Según la ‘Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes’* difundida por el Sistema Nacional de Salud (SNS) español, “el TDAH es un trastorno de inicio en la infancia que comprende un patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está presente cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales manifestaciones interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o laboral, y en sus actividades cotidianas (DSM-IV-TR, 2001)”[1].
Teniendo en cuenta esta definición, resulta evidente que la manifestación de esta alteración en los niños repercute también en sus progenitores o tutores-cuidadores. De acuerdo con varios estudios científicos, cuando esos adultos llegan a la consulta de un especialista presentan: “88.8% nivel muy alto de estrés; 75% incapacidad para controlar el comportamiento; 63.9% sentimiento de vergüenza pública; 50% peleas entre los mismos padres, y 100% problemas de convivencia familiar”, indican el doctor y psiquiatra Infantil y Adolescente Jordi Sasot Llevadot, y el psicólogo Clínico Infantil y Adolescente Xavier Olivera, ambos profesionales de la Unidad de Paidopsiquiatría del Centro Médico Teknon (Barcelona) y del Centre Psicopediàtric GUIA (Barcelona y Sant Cugat del Vallès, en Barcelona).
¿Entonces, quién cuida de los padres o, simplemente, los orienta a la hora de proporcionar a sus hijos las pautas educativas adecuadas? La respuesta está en iniciativas como el ‘Taller psicoeducacional para padres de niños con TDAH’ que imparten estos dos profesionales de la salud y su equipo. “Las pautas educativas tradicionales y el sentido común no son suficientes ni eficaces para la educación de los niños con TDAH, ya que sus características conductuales (hiperactividad, impulsividad, inatención) y emocionales, derivadas del trastorno, generan múltiples problemáticas educativas que hay que saber gestionar adecuadamente”, recuerdan Sasot y Olivera. Ambos creen que el Taller puede aportar mucho a los progenitores o cuidadores de niños con TDAH: “A modo de ejemplo, uno de los aspectos básicos a mejorar por parte de los padres es su capacidad de contención emocional, variable que puede facilitar o entorpecer en gran medida la dinámica familiar”.
-Ustedes impulsan el Taller psicoeducacional para padres de niños con TDAH. ¿Por qué hay la necesidad de orientar a los progenitores de estos pacientes?
La necesidad nace de que las pautas educativas tradicionales y el sentido común no son suficientes ni eficaces para la educación de los niños con TDAH, ya que sus características conductuales (hiperactividad, impulsividad, inatención) y emocionales, derivadas del trastorno, generan múltiples problemáticas educativas que hay que saber gestionar adecuadamente. A este nivel queremos destacar que las principales Guías Clínicas de TDAH a nivel internacional (NICE, AACAP, EAGG, SIGN) confirman en múltiples estudios clínicos de seguimiento la rotunda utilidad clínica de los talleres psicoeducacionales para padres de niños y adolescentes con TDAH.
-¿Los padres de menores con este trastorno pueden llegar a sufrir problemas psicológicos derivados del estrés que viven por la relación que mantienen con sus hijos? ¿Si es así, de qué problemas estamos hablando?
Los padres de niños con TDAH sufren mayores problemas emocionales (ansiedad) y afectivos (depresión) relacionados con la educación de sus hijos; nos referimos a estrés, ansiedad, sentimientos de ineficacia, baja autoestima y sentimientos de culpa e irritabilidad, lo que puede conllevar a una dinámica muy negativa a nivel familiar y afectar la relación conyugal y la relación paterno-filial. Estudios científicos al respecto concluyen que los padres de un niño o un adolescente TDAH al llegar a la consulta de un especialista presentan:
Actitud de los padres al llegar a la consulta (Mulas F. et al):
-88.8% Nivel muy alto de estrés
-75% Incapacidad para controlar el comportamiento
-63.9% Sentimiento de vergüenza pública
-50% Peleas entre los mismos padres
-100% Problemas de convivencia familiar
-Ustedes creen que las pautas educativas tradicionales no son efectivas para dirigir el comportamiento de estos menores, por lo que es imprescindible aprender nuevas formas educativas que faciliten la dinámica familiar. ¿Qué novedades aporta la iniciativa del Taller para padres de afectados por TDAH?
A los padres les aporta sobre todo comprensión del trastorno, apoyo emocional de otros padres con la misma problemática y sentirse apoyados en su difícil labor de educar a sus hijos con TDAH; también les aporta un lugar de apoyo psicológico personal y contención emocional del grupo, además de, lógicamente, brindarles técnicas de modificación de conducta para saber manejar la conducta de sus hijos.
-¿Qué es lo que, por lo general, estarían haciendo mal actualmente los padres de niños que padecen este trastorno?
Los padres de niños con TDAH no es que actúen mal en su labor educativa, sino que en muchas ocasiones ésta no es la adecuada, no siendo suficiente lo que están haciendo, por lo que requieren aprender nuevas formas de educar a sus hijos con el fin de lograr unos mejores resultados en su convivencia del ‘día a día’. A modo de ejemplo, uno de los aspectos básicos a mejorar por parte de los padres es su capacidad de contención emocional, variable que puede facilitar o entorpecer en gran medida la dinámica familiar.
-Algunas voces médicas sostienen que los pacientes con TDAH son muy impulsivos pero también muy creativos. De hecho, la historia de la humanidad está llena de TDAH que son grandes figuras de la pintura, arte o de los negocios. ¿Desde el Taller, cómo se puede orientar a los progenitores para que no ‘coarten’ la creatividad de sus hijos?
Los padres deben de fomentar la autoestima y la autoconfianza de sus hijos, focalizando en aspectos positivos su gran creatividad, energía y fuerza vital. Eso significa ‘reforzarles y elogiarles’ cuando hagan las cosas bien, aunque al mismo tiempo también tienen que tener presente que puede ser necesario ‘coartar y limitar’ sus malas conductas, pero siempre respetando a la persona, nunca con una crítica personal; lo que se limita es la conducta equivocada.
-De hecho, los niños con TDAH también pueden desarrollar un lado ‘oscuro’, marcado por la inadaptación, entre otros problemas de conducta. ¿Qué herramientas se proporciona a los padres para evitar ese riesgo?
Además de incidir en lo que hay que hacer cuando se presentan conductas inadecuadas, hay que potenciar los aspectos positivos de estos niños y adolescentes; su autoestima, autoconfianza y autonomía… hay que hacerles sentirse queridos pese a su mal comportamiento, es decir, aceptarles en todo momento. A los padres se les enseña a educar la asertividad y la empatía, aspectos básicos en el aprendizaje de una adecuada conducta adaptativa.
Finalmente comentar que, a nivel adaptativo, es importante que su ambiente (profesores, amigos, familiares, monitores) conozcan la problemática y apoyen a este niño o adolescente para conseguir un adecuado proceso adaptativo en todos los ambientes. En este sentido, es básico que los padres comuniquen todos estos aspectos al resto de educadores.
*También denominado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Referencias
[1] American Psychiatric Association. DSM-IV TR Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales-IV Texto revisado. Barcelona: Masson; 2001.