Redacción Farmacosalud.com
Como quien dice, visto y no visto. Con la Traumatología Mínimamente Invasiva el paciente de fractura ósea puede regresar a su domicilio incluso el mismo día de la intervención. Ahora bien, hay casos en que hay que esperar algo más… pero tampoco mucho más. Cuestión de horas. Por ejemplo, 48. O sea, dos días, y a casa. “El alta el mismo día de la intervención no sólo depende de la técnica quirúrgica sino del estado previo del paciente y del tipo de fractura que presente. En general, la mayor parte de las fracturas de la mano y muñeca podrían darse de alta el mismo día, mientras que las fracturas del resto de la extremidad superior (desde hombro a antebrazo) podrían cursar el alta en 24 horas. Las fracturas de la extremidad inferior podrían obtener el alta, como término medio, en 24-48 horas”, explica a www.farmacosalud.com el doctor David Roca, cirujano ortopédico y traumatólogo del Centro Médico Teknon (Barcelona).
El doctor Roca ha ejercido como director del I Curso de osteosíntesis ‘Actualización en el tratamiento quirúrgico de las fracturas’, celebrado recientemente en el Centro Médico Teknon-Grupo Quirónsalud. En este encuentro centrado en la osteosíntesis o tratamiento quirúrgico de las fracturas óseas se han visto técnicas de implantología traumatológica y Traumatología Mínimamente Invasiva, procedimientos que buscan nuevas vías de acceso que disminuyan el riesgo de complicaciones postquirúrgicas y acorten el tiempo de recuperación tras la cirugía. “El avance en implantología traumatológica de los últimos años nos permite hoy en día tratar fracturas muy complejas a través de heridas muy pequeñas. Ejemplos de ello son las fracturas del húmero proximal, del fémur distal y las fracturas de la tibia distal que son susceptibles de abordajes mínimamente invasivos”, comenta Roca.
Antiguamente, el objetivo del tratamiento de las fracturas era la cicatrización o consolidación ósea, pero en la actualidad este objetivo es insuficiente. La dinámica de la sociedad actual exige que la consolidación del hueso se realice en el menor tiempo posible y en ausencia de complicaciones. La Traumatología Mínimamente Invasiva tiene por objetivo una rápida reincorporación del paciente a su actividad previa a la cirugía. El protocolo de actuación para conseguir este objetivo comienza desde que el paciente ingresa en el hospital. De hecho, cuanto menor es el tiempo preoperatorio, menores son las complicaciones postoperatorias y, por ello, es fundamental no demorar la cirugía más allá de las seis horas desde la fractura.
¿Así pues, si se pasa de las 6 horas tras la lesión padecida por el paciente la Traumatología Mínimamente Invasiva pierde eficacia? De acuerdo con el facultativo, “siempre que se produce una fractura se desarrolla un proceso inflamatorio que origina tumefacción, hematoma y dolor, y por ello se requiere una inmovilización. La inmovilización prolongada de una fractura no reducida es un factor de riesgo para la trombosis venosa, pérdida de sangre por el hematoma, lesión neurovascular y necrosis ósea. Si podemos adelantarnos al desencadenamiento de todos estos efectos adversos y además podemos realizar un tratamiento mínimamente invasivo para no añadir más lesión a la que hay, la recuperación tendrá mayor probabilidad de éxito y será más rápida”.
Superdeportistas, autónomos y ejecutivos, grandes beneficiarios de esta cirugía
Los perfiles profesionales que pueden beneficiarse de esta cirugía van más allá de los deportistas de élite. Entre ellos figuran “los autónomos, que deben reincorporarse a su actividad laboral lo antes posible, ejecutivos que deben tomar un avión al día siguiente o cualquier persona que no pueda permitirse largos períodos de baja. Para todos ellos puede ser útil esta nueva cirugía traumatológica”, destaca el doctor Roca en unas declaraciones recogidas por el Centro Médico Teknon-Grupo Quirónsalud.
En el encuentro científico también se han abordado las últimas técnicas para tratar la ‘pseudoartrosis’, una complicación que se presenta cuando las fracturas no consolidan o no se resuelven a pesar de haberse aplicado un tratamiento quirúrgico. “La utilización de células mesenquimales o ‘madre’ se emplean en nuestro Centro por el Instituto de Terapia Regenerativa Tisular desde hace más de 10 años. Inicialmente su uso se limitaba al tratamiento de la pseudoartrosis, pero hoy día se encuentran vías de investigación abiertas en el ámbito de la regeneración condral y nerviosa”, asegura el traumatólogo.
Autotrasplantes con una tasa de consolidación superior al 60%
Otro método para tratar la pseudoartrosis es el trasplante de hueso vascularizado. Según el experto, “el autotrasplante de hueso vascularizado es otro de los procedimientos terapéuticos de los que disponemos para el tratamiento de la pseudoartrosis con grandes pérdidas de hueso. Consiste en el autotrasplante de un hueso con su aporte vascular, generalmente el peroné, con la finalidad de que ocupe el defecto óseo que queremos reconstruir”.
“La eficacia -apunta Roca- de los procesos reconstructivos de los que hemos hablado en este curso como el autotrasplante de células mesenquimales o hueso vascularizado no dependen únicamente de la técnica en sí. Existen otros factores determinantes -como la localización de la lesión, la edad y los antecedentes médicos de cada paciente- que hacen variar los resultados entre unos pacientes y otros. Pero en general y como término medio, se puede afirmar que la tasa de consolidación supera el 60% para ambos procedimientos”.