Redacción Farmacosalud.com
Los nuevos criterios de clasificación ACR/EULAR de la gota refuerzan el papel de las técnicas de imagen como la ecografía o DECT en el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad. Se trata de una clasificación validada que, además, favorecerá una mejor selección de pacientes en investigación, según han puesto de manifiesto varios expertos durante el curso Reumatopics, organizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) con la colaboración del Grupo Menarini. La Dra. Carme Moragues, reumatóloga del Hospital de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), explica que “en concreto, esta nueva clasificación establece el papel fundamental de la determinación de cristales de urato como patrón oro e introduce técnicas avanzadas de imagen”.
“Estos nuevos criterios de clasificación permiten la selección de un grupo homogéneo de pacientes con gota para su inclusión en estudios, bien de tratamiento, bien estudios observacionales. Muestran un mejor comportamiento en términos de sensibilidad y especificidad que los criterios existentes, y por tanto mejoran la selección de pacientes que se incluirán en los estudios”, señala la Dra. Francisca Sivera, reumatóloga del Hospital de Elda (Alicante).
Los cristales de urato monosódico y el microscopio óptico de luz polarizada
El diagnóstico de la gota debería basarse en la identificación de cristales de urato monosódico a través del microscopio óptico de luz polarizada, han informado fuentes de SER-Reumatología. “Estos cristales se pueden identificar en muestras de líquido sinovial de articulaciones con un episodio de inflamación aguda o que han estado previamente inflamadas, o en aspiración de material tofáceo”, precisa la Dra. Sivera. Además, esta especialista destaca la importancia de que los reumatólogos dominen la técnica de aspiración articular. “Los reumatólogos todavía necesitamos formación, sobre todo en la aspiración de articulaciones asintomáticas y en el estudio microscópico del líquido sinovial, aunque posiblemente estemos mejor formados que numerosos reumatólogos europeos”.
Por su parte, la Dra. Moragues añade que también “la ecografía es una técnica útil que nos puede guiar a obtener de forma precisa muestras de líquido articular en articulaciones pequeñas o de difícil acceso para realizar el estudio de cristales”.
Apuesta de los fisioterapeutas por la terapia acuática
¿Por qué no empezar a formar a los profesionales en Fisioterapia en la terapia del agua? Esta es una de las preguntas planteadas durante la presentación de ‘Terapia Acuática. Abordajes desde la Fisioterapia y la Terapia Ocupacional’, primera obra en español dedicada íntegramente a abordar esta temática, editada por la editorial científica Elsevier. De acuerdo con esta compañía y la Fundación Instituto San José de los Hermanos de San Juan de Dios (Madrid), la terapia acuática, entendida como el procedimiento terapéutico en el que se combinan las propiedades mecánicas del agua con las técnicas específicas de tratamiento por parte de los profesionales de la salud, tiene grandes beneficios para los pacientes. Se aplica en diversas patologías, como el espectro autista o la esclerosis lateral amiotrófica. Sin embargo, actualmente, no está muy extendida en España.
Para Emilia Sánchez Chamorro, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la Consejería de Sanidad de Madrid, “es necesario que se extienda la terapia acuática, ya que hay una evidencia científica muy importante e investigación en el campo”. Pero, ¿qué hace falta para que esta terapia tenga el peso que merece? Según Javier Güeita, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Halliwick Lecturer en la International Aquatic Therapy Faculty y autor también de la obra, “esta terapia ha ido creciendo y, en Sudamérica, está en un ‘boom’, gracias también a los mayores recursos naturales de los que disponen. Pero en España aún es necesario que la piscina esté integrada en el hospital y que se mantenga y se invierta en instalaciones, que es el principal hándicap para su desarrollo”.
Respecto al coste-efectividad de la terapia acuática, Güeita asegura que los últimos estudios están demostrando que este procedimiento es coste-efectivo, “aspecto al que deben prestar especial atención los gerentes de los centros sanitarios para que un mayor número de pacientes pueda beneficiarse de esta terapéutica”. A este respecto, en la Universidad Rey Juan Carlos se está poniendo en marcha la que se convertirá en la primera Unidad de Terapia acuática de España. Asimismo, los fisioterapeutas resaltan que en los últimos diez años el profesional ha pasado de ser un monitor que acompaña a pacientes y voluntarios a convertirse en una verdadera terapia de elección. No obstante, y a pesar de esta profesionalización del sector, aún falta formación específica en terapia del agua.