Redacción Farmacosalud.com
Las nuevas circunstancias de la infección por VIH aconsejan el desarrollo de nuevos modelos asistenciales, donde el mejor ejemplo es el de Atención Compartida. Según el coordinador del Proyecto Paciente Experto VIH 2.0, Ramón Alejandro Morillo, farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria del Hospital Virgen de Valme, en Sevilla, “desde el punto de vista de la farmacoterapia el reto es abordar la polifarmacia y la atención integral que las nuevas circunstancias de la enfermedad nos exige como farmacéuticos especialistas”. Además, la atención primaria, la prevención y la promoción de la salud, el diagnóstico precoz, los procesos no relacionados con el VIH y la colaboración en comorbilidades son elementos imprescindibles en este sistema asistencial. En este sentido, el Proyecto Paciente Experto VIH 2.0 demuestra que las nuevas tecnologías son un recurso muy útil en este nuevo modelo de atención.
Según el Dr. Emilio Monte, jefe de sección del Servicio de Farmacia y responsable de la Unidad de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, el Proyecto Paciente Experto VIH 2.0 pretende formar y promover el autocuidado de salud en los pacientes VIH con la particularidad de que son los pacientes quienes forman a otros pacientes o cuidadores. El programa Paciente Experto, que cuenta con la colaboración de ViiV Healthcare, ha sido desarrollado por la prestigiosa Universidad de Stanford y es la primera vez que dicha universidad acredita un programa de este tipo en el entorno 2.0. Además, “una de las peculiaridades del programa reside en su carácter multidisciplinar, donde participan farmacéuticos de hospital, asociaciones de pacientes, administración sanitaria y sociedades científicas”, añade el especialista.
“El farmacéutico acompaña al paciente desde el inicio de su tratamiento”
Por su parte, Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), recuerda que “el farmacéutico acompaña al paciente VIH positivo desde el inicio de su tratamiento y nuestro objetivo es conseguir los mejores resultados en efectividad y seguridad. Para ello, trabajamos con el paciente para mejorar la adherencia al tratamiento, ya que es vital que el paciente cumpla el plan terapéutico que la ha prescrito su médico para evitar la pérdida de efectividad y la aparición de resistencias”.
En el último congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, el grupo de trabajo de VIH de la SEFH ha presentado el Modelo de selección y estratificación de la Atención Farmacéutica al paciente VIH+, en el que se abordan de manera integral las necesidades de dichos enfermos. “Esto nos permitirá planificar y optimizar su atención en función de sus necesidades, no solo desde el punto de vista de la farmacoterapia. El modelo, que estratifica en tres niveles de atención, es fruto del trabajo de farmacéuticos de varios centros de España, en colaboración con especialistas clínicos e incluye variables no solo relacionadas con la medicación (antirretrorival y concomitante) sino también demográficas, del estado cognitivo y funcional, variables de apoyo familiar y de uso de recursos sanitarios”.
Empoderamiento del enfermo
Todo esto ayudará a que el paciente sea más consciente del autocuidado de su salud. En esta línea se manifiesta Jorge Garrido, director de Apoyo Positivo, quien reclama un mayor empoderamiento del paciente VIH positivo. Esto se puede conseguir gracias a herramientas como el Proyecto Paciente Experto VIH 2.0, que es un buen elemento para el manejo diario de la enfermedad. “En materia de prevención hay diferentes programas en marcha, pero para el día a día de la persona VIH positiva se necesitan herramientas como estas que acompañen al paciente y le ayuden a resolver las dudas que se le van presentando. Es de gran utilidad para conocer la enfermedad y establecer un diálogo abierto con los profesionales sanitarios que están involucrados en el seguimiento de las personas VIH positivas”.
Tal y como recuerda el Dr. José López Aldeguer, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, “la esperanza de vida de una persona infectada por el VIH en tratamiento y con la carga viral suprimida está muy próxima a la de la población general. Es muy importante la adherencia al tratamiento y llevar un régimen de vida que pueda prevenir las distintas comorbilidades que van apareciendo”.
El especialista añade que ante este cambio en la percepción de la infección que pasa a “ser una enfermedad crónica y no mortal”, se ha perdido el miedo a la misma, “por lo que no se toman las medidas recomendadas para prevenirla, se siguen produciendo nuevas infecciones por el VIH y de otras infecciones de transmisión sexual. Con respecto a la infección por el VIH, lo mejor es no estar infectado y si se tienen prácticas de riesgo, tomar las medidas preventivas adecuadas”. La SEFH viene trabajando para anticiparse y adaptarse a las nuevas circunstancias de la infección por VIH, a través de su proyecto MAPEX (Mapa estratégico para la Atención Farmacéutica al paciente externo) y con el Modelo de Selección y Estratificación de Pacientes VIH.
Resultados positivos en un estudio sobre dos fármacos inyectables
Por otra parte, la compañía ViiV Healthcare ha anunciado que el estudio de fase IIb LATTE 2 (NCT02120352) ha cumplido su objetivo primario a las 32 semanas. Los resultados demuestran que el tratamiento con las formulaciones inyectables de acción prolongada en investigación de cabotegravir (ViiV Healthcare) y rilpivirina (Janssen) fue comparable en el mantenimiento de las tasas de supresión viral con una terapia triple oral del medicamento en investigación cabotegravir y dos inhibidores nucléosidos de la transcriptasa inversa (ITIAN).
Las tasas de supresión viral a las 32 semanas (ARN de VIH en plasma <50 c/ml según análisis snapshot de la FDA) en pacientes que recibieron terapia dual de mantenimiento con cabotegravir de acción prolongada (CAB LA) y rilpivirina de acción prolongada (RPV LA) administrados cada 8 semanas (C8S, 95%) o cada 4 semanas (C4S, 94%) fueron comparables a la tasa observada en pacientes que continuaron con una terapia oral triple de CAB y 2 ITIANs (91%).
Los pacientes que cambiaron a CAB LA y RPV LA, administrados cada 4 semanas, presentaron más acontecimientos adversos (AE) que llevaron a la retirada (5%; n=6) que aquellos que recibieron una inyección cada 8 semanas (2%; n=2) o continuaron con CAB oral y 2 ITIANs (2%, n=1). El acontecimiento adverso (AE) más común observado en los pacientes fue el dolor en el lugar de la inyección (93% de los inyectados). Dos pacientes del grupo de 8 semanas (ninguno en el de 4) se retiraron por intolerancia a la inyección. Dos pacientes cumplieron los criterios de fallo virológico definido por protocolo C8S (n=1), oral (n=1); ningún paciente con fallo seleccionó resistencia.
Cabotegravir es un inhibidor de la transferencia de cadenas de la integrasa (INSTI) y análogo a dolutegravir (Tivicay®). Rilpivirina es un inhibidor no nucléosido de la transcriptasa inversa (ITINAN) empleado en el tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV-1) combinado con otros agentes antiretrovirales en pacientes adultos que no han recibido tratamiento antirretroviral con una carga viral de ≤ 100.000 copias del ARN de VIH por mL. [Bibliografía: 1. Margolis DA et al., “Cabotegravir plus rilpivirine, once a day, after induction with cabotegravir plus nucleoside reverse transcriptase inhibitors in antiretroviral-naive adults with HIV-1 infection (LATTE): a randomised phase 2b dose-ranging trial”. Lancet Inf Dis 2015:15(10):1145-55.]
GeSIDA alerta sobre las consecuencias del decreto de troncalidad
Finalmente, el Grupo de Estudios del SIDA (GeSIDA) de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica), quiere advertir que el Decreto de Troncalidad recientemente aprobado por el Gobierno español, el cual no reconoce la especialidad de Enfermedades Infecciosas y limita a un año la formación especializada en estas patologías, tendrá gravísimas consecuencias sanitarias en la atención del VIH y mermará la calidad asistencial de la atención a estos pacientes, por la falta de relevo generacional de los profesionales que ahora mismo tratan a estos enfermos, la mayoría de los cuales se jubilarán en menos de diez años.
“El decreto de Troncalidad dejará sin atención especializada en apenas diez años a los pacientes infectados por VIH, cuando se retiren los profesionales que hoy han permitido a nuestro país situarse a la vanguardia en atención asistencial y producción científica en enfermedades infecciosas”, explica el presidente de GeSIDA, Antonio Rivero, que advierte que el decreto es “imprudente” e “inconsciente”, pues ignora la realidad y evolución previsible de las patologías infecciosas en España y particularmente del VIH. GeSIDA subraya que la exclusión de Enfermedades Infecciosas como especialidad es además contraria a lo que sucede en Europa. La especialidad está reconocida en 20 países miembros de la UE y en la actualidad existe en 23 de los 27 Estados Miembros.