como uno de los primeros lugares donde acudir cuando uno no se encuentra bien…
Pues la mayoría de las veces los pacientes no asocian los síntomas con una patología y por eso no acuden al médico. En general, es el mismo paciente quien infravalora la enfermedad, pero es cierto que eso disminuye su calidad de vida. Es en la farmacia donde nos demandan algo para aliviar la sintomatología y nosotros informamos y damos las recomendaciones apropiadas. Al final, la farmacia es el centro sanitario de primera mano, donde el paciente acude sin esperar cita y tiene la confianza de su farmacéutico…
* La Bipedestación prolongada es estar de pie en posición vertical durante mucho tiempo, según una Ficha de Prevención del sindicato UGT