Redacción Farmacosalud.com
Las mujeres portadoras de prótesis mamarias deben seguir rigurosamente los protocolos de toma de antibióticos ante cualquier tipo de infección bacteriana, según han revelado los resultados de una investigación desarrollada por los departamentos de Cirugía Plástica y Reparadora y por el de Microbiología de la Clínica Universidad de Navarra (Navarra). El trabajo ha sido publicado en la revista científica ‘Journal of Plastic, Reconstructive & Aesthetic Surgery’. Los especialistas de la Clínica han estudiado la complicación más frecuente que sufren las mujeres portadoras de prótesis mamarias, tanto por estética como por reconstrucción: la contractura capsular o encapsulamiento de los implantes. Se trata del mayor problema al que se enfrentan las pacientes portadoras de dichas prótesis.
La formación de una ‘cápsula’ alrededor del implante mamario es un proceso que ocurre en todos los casos de aumento mamario. Se trata de una cicatriz interna y muy fina que envuelve a los implantes. “Lo que no debería ocurrir es que esa cicatriz aumente de grosor y se vuelva más gruesa porque puede deformar los implantes, provocando alteraciones estéticas y dolor a la paciente”, advierte el Dr. Bernardo Hontanilla, director del Departamento de Cirugía Plástica de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal del trabajo. La contractura capsular es el problema que más inquieta a las mujeres con prótesis mamarias. “Nos preguntábamos por qué una mujer, de repente, desarrolla una contractura capsular cuando tiene las prótesis desde hace más de 20 años”, explica.
Contractura por infecciones bacterianas
Esta investigación es la primera que estudia si las infecciones bacterianas aumentan la posibilidad de sufrir una contractura capsular en las mujeres portadoras de prótesis mamarias. “La hipótesis de trabajo fue el desarrollo de una contaminación bacteriana, amigdalitis, una infección de orina… Esas bacterias, a través de la sangre, se implantan en la superficie de la prótesis y provocan una reacción inflamatoria y, como consecuencia, la aparición de la contractura capsular”, describe el Dr. Hontanilla.
Para la investigación se utilizaron tres grupos de ratones a los que se implantaron unas prótesis. Dos grupos fueron sometidos a una inyección de bacterias 30 días después de la implantación, lo que les provocó una contractura capsular. “Uno de los grupos infectados con bacterias recibió un tratamiento con antibióticos y comprobamos que estaba igual que el grupo control (que no había sido infectado con bacterias y por tanto no había desarrollado una contractura)”, explica el doctor.
A la vista de estos resultados, el doctor Hontanilla aconseja que una mujer con prótesis mamarias que sufra una infección bacteriana debe tomar antibióticos para evitar la formación de una contractura capsular y los problemas que lleva asociados esta complicación, que en última instancia pueden suponer la retirada de la prótesis. “En estas mujeres resulta especialmente importante seguir las pautas de administración de los antibióticos durante el período que aconseje el facultativo”, propone el especialista.
El 85% de españoles cumplen las indicaciones médicas sobre antibióticos
El consumo inadecuado de los antibióticos es demasiado alto en Europa, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y España es uno de los países con mayores tasas de resistencia a estos medicamentos. Su uso excesivo o indebido puede provocar daños en el organismo de los pacientes, con el crecimiento de las bacterias resistentes, poniendo en riesgo a un enfermo que vaya a necesitar de ellos en situaciones críticas para su salud. Por ello, coincidiendo con la celebración del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que tiene lugar el 18 de noviembre, IMOP y Berbés Asociados han querido saber qué opinan los españoles sobre ello y conocer sus pautas de consumo, a través de una nueva edición de la pregunta IMOP-Berbés.
Según los resultados obtenidos, un 85% de la población afirma cumplir las indicaciones de los médicos ante la toma de los antibióticos, existiendo significativas diferencias entre grupos de edad. Así, los mayores de 65 años son los que llevan a cabo de manera más precisa los consejos de los médicos, mientras que los jóvenes de entre 14 y 24 años son los que menos los siguen. Por su parte, aquellos que no cumplen las indicaciones médicas en estos casos representan al 12% de la población, destacando entre ellos los hombres por encima de las mujeres y los jóvenes de entre 14 y 24 años, entre quienes el porcentaje asciende hasta un 23%. Además, un 3% indica que nunca suele tomar antibióticos y un 1% no sabe o no contesta a la pregunta.
Así, entre quienes contestaron que no cumplen por completo las indicaciones de los doctores, lo atribuyen a no completar el tratamiento (59%), a no seguir los horarios indicados (32%) o a guardar los antibióticos después del tratamiento (15%). En menor número, tampoco cumplen con los consejos de los profesionales aquellos que se automedican con antibióticos, no toman las dosis establecidas, se olvidan de tomarse estos fármacos o incluso no lo hacen por no abusar de ellos. Por último, un 3% de aquellos que no siguen las indicaciones médicas ante la toma de antibióticos no sabe o no quiere contestar por qué lo incumple.
Programas PROA para reducir la resistencia a los antibióticos
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) colabora estrechamente con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en el desarrollo e implantación los programas PROA (programas de optimización de uso de antimicrobianos) en la sanidad española. Están destinados a centros de atención primaria y hospitales, con la finalidad de fomentar un uso apropiado de los antibióticos en esos ámbitos. España es uno de los siete países europeos que ya cuentan con un Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, dentro del que se encuadran acciones como los PROA en centros sanitarios.
Los antibióticos son un tipo de medicamento que puede matar a las bacterias o inhibir su crecimiento y así curar las infecciones. Los antibióticos no curan infecciones causadas por virus, como el resfriado común o la gripe, únicamente son eficaces para combatir las infecciones bacterianas. El diagnóstico correcto y la decisión respecto a la necesidad de administrar antibióticos son competencia exclusiva de los médicos; por ello, se han de seguir siempre las indicaciones del médico y tomar los antibióticos cómo y cuándo él lo indique.
Se dice que una bacteria ha desarrollado resistencia cuando un antibiótico específico pierde su capacidad para eliminarla o para detener su crecimiento. Las bacterias resistentes sobreviven en presencia del antibiótico y siguen multiplicándose, prolongando la enfermedad e incluso causando la muerte. El uso excesivo e inadecuado de estos fármacos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes. Éstas pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico. Los patógenos resistentes podrían llegar a ser inmunes frente a cualquier antibiótico conocido, han apuntado desde SEIMC, de acuerdo con una información difundida por la agencia Ketchum.