Redacción Farmacosalud.com
La hiposalivación o xerostomía “es la sensación subjetiva que el paciente autopercibe ante la escasez o carencia absoluta de saliva en la cavidad oral. También denominada asialorrea o boca seca, en ningún caso constituye una entidad clínica por sí misma, sino más bien una manifestación de la disfunción de su aparato glandular. Son múltiples las causas que en la actualidad conocemos como originantes de este síntoma. Entre ellas encontramos la diabetes mellitus, el síndrome de Sjögren primario secundario con origen autoinmune, uso de ciertos fármacos entre los que destaca el grupo de los quimioterápicos, así como el empleo de tratamientos basados en la aplicación de radiaciones ionizantes”[1], según se desprende de la literatura médica.
Pues bien. A la hiposalivación le ha salido un duro contrincante, ya que los resultados de un estudio “mostraron que los chicles (independientemente de contener o no probióticos) incrementaban el flujo de saliva en individuos con hiposalivación; asimismo se observó un incremento en los niveles de inmunoglobulina A (IgA) y el pH de la saliva. Sin embargo, los chicles probióticos no resultaron significativamente superiores al chicle placebo para ninguno de estos parámetros”, sostiene el doctor Miguel Gueimonde Fernández, jefe del Departamento de Microbiología y Bioquímica de Productos Lácteos del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC).
La falta de superioridad manifiesta de la 'goma de mascar' probiótica con respecto a los chicles no probióticos a la hora de combatir la xerostomía no significa, ni mucho menos, que la ‘goma de mascar’ probiótica no tenga recorrido para avanzar en otros ámbitos de la salud. Más bien ocurre todo lo contrario, tal y como detalla el científico: “En nuestro trabajo, además de la parte del estudio de intervención, monitorizamos la estabilidad de los probióticos en los chicles durante varios meses de almacenamiento y ésta resultó ser realmente buena; el chicle parece ser un buen vehículo para la administración de probióticos. Esta elevada estabilidad permite la inclusión de las cepas en el chicle en términos económicamente rentables y facilita la aparición de productos probióticos alternativos a los clásicos (principalmente productos de matriz láctea), lo cual posibilitaría la penetración en sectores poblacionales nuevos” (adolescentes, jóvenes o personas que evitan el consumo de lácteos).
Como se diría en argot deportivo… ‘Hay partido’.
-Sevilla acoge el ‘VII Workshop Probióticos, Prebióticos y Salud. Evidencia Científica’, organizado por la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP). Hay una sesión titulada ‘Suplementación de chicles con probióticos: estudio piloto de los efectos sobre la salivación y las propiedades de la saliva’. ¿Qué han descubierto a raíz de este trabajo?
El estudio se plantea a raíz de un estudio finlandés, publicado hace algunos años (2007), en el que se sugería que el queso probiótico sujeto de la investigación podría incrementar la salivación. Sin embargo, dicho estudio no pretendía evaluar el efecto en la salivación sino que buscaba reducir la prevalencia oral de Candida en ancianos, por lo que se trataba de una simple observación secundaria. Además, el trabajo no se centraba en personas con hiposalivación. Por esta razón, dado el relativamente elevado porcentaje de personas con hiposalivación y de los problemas de salud oral relacionados con esta condición, pensamos que resultaría interesante realizar este estudio piloto.
En aquel momento participábamos, además, en un proyecto (denominado STABPRO) de colaboración con la Universidad de Turku (Finlandia) que buscaba el desarrollo de nuevos productos y nuevas aplicaciones de los probióticos, en el que se enmarcó nuestro estudio. Como primer paso decidimos incluir los probióticos en una matriz adecuada para una aplicación oral y que ya por sí misma pudiese resultar positiva, por lo que nos decidimos por intentar incluirlos en chicles con xilitol (sin azúcar). En este sentido, fuimos afortunados de contar en el proyecto STABPRO con una empresa dedicada a la elaboración de dulces (Fazer Oy, Finlandia) que se ofreció a elaborar los chicles del estudio en su planta piloto. De este modo, la empresa elaboró los chicles (tres tipos: placebo y con dos mezclas probióticas diferentes) en Finlandia y nos los envió al IPLA-CSIC, donde desarrollamos el estudio de intervención en colaboración con la Escuela de Estomatología de la Universidad de Oviedo.
Los resultados del estudio piloto mostraron que los chicles (independientemente de contener o no probióticos) incrementaban el flujo de saliva en individuos con hiposalivación; asimismo se observó un incremento en los niveles de inmunoglobulina A (IgA) y el pH de la saliva. Sin embargo, los chicles probióticos no resultaron significativamente superiores al chicle placebo para ninguno de estos parámetros.
-Recientemente se ha desarrollado un probiótico para combatir las bacterias causantes de las caries, gingivitis y halitosis. Una de las presentaciones de este probiótico es un chicle…
Nosotros pensamos que el chicle es una matriz excelente para la inclusión de probióticos dirigidos a la mejora de la salud oral. Nuestro estudio subraya el interés en el desarrollo de productos con chicle sin azúcar como matriz, pues observamos que, independientemente de la presencia o no de probióticos, los chicles incrementan la salivación en personas con problemas de baja producción y también se incrementan los niveles de inmunoglobulinas y el pH, lo cual también puede repercutir beneficiosamente en la salud bucodental.
-¿Qué otros beneficios para la salud podría aportar la suplementación de goma de mascar probiótica que se ha investigado desde el IPLA-CSIC?
Los problemas de hiposalivación son relativamente frecuentes en la población (aprox. 20%) y frecuentemente se asocian a una pobre salud oral, con incremento en el riesgo de caries, enfermedad periodontal, infecciones orales, etc. En este contexto, el incremento del flujo de saliva y de los niveles de IgA puede tener un impacto directo en el riesgo de estas afecciones.
-¿Qué perspectivas tienen los chicles probióticos por su formato? ¿Es decir, el hecho de que sean chicles pueden ayudar a penetrar en sectores poblacionales (adolescentes y jóvenes) que no están motivados a la hora de tomar estos complementos nutricionales?
Esta es una cuestión muy interesante y, en mi opinión, de gran relevancia. Los probióticos se enmarcan dentro de un número muy limitado de categorías de productos (básicamente productos de base láctea o suplementos alimenticios en formato pastilla, etc.) y, como bien indica, esto limita la penetración de los probióticos en algunos sectores de población.
Por tanto, resulta esencial extender la aplicación y uso de los probióticos en otras categorías de productos, pero la baja estabilidad de los probióticos en numerosas categorías de producto ha sido una gran limitación: se trata de microorganismos vivos, difíciles y caros de producir, pero que con frecuencia pierden la viabilidad rápidamente en el producto. Esta dificultad en mantener la estabilidad y/o en poder garantizar un número mínimo adecuado durante el almacenamiento (especialmente en ausencia de refrigeración, que es lo normal en la mayor parte de los productos) ha limitado la inclusión de los probióticos en otros formatos.
En nuestro trabajo, además de la parte del estudio de intervención, monitorizamos la estabilidad de los probióticos en los chicles durante varios meses de almacenamiento y ésta resultó ser realmente buena; el chicle parece ser un buen vehículo para la administración de probióticos. Esta elevada estabilidad permite la inclusión de las cepas en el chicle en términos económicamente rentables y facilita la aparición de productos probióticos alternativos a los clásicos (principalmente productos de matriz láctea), lo cual posibilitaría la penetración en sectores poblacionales nuevos (como los que se mencionan o las personas que evitan el consumo de lácteos). Además, dichas aplicaciones también permiten el desarrollo de productos comerciales que pueden resultar de interés para el sector.
-¿Qué otros proyectos está llevando a cabo el IPLA-CSIC en el ámbito de los probióticos?
La actividad del IPLA-CSIC en el campo de los probióticos es amplia. En el pasado se realizaron diversos estudios de intervención (por ejemplo con leches fermentadas probióticas o como este de los chicles probióticos) y actualmente estamos en la fase inicial de un nuevo estudio, con un suplemento probiótico en este caso. Además, se realizan numerosos trabajos sobre la microbiota intestinal en diversos grupos de población (neonatos prematuros, ancianos, individuos con obesidad, trastornos autoinmunes o cáncer colorrectal) o en localizaciones intestinales (estómago, colon, vesícula biliar, etc.) con el fin de elucidar alteraciones en la microbiota de estas poblaciones para la posterior selección y desarrollo de cepas probióticas dirigidas a corregir las mismas. Para ello, el IPLA-CSIC dispone de una colección, propia y extensa, de cepas asiladas de intestino humano y de leche materna.
Por otra parte, en un contexto más clásico el IPLA-CSIC posee amplia experiencia y trabaja activamente en la caracterización fenotípica y genotípica de cepas, selección de cepas con actividad frente a patógenos específicos (por ejemplo ‘Clostridium difficile’ como se muestra en otra de las comunicaciones presentadas en el Workshop de la Sepyp), o el estudio de las interacciones entre probióticos y las células (inmunes y/o epiteliales) del hospedador.
Referencias
1. González Jiménez E, Aguilar Cordero MªJ., Guisado Barrilao R., et al. Xerostomía: Diagnóstico y Manejo Clínico. Rev Clin Med Fam [revista en la Internet]. 2009 Feb [citado 2016 Ene 25] ; 2(6): 300-304.