Redacción farmacosalud.com
El arsenal terapéutico contra la incontinencia urinaria se ha armado con varios avances en tratamientos, como el que menciona el doctor Pere Arañó, jefe de la Unidad de Urología Funcional i Femenina de la Fundación Puigvert de Barcelona: “Las Técnicas de Neuromodulación para la Vejiga Hiperactiva consisten en la implantación de un marcapasos semejante a un marcapasos cardiaco que modula la actividad de los nervios que regulan la función de la vejiga”. En la jornada del 14 de marzo, Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, el doctor ha puesto de manifiesto la existencia de una amplia variedad de causas de esta disfunción urológica, como son la menopausia, diabetes, obesidad, complicaciones en la próstata… La pérdida incontrolada de orina afecta mayoritariamente a mujeres, entre otros motivos porque “la uretra femenina y su sistema esfinteriano es más débil que el masculino”, según Arañó.
-La incontinencia urinaria afecta a más de 6,5 millones de españoles. ¿Cuáles son las causas de esta disfunción?
Hay varios tipos de incontinencia urinaria:
1º) Insuficiencia Esfinteriana: el mecanismo de cierre no es suficiente o está dañado. La incontinencia aparece al realizar un esfuerzo (golpe de tos…)
2º) Vejiga Hiperactiva: no existe un adecuado control neurológico de la vejiga. La incontinencia aparece por urgencia. El paciente no es capaz de retener el deseo miccional que aparece de forma súbita e intensa.
3º) Casos Mixtos: Coexisten ambas disfunciones, la Insuficiencia Esfinteriana y la Vejiga Hiperactiva. La incontinencia aparece con el esfuerzo y por urgencia.
En cuanto a las causas:
1º) Insuficiencia Esfinteriana: partos, menopausia, obesidad, cirugías de próstata en el varón…
2º) Vejiga Hiperactiva: diabetes, enfermedades neurológicas (Parkinson AVCs, Esclerosis Múltiple…), crecimiento prostático en el varón, o causas desconocidas.
-Tres de cada cuatro afectados de pérdida incontrolada de orina son mujeres. ¿Por qué incide más en la población femenina y qué hombres son candidatos a sufrir ese problema?
La uretra femenina y su sistema esfinteriano es más débil que el masculino y es más dependiente de que los mecanismos de ‘sostén’ (suelo pélvico, ligamentos pélvicos) estén indemnes. El suelo pélvico en la mujer se ve afectado por los embarazos, partos y obesidad. En el caso de los hombres, la incontinencia por Insuficiencia Esfinteriana se da sólo tras cirugías prostáticas o en pacientes con según que enfermedades o lesiones neurológicas.
Cuando la incontinencia es por Vejiga Hiperactiva, las diferencia de la prevalencia entre sexos disminuye.
-Para tratar dicha disfunción urológica existe la colocación de mallas o cabestrillos quirúrgicos y para los hombres el implante de un esfínter artificial. ¿Cómo funcionan esos dispositivos?
Las mallas sirven de apoyo posterior de la uretra durante el esfuerzo, permitiendo la coaptación de la misma en ese momento. El esfínter artificial ocluye y desocluye la uretra de forma voluntaria, manejado por el propio paciente.
-Si una persona no quiere someterse a un procedimiento quirúrgico, ¿qué métodos farmacológicos proceden para tratar la pérdida incontrolada de orina?
En el caso de la Insuficiencia Esfinteriana: la fisioterapia del suelo pélvico, dado que no existen fármacos de eficacia probada para corregir una Insuficiencia Esfinteriana. En el caso de la Vejiga Hiperactiva: tratamiento con fármacos de la familia de los anticolinérgicos, que producen una inhibición de la transmisión nerviosa parasimpática al músculo de la vejiga, con lo que se logra un ‘frenado' de la hiperactividad de la misma.
-¿Qué avances destacaría en el tratamiento de la incontinencia urinaria?
Hay nuevos fármacos para la Vejiga Hiperactiva (estimulantes de los receptores beta del sistema simpático) que producen un ‘frenado’ de la vejiga semejante al de los anticolinérgicos.
La inyección transuretral de toxina botulínica en la vejiga para la Vejiga Hiperactiva produce también un ‘frenado’ de la vejiga. En cuanto a las Técnicas de Neuromodulación para la Vejiga Hiperactiva: se trata de la implantación de un marcapasos semejante a un marcapasos cardiaco que, mediante un electrodo, modula la actividad de los nervios que regulan la función de la vejiga (nervios sacros).
También destacan las cirugías mínimamente invasivas de colocación de mallas, tanto en el hombre como en la mujer por vía percutánea, con unas agujas que permiten colocar la malla en la situación adecuada haciendo mínimas incisiones en el área pubovaginal.